EnPerspectiva.uy

Entrevista central, martes 2 de enero: Leonardo Aguerre y Francis Raquet

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

EC —Ese acuerdo se distribuye por todo el mundo, lo tienen 5.000 máquinas.

LA —Exactamente, lo tienen un montón de computadoras que corren el mismo software, que no tienen cómo identificarte a ti, que no tienen cómo hacer que tu acuerdo vaya antes o después de otro, no tienen cómo cambiarlo, y permiten que se corra lo que hayamos acordado.

EC —Y si algunas de esas máquinas quisiera modificar ese acuerdo, si metiera la mano, si quisiera realizar alguna forma de fraude, eso saltaría inmediatamente.

LA —Sí. Ahí hay tres cosas. El primer riesgo sería que una máquina se caiga, o sea que la que vaya a correr el programa se desconecte de internet y se apague, pero eso está respaldado tantas veces que da igual, si está repetido 5.000 veces, se podrían caer 4.999 de esas máquinas y aún seguiría corriendo, no pasaría nada. Y se están colgando y abriendo máquinas todo el tiempo.

Lo segundo que dijiste es que no se puede cambiar. Eso es cierto y es único en temas tecnológicos. Hoy por ejemplo con los votos, vos podrías decidir registrar los votos de los ciudadanos para elegir un presidente, pero en definitiva si el que maneja la base de datos quiere cambiar algo y tú no estás mirando puede hacerlo. En el blockchain eso es imposible, si quisieras cambiarlo desde tu lugar no podés, por cómo está armada la red. Eso es lo que da transparencia y permite que otros lo usen con más comodidad.

EC —En la edición en video se están viendo fotos que muestran estanterías con aparatos. ¿Qué es eso?

LA —Son mineros dedicados. Hay dos formas de minar, una con tarjetas de video, con GPU, que es esa; ahí hay una de las de Ventus.

EC —La más chica de todas, la que tiene una pantalla arriba.

LA —Sí; la pantalla además es totalmente innecesaria, es para facilitar el acceso. Las GPU –que son tarjetas de video, las mismas que usan los gamers– son particularmente eficientes para correr el tipo de cifrado que necesitan las monedas. Después hay mineros dedicados que se llaman ASIC, que son equipos de computadoras que desarrollan dos o tres fabricantes en el mundo, que son mucho más eficientes en el cifrado de esos códigos que las tarjetas de video normales.

EC —Esos son los que veíamos en las primeras fotos, esas minas con grandes cantidades de estanterías.

LA —Me costó darme cuenta en esa foto, podría ser cualquiera de las dos, pero parecería que son de las ASIC.

EC —Y aquí llegamos al factor energía, que es el que termina en el vínculo con Ventus. ¿Qué pasa en cuanto al procesamiento de esta información y el consumo de energía?

LA —Un minero es un gran consumidor energético, es como un datacenter o la computadora de tu casa. Si no manejaras nada de computación, dirías algo que consume mucha electricidad, y cuanto más grande es el minero, más electricidad consume. Hoy la red de bitcoins a nivel mundial tiene un consumo energético comparable tal vez con el de Uruguay o mayor.

EC —La red de bitcoins en el mundo.

LA —Sí, Uruguay consume en el orden de 1.200 megavatios (MW), y hay mineros independientes en China que consumen en el orden de 200 MW uno solo, son personas aisladas que lo están haciendo. Entonces el consumo energético se está volviendo un factor muy importante y la disponibilidad no es tanta, los mineros están colmando la electricidad barata de los países que la tienen, y Uruguay tiene un escenario ventajoso para eso.

EC —Es una tecnología que tiene cantidad de ventajas. Hasta ahora la hemos ido comentando en su aplicación a las criptomonedas, a las transacciones con criptomonedas, pero tiene muchos otros usos más y por eso se entiende que se la va a ir empleando cada vez más, que va a ser una especie de vedette en los próximos años, por ejemplo para contratos, para seguros, para juegos, etcétera. Pero ¿al mismo tiempo es un problema para el medioambiente, un desafío para el medioambiente?

LA —Consume electricidad, es cierto, pero no creas que Google consume menos que una licuadora. Todo lo que tiene que ver con computación tiene un consumo energético importante. Esta radio tal vez también, pero nadie hizo el ejercicio de sumar todas las radios del mundo para ver cuánto consumen, o todos los servidores de Google o todos los servidores de almacenamiento en la nube o todos los juegos. Con el bitcoin sí lo hicieron. Lo traía a colación para tener idea de la magnitud.

Respecto a lo medioambiental, se está migrando mucho a minar con energías renovables, entonces el impacto capaz que es un poco más discutible, y en particular cuando se piensa el proyecto con Ventus, que es eólico y es energía que hoy se genera y no se usa. Entonces es discutible hasta dónde estamos impactando.

EC —Vamos a darle entrada a Francis, o Pancho, como le dice Leonardo. ¿Cómo es que termina involucrada Ventus, una empresa dedicada al desarrollo de parques eólicos, en esto de bitcoins, criptomonedas, minería?

FRANCIS RAQUET (FR) —Hace dos años que estamos estudiando el tema. En Ventus operamos unos 80 MW de potencia eólica y esa energía en Uruguay no es necesitada en estos momentos. Hace poco salimos en las noticias porque estamos exportando esa energía a Argentina, pero hace dos años empezamos a ver qué podíamos hacer. Y este tema me llamó muchísimo la atención, entiendo que cada uno de los mineros necesita 1,2 kilovatios (kW) de potencia, y como decían ustedes, consume mucho, 24 horas al día, necesita potencia plana para funcionar. Entonces empezamos a estudiar esto, es más, hace dos años colocamos un minero chiquito en uno de los parques eólicos, y aparte hay todo un tema térmico que queríamos ensayar, todo un tema de conexión de internet, todo un tema de operación. Entonces colocamos un pequeño minero en uno de los parques y vimos que por temas térmicos y de conexión a internet todos los parques eólicos tienen una conexión de fibra óptica, por ese lado estábamos en óptimas condiciones. Después el tema de que los aerogeneradores se “peleen” con el minero, no pasó…

EC —¿Por qué podrían pelearse? ¿A qué estás aludiendo?

FR —A subidas y bajadas de tensión. Aparte una cosa es la teoría y otra cosa es llevarlo a la práctica. Era una tecnología que no conocíamos, ahí empezás a asumir cualquier cosa. Entonces probamos los mineros, pusimos unas máquinas de esta marca ASIC, de la fábrica Bitmain, que son unos chinos, y vimos que funcionaron bien. Creo que solo un día, por unas horas, tuvieron que frenar, creo que fue el 30 de diciembre, por demasiado calor. Estas máquinas como generan muchísimo calor tienen que estar refrigeradas, y funcionó bien. Ahí empezamos a hacer el siguiente paso, que es hacer mineros más grandes porque tenemos muchísima energía. Ahora por suerte conseguimos el fusible de exportar, pero tener una demanda interna, que cada parque eólico pueda tener un centro de consumo al lado puede ser muchísimo más interesante. Aparte a mí como director de nuevos negocios en Ventus me seducía muchísimo este tema la blockchain y las criptodivisas. El 2017 fue el año de las criptodivisas, del blockchain, y este año va a ser aún más, es algo que se está viniendo con todo.

Comentarios