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"Incipiente mejora en la confianza empresarial" según encuesta de Deloitte

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Se trata de un relevamiento que la consultora hace dos veces al año y que recoge la opinión de más de 300 ejecutivos de empresas nacionales y multinacionales sobre la situación económica, el clima de negocios y las perspectivas de sus propias empresas.

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EMILIANO COTELO (EC):

Deloitte divulgó ayer los resultados de una nueva edición de su Encuesta de Expectativas Empresariales. 

Como ustedes saben, se trata de un relevamiento que la consultora hace dos veces al año y que recoge la opinión de más de 300 ejecutivos de empresas nacionales y multinacionales sobre la situación económica, el clima de negocios y las perspectivas de sus propias empresas.

¿Qué mensajes aparecen en esta última edición? Lo conversamos con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.

ROMINA ANDRIOLI (RA):

Tamara, empecemos por el título que eligieron para este último informe de divulgación de resultados: “Incipiente mejora en la confianza empresarial”. ¿En qué dimensiones ven el cambio de expectativas?

TAMARA SCHANDY (TS):

Primero que nada, subrayo lo de incipiente. Claramente no podemos concluir de los resultados que tenemos un clima de expectativas “optimista” ni nada que se le parezca…

Lo de incipiente mejora debe entenderse a la luz de lo que habían sido los relevamientos previos. En 2018 y en la encuesta de mayo habíamos visto un giro bastante negativo en las respuestas, lo cual era entendible en el marco de una economía que se había frenado mucho y con varios sectores en recesión. Frente a ese panorama, en esta encuesta aparecen matices y en particular empiezo por destacar 3.

En primer lugar, cuando preguntamos sobre la situación económica, el clima de negocios o la marcha de las empresas respecto a un año atrás, aparecen más respuestas neutras. Son pocos los que dicen que está “mejor”, pero claramente ha bajado la proporción de quienes entienden que “está empeorando”.

En segundo lugar, se interrumpió la tendencia de deterioro que veníamos observando en la evaluación del clima de negocios. 

Y tercero, apareció una mejora de expectativas en las preguntas relativas al futuro. Siguen predominando respuestas cautas, pero aparecen más opiniones de ejecutivos diciendo que las cosas van a mejorar y menos diciendo que van a estar peor en el futuro. 

RA:  – ¿De qué magnitud son esos cambios en las respuestas? ¿Podemos mencionar algunos números? 

TS:  Por supuesto. Y aprovecho para aclarar un detalle metodológico que seguro los oyentes se están preguntando: todo el relevamiento se hizo durante octubre y cerró el viernes previo a las elecciones. 

En relación a la situación económica, tenemos un 68% que dice que está “peor que un año atrás” y casi nadie diciendo que está “mejor”. Obviamente no es un resultado bueno, pero lo destacamos entre lo positivo porque hace un año los que decían que era “peor” estaban en el 80%. También creció el porcentaje de respuestas neutras: era 17% hace un año, pasó a 23% en la encuesta de mayo y fue 30% en esta edición. A la luz de lo que nos dicen los datos macroeconómicos duros es esperable que los ejecutivos no digan que la situación mejoró, pero dado el panorama de estancamiento y el agravamiento que tuvo la situación argentina desde que hicimos la última encuesta nos parece un destaque positivo esto de que haya más respuestas neutrales. 

Y respecto al futuro sí aparecen cambios más contundentes, aunque sigue habiendo bastante cautela. Por ejemplo, la proporción de consultados que espera que la situación económica empeore el próximo año bajó de 55% en abril a 34% esta vez (20 puntos porcentuales) y por primera vez en muchos años son más los ejecutivos que piensan que el clima de negocios va a estar “mejor” que los que piensan que va a estar “peor” (28% piensa que mejorará, 23% piensa que empeorará y 49% que estará igual). 

RA:  – ¿Y qué dicen los empresarios respecto a sus propias empresas? 

TS:  – También mejoran las expectativas para delante. La mejora es más moderada que la que se ve en las opiniones sobre el clima de inversiones y la economía en su conjunto, pero también había sido más leve el deterioro en las encuestas previas. 

Algunos ejemplos… Creció sensiblemente el porcentaje de ejecutivos que espera una mayor producción en su empresa (de 23% a 31%). Igual hay que marcar que el 55% no espera mayores cambios y que el 14% todavía dice que prevé una baja, con lo cual a nuestro juicio las respuestas siguen siendo consistentes con un panorama de poco crecimiento macroeconómico; pero en el margen son mejores. 

También apareció un saldo neto positivos (esto es más respuestas positivas que negativas) en la pregunta sobre las perspectivas de inversión en las empresas. Esto es algo bien diferente a lo que recogíamos en las dos ediciones previas. Y el saldo neto en la pregunta sobre las perspectivas de rentabilidad prácticamente se balanceó, cuando en abril era negativo en 18 puntos porcentuales.  

RA:  – En ese marco un poco más optimista, ¿qué dicen sobre el empleo? Te lo pregunto porque en ediciones anteriores recuerdo destacabas que allí se veían respuestas particularmente negativas.

TS:  – Hay algunos indicios mejores, pero la verdad es que seguimos teniendo ejecutivos bastante reticentes a contratar. Cuando les consultamos sobre cómo va a ser el empleo en su empresa el año próximo, el 54% dice que no va a variar, el 33% que va a bajar y solo el 13% que va a subir. Eso deja un saldo neto negativo de 20 puntos, que es mucho peor al que recogemos para todas las demás dimensiones referidas a la empresa. 

Cuando les consultamos sobre cuáles son los factores que están condicionando el empleo, el bajo crecimiento del volumen de negocios continúa siendo el elemento que más mencionan los ejecutivos. Más del 70% lo señala dentro de los principales 3 condicionantes y el 50% dice que es el principal factor. En el ranking de menciones luego aparecen el salario real elevado y la insuficiencia de productividad de la mano de obra. 

 

RA:  – Tamara, vi que esta encuesta trajo también bastantes novedades en el plano de las preguntas sobre la gestión del gobierno. ¿Podemos repasar qué preguntan y qué respondieron los empresarios en relación a esa área? 

TS:  – Preguntamos como siempre sobre la gestión del gobierno. Allí no hubo novedades. Sigue siendo muy alto el porcentaje de desaprobación (casi 3 de cada 4). 

Las novedades, de nuevo, vinieron más que nada en las preguntas sobre el futuro. Naturalmente tenemos un cambio de gobierno por delante y eso de por sí puede alentar expectativas diferentes, más allá de cual sea el resultado de las elecciones… pero destaco que los ejecutivos están bastante “positivamente predispuestos” a los cambios: el 38% espera una mejora en la gestión de la política económica el año que viene, cuando un año atrás ese porcentaje era 2% y casi 60% de los consultados esperaba que empeorase la política económica al cabo de 12 meses. Es un cambio relevante. 

 

RA:  – ¿Se puede decir que eso abre una ventana de oportunidad para el nuevo gobierno? 

TS:  – No somos analistas políticos, pero creo que sí. Sigo con las preguntas que hacemos: prácticamente la totalidad de los consultados anticipa que el próximo gobierno va a tomar medidas de ajuste fiscal y el porcentaje de los que esperan cambios en la política de inserción internacional subió de 47% a 54%. En los otros frentes las expectativas de cambios son menos extendidas. 

Y destaco una pregunta más: consultamos sobre si la próxima administración debería mantener el mismo rumbo, realizar algunos cambios o modificar el rumbo y el 75% dijo que tiene que “hacer muchos ajustes” o “cambiar el rumbo”. En la antesala de las elecciones anteriores, en 2014, hicimos la misma pregunta y los que marcaban esas opciones eran el 42%. 

Por lo tanto, nos parece que así como en esta encuesta parece aparecer una ventana de oportunidad para el próximo gobierno, también aparece un desafío importante. Como hemos dicho varias veces en el programa, nosotros en Deloitte pensamos que la velocidad y efectividad con la que el próximo gobierno (cualquiera sea) aborde los asuntos de la agenda económica serán claves para consolidar esta incipiente mejora de expectativas, así como para que esto tenga como correlato mayores niveles de inversión, un ritmo de crecimiento más fuerte de la economía y una mejora del panorama de trabajo… todos elementos que parecen aún distantes según las respuestas obtenidas en esta encuesta. 

RA: –  Gracias, Tamara. A los oyentes les decimos que el informe con todos los resultados está disponible en la web de Deloitte y en nuestra propia web www.enperspectiva.net

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Foto: Getty images

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