Tarso Genro, dirigente histórico del PT en Brasil: ¿Por qué buscan potenciar la integración regional? ¿El camino es la Unasur o hay que empezar de cero?
Foto: En Perspectiva
A fines de 2022, expresidentes de la región como los chilenos Michelle Bachelet y Ricardo Lagos, el uruguayo José Mujica, la brasileña Dilma Rousseff y el colombiano Ernesto Samper firmaron una carta pidiendo mayor integración, dirigida a los actuales mandatarios de Sudamérica.
Esa misiva fue fruto de un intercambio de más de un año entre el Instituto Novos Paradigmas de Brasil y la Fundación Chile 21, proceso que desemboca hoy en el comienzo del Coloquio Montevideo por la Integración Suramericana.
¿El objetivo? Que los aportes que se generen aquí lleguen al “retiro” de presidentes convocado por Lula da Silva para el próximo 30 de mayo.
Dos de esos expresidentes firmantes de la carta original, Mujica y el colombiano Samper, protagonizarán hoy la apertura del evento en la Sala Camacuá. Mañana continuará el coloquio con la participación de diversos analistas, empresarios, políticos y ex cancilleres.
Entre ellos, participarán Nicolás Jodal, Gerardo Caetano, Silvia Nane, Rodolfo Nin Novoa y Marcelo Abdala, con el auspicio de la Fundación Líber Seregni y el apoyo de la Fundación Friederich Ebert.
Para el cierre, participarán por Zoom el actual ministro de Relaciones Exteriores argentino, Santiago Cafiero; y Celso Amorim, quien fuera canciller brasileño y que actualmente se desempeña como asesor presidencial.
¿Qué aportes esperan llevar a la reunión de Lula? Conversamos En Perspectiva con una de las figuras involucradas en la organización: Tarso Genro, abogado que ocupó varios ministerios durante los primeros gobiernos de Lula da Silva y que fuera gobernador del estado de Rio Grande do Sul.
1 Comentario
Muy buena ponencia por su calidad política. Es difícil sacar algo en limpio, pero habla muy bien y no deja a casi nadie descontento. El único aspecto inquietante es el ejemplo del teatro, pero la gente de ahora seguro lo compra. Me hace ver a este político muy en la línea del Partido Demócrata de USA. Si yo estoy en un teatro y me asusto y honestamente creo hacer el bien diciéndole a la gente que vamos a morir si nos quedamos, eso no es un acto criminal. Podré tener un error de apreciación, podré estar loco, pero un crímen es otra cosa. Lo que hay que perseguir son los mensajes de odio. Pero me da miedo que los políticos quieran decidir si es un crímen decir que el teatro –entiendo que el mundo en el que vivimos– se está quemando.
En fin, el Mercosur debería apuntar a la libre circulación de la gente y a la unión aduanera, a protegernos en bloque desarrollando la industria local, a potenciar inversiones extrazona pero tratando de imponer que transfieran tecnología que no tenemos. Todo eso es imposible sin hacer converger las economías a niveles de vida similares, imposiciones similares, leyes laborales similares, leyes ambientales similares, etc. Copiar el modelo europeo para desarrollarnos pienso que es lo efectivo. Eso implica mucha apertura adentro, poca apertura y estratégicamente elegida hacia afuera. Requiere pasos previos de convergencia que nunca se van a dar. Así que no espero nada de estas reuniones porque los años que hace que tenemos Mercosur no han dado nada aún en este sentido. Pura cháchara y tenemos unas colas kilométricas para cruzar las fronteras porque tenemos aduanas y controles de migración. En la UE se pasa por la frontera y apenas si ve porque cambia el idioma de los carteles.