A. Económico

¿Cómo se leen las últimas medidas del gobierno argentino?

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¿Qué podemos esperar para los próximos meses?

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EMILIANO COTELO (EC): Como ustedes saben, el domingo Alberto Fernández fue electo oficialmente como el próximo presidente de Argentina, tras haber alcanzado el respaldo de un 48% del electorado. 

Su triunfo era ampliamente esperado, después del resultado sorpresivo que se había visto en las PASO (que son las elecciones primarias argentinas) a mediados de agosto. Sin embargo, en la misma noche del domingo trascendió que el lunes comenzaría a regir un endurecimiento del “cepo” cambiario.

¿Qué es lo que se busca con este tipo de medidas? ¿Cuál es el escenario más probable para los meses de transición y cuáles son los riesgos que enfrenta la próxima administración?

Lo conversamos con la economista Alicia Corcoll, de la consultora Deloitte. 

ROMINA ANDRIOLI (RA): Alicia, pongamos el foco primero en las medidas que se anunciaron en estos últimos días, allí destaca obviamente el endurecimiento del “cepo” cambiario. ¿Qué fue concretamente lo que se anunció y cuáles fueron las primeras reacciones?

ALICIA CORCOLL (AC): Hubo varias medidas, pero la que más trascendió es, como tú decís, el endurecimiento del “cepo”. Hasta ahora ya venían rigiendo restricciones para la compra de dólares, pero que afectaban esencialmente a las empresas (porque para personas físicas el tope de compra mensual era US$ 10.000 mensuales).  

Ahora la canilla se cerró totalmente, porque se rebajó el límite de compra mensual a US$ 200 para operaciones por cuenta bancaria y a US$ 100 para la compra en efectivo. 

RA: Pero lo que terminó sucediendo después de que se anunció esta medida fue una baja del dólar,¿verdad?

AC: Sí. Al cierre de ayer la referencia minorista oficial estaba en torno de los AR$ 63, lo que deja una caída relativamente pequeña frente al viernes previo a las elecciones (de 2%), pero una caída al fin y al cabo.

RA: ¿Y cómo se explica esa baja?

AC: Bueno, la consecuencia práctica del endurecimiento del “cepo” es que – inmediatamente después de implementado – se tiende a eliminar la demanda de dólares y eso descomprime la presión sobre el tipo de cambio. 

Pero al mismo tiempo es importante tener presente que el dólar ya había subido bastante en la semana previa a las elecciones (un 7%) y que las cotizaciones “paralelas” habían aumentado en forma más intensa todavía. Por ejemplo, la brecha entre el dólar “contado con liquidación” y el oficial subió el viernes pasado hasta 30%. Con lo cual, los mercados seguramente ya estaban anticipando alguna medida de este tipo.

RA: ¿Y por qué es que el gobierno de Macri tuvo que adoptar esta medida?

AC: Es una buena pregunta. Para explicar eso, es clave entender lo que está pasando con las reservas del Banco Central. Desde las PASO, las reservas de Argentina cayeron en unos US$ 23.000 millones (o sea, se achicaron un 35%) y rondan hoy por hoy los US$ 43.000 millones (de los que se calcula sólo US$ 14.000 millones serían de “libre disponibilidad”). 

Detrás de la caída hay varios factores, pero lo que destaca en este último tiempo fue una baja muy importante de los encajes bancarios por la salida de depósitos (que fue súper fuerte) y un Banco Central que estuvo vendiendo dólares por montos abultados (casi US$ 7.000 millones desde las PASO). 

Las reservas pueden tener justamente, distintos usos: cubrir salida de depósitos, contener variaciones del dólar mediante intervenciones cambiarias y hacer frente a las necesidades de financiamiento, pero en Argentina ya se están agotando. 

Se calcula además que se van a tener que afrontar vencimientos de deuda por más de US$ 40.000 millones en 2020 (a los cuales se les va a ir sumando el déficit corriente que se vaya generando en el año) en un contexto en el que Argentina no tiene acceso al financiamiento externo.

Entonces, es en ese marco que se introduce el endurecimiento del “cepo”: para frenar la demanda de dólares y contener así la caída en las reservas.  

[GRÁFICO 1: BRECHAS TIPO DE CAMBIO Y NIVEL DE RESERVAS]

RA: ¿Pero por qué no esperar y que estas medidas sean tarea del nuevo equipo económico? 

AC: Se discutió mucho sobre eso entre los analistas argentinos, pero en última instancia había que introducir una restricción así de fuerte porque seguir perdiendo reservas al ritmo de las últimas semanas ya no era sostenible.

También hay otro elemento que seguramente esté atrás de una medida como esta. Incluso con el “cepo”, algunas operaciones igual se realizan bajo la referencia oficial (como por ejemplo las operaciones de comercio exterior), y por eso tener al dólar oficial “contenido” en un nivel más bajo que el de mercado puede ayudar a tener menos presiones inflacionarias en el corto plazo.

RA: Hiciste énfasis en los efectos de corto plazo, pero ¿qué se puede esperar en una mirada un poco más larga?

AC: Difícil saberlo, pero deberíamos estar preparados para más medidas de este tipo. Este “cepo” seguramente venga acompañado por restricciones adicionales, como pueden ser recargos por compras de tarjeta de crédito en el exterior (cosa que ya hubo en el pasado).

Y yendo a una mirada más estructural, está clarísimo que la situación en Argentina es sumamente frágil y que hay chances de que la crisis termine escalando hacia una de mucho mayor entidad todavía. 

Hay varios temas delicados, pero la situación fiscal y de deuda son clave. Como decía, las necesidades de financiamiento son muy grandes y está absolutamente instalada la idea de que el próximo gobierno va a tener que encarar una reestructura de la deuda pública. Desde el entorno de Alberto Fernández fue trascendiendo la intención de que la restructura sea “a la uruguaya”, pero parece poco probable que pueda darse así.

RA: ¿Por qué decís eso? 

AC: Fundamentalmente porque el resultado primario es una variable clave a mostrarle a los mercados para tener una reestructuración “exitosa” de la deuda pública.

En su momento, cuando Uruguay reestructuró, el resultado primario ya estaba en terreno positivo y la trayectoria prevista hacia adelante parecía sostenible. El caso actual de Argentina es distinto, porque el resultado primario todavía está en niveles negativos y porque para los próximos meses se espera más bien un deterioro. En general, se cree que la reestructura va a ser con quitas.

Obvio que hay mucha incertidumbre sobre cómo se van a ir dando los acontecimientos, sobre todo en cuanto si el programa fiscal que anuncie el nuevo gobierno termina siendo “creíble” y si la reestructura se da en forma más o menos “prolija”, pero en cualquier caso las señales que se dieron en estos últimos días parecen ser más bien negativas. 

[GRÁFICO 2: RESULTADO PRIMARIO]

RA: ¿A qué te estás refiriendo exactamente?

AC: Por ejemplo, a que si bien todavía no hubo anuncios oficiales respecto a la integración del nuevo equipo económico, los nombres que se fueron manejando estas semanas en prensa hicieron algo de ruido, porque parecen ser figuras más bien proclives a la aplicación de más medidas “heterodoxas” y a priorizar el crecimiento económico en el corto plazo por sobre la estabilización de la situación macroeconómica.

Es vital ir siguiendo los nombramientos y las potenciales declaraciones para ir dilucidando cuál va a ser el rumbo del nuevo gobierno. 

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Foto: AFP PHOTO / FRENTE DE TODOS

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