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Entrevista central, jueves 14 de diciembre: Jorge Barrera

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Entrevista con el doctor Jorge Barrera, presidente electo de Peñarol.

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EN PERSPECTIVA
Jueves 14.12.2017, 08:18

EMILIANO COTELO (EC) —El sábado pasado, el abogado penalista Jorge Barrera se transformó en el presidente número 28 del Club Atlético Peñarol. La elección, pese a que terminó con un nuevo triunfo oficialista, marcó un hito en la historia de la institución: fue el punto final para 30 años de gobierno de la familia Damiani, primero del contador José Pedro y luego de su hijo Juan Pedro, que esta vez decidió no postularse para un nuevo mandato.

Barrera y su vicepresidente, Rodolfo Catino, conducirán a Peñarol hasta 2020 sin contar con mayoría en el Consejo Directivo. Obtuvieron cuatro cargos, y aparte el Movimiento 2809, de Marcelo Areco, obtuvo otros cuatro puestos y Sentimiento 1891, liderado por Ignacio Ruglio, obtuvo tres cargos.

¿Quién es Barrera? ¿Cómo es la actualidad del club? ¿Qué se viene ahora para Peñarol?

Vamos a conversarlo con el doctor Jorge Barrera.

¿Cómo han sido estas horas? Fue difícil encontrarlo hasta para la gestión de esta entrevista, y terminaos haciendo la charla por teléfono. ¿Cómo viene su agenda?

JORGE BARRERA (JB) —Primero lo más importante, que es el estado espiritual. Estoy con una mezcla de una gran felicidad y un sentido de responsabilidad importante por lo que supone ser el presidente de Peñarol. Después de la elección vino la final del Campeonato Uruguayo, después viene todo el tema de la transición, así que han sido horas de mucho trabajo y poco sueño, lo cual, sumado a lo que fue la campaña electoral, va a requerir que me tome unos días la próxima semana. Después de ir a Paraguay al sorteo de la Copa Libertadores a la fase de grupos, me tomo unos días de descanso para empezar el año con toda la energía y toda la fuerza, para estar a la altura de las circunstancias.

EC —Así que allí vendrá el descanso, recién la semana que viene.

JB —Sí, porque el 20 a la hora 20, en Asunción, está el sorteo de la Copa Libertadores y nos parece que es una instancia para estar presente. Voy a ir con el gerente general del club, Álvaro Alonso, a los efectos de tener un trato directo con las autoridades de la Conmebol, con los servicios administrativos. Seguramente a partir de ahí vamos a poder tener un proceso de relacionamiento y de diálogo con los clubes que estén con nosotros en el sorteo en la fase de grupos para toda la actividad logística, para lo que supone la hotelería y los desplazamientos en los lugares donde nos toque jugar de visitantes y para los cuadros del resto de la fase de grupos cuando vengan a Uruguay. Así que van a ser jornadas de trabajo que terminarán el 20 de noche, volveré el 21, y ahí sí, antes de asumir voy a tomarme unos días para descansar, para pensar y para proyectar los futuros tres años.

EC —Antes de ir al fútbol y Peñarol, vale la pena conocer al personaje. ¿Quién es Jorge Barrera? Usted tiene 49 años, nació en mayo de 1968 en Minas, Lavalleja.

JB —Nací el 11 de mayo del 68, soy por lo tanto, como muchos me dicen, hijo del Mayo francés. Nací circunstancialmente en Montevideo, enseguidita me fui a Minas, porque la familia de mi padre es de Minas. Allí hice el jardín de infantes, la escuela… Así que técnicamente nací en Montevideo, pero toda mi infancia fue en la ciudad de Minas.

EC —Usted viene de una familia humilde… o al menos de clase media baja, siempre es difícil hacer esas categorizaciones.

JB —Familia de trabajo, familia de mucho trabajo, en la que había mucho amor y las dificultades económicas eran el motivo para la superación personal, para el trabajo. Yo estoy muy agradecido a mi familia, que fue donde se forjaron los hábitos más importantes que un ser humano puede tener, en cuanto a la generosidad, la alegría. No recuerdo en mis 49 años haber visto a mi padre con otra actitud que no fuera una sonrisa. Y eso no significaba ausencia de dificultades, ausencia de problemas, sino que fui formado en que frente a la adversidad y para ascender socialmente el único camino es el trabajo, el esfuerzo, que una cosa es tener dificultades materiales y otra cosa es educación, dignidad. Es un agradecimiento fundamental que tengo hacia mi familia porque creo que eso es lo que me ha permitido a lo largo del tiempo darle el valor que tiene el esfuerzo, el conseguir metas y saber que es a través del esfuerzo y de las virtudes personales que se obtienen resultados.

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