EC —Hubo una larga explicación del ministro a propósito de cómo aumentó el presupuesto de ASSE en los últimos 10 años, 180%, lo que ha permitido mejorar la atención de los usuarios. En particular, se detuvo en el Hospital de Bella Unión, dijo que en los últimos años se invirtieron más de US$ 2 millones, lo que permitió mejorar la sala de emergencia y la de cuidados especiales, los laboratorios propios y dos blocks quirúrgicos, entre varias obras con servicios de primera calidad que se suman a ambulancias cero kilómetro. Agregó que el mejoramiento de ASSE permitió que “la mortalidad infantil en Artigas, que era de 28,9 por 1.000 nacidos vivos en 2003, bajara a 7,84 por 1.000 en 2016”. “Hacía cinco años que no había cobertura de pediatría de 24 horas los 365 días” en Bella Unión. “Ahora los partos se realizan con ginecólogo y pediatra presencial, algo que nunca había ocurrido”. Detalló que ese centro hoy “recibe 30.000 consultas anuales ambulatorias, 31.000 en emergencias, hace 600 intervenciones quirúrgicas y atiende 360 nacimientos anuales”. Hubo una preocupación por mostrar el bosque y no quedarse en el árbol, mostrar todo lo que está pasando en ese hospital, que, según destaca el ministro, es mucho en cuanto a la mejora.
ML —En ese sentido hicieron bien, porque si se quedaban en el árbol estaban en el horno. Varios temas. Primero, hay cosas que se hicieron bien y estamos totalmente dispuestos, alegremente reconocemos que hay cosas que están bien. Nadie estaba discutiendo eso. El objeto de la interpelación que forzó el propio FA cuando no proporcionó los votos para una comisión general era otro, eran presuntas irregularidades. En el tema asistencial, si hubieran querido que el ministro informara sobre el tema asistencial, habría sido otro formato y el FA debería haber acompañado otro tipo de esquema.
Por otro lado, sobre el presupuesto, me parece una concepción muy materialista hacer referencia a que las cosas mejoran porque hay más presupuesto. El presupuesto te da la oportunidad de gestionar más cantidad de recursos, no quiere decir que esos recursos estén bien gestionados. Me parece que caemos en una afirmación muy materialista si festejamos simplemente balances o materia presupuestal.
Por otro lado, nada quita que ahí hay un episodio irregular y que no hay la frontalidad ni la sinceridad de reconocer que así ha sucedido.
Y por otro lado, creo que el FA no tiene la menor idea de cómo está funcionando la asistencia en cuanto a la calidad, que es lo más importante. Me gusta recorrer hospitales, visitar policlínicas, ver cómo está el funcionamiento general. No veo que el FA esté haciendo eso sin preaviso. Ya sabemos que para montar inauguraciones, cortar la cinta, ahí se da todo un show que trasciende. Pero yo digo en el día a día, cómo se atiende al paciente día a día.
Tanto es así que la División Fiscalización del MSP, que es quien controla el funcionamiento de los CTI, las puertas de emergencia, el mantenimiento de medicamentos, los blocks quirúrgicos y demás, tanto públicos como privados, tiene tan solo 21 inspectores para fiscalizar todos los servicios de salud del país. ¿Cómo se sabe si ese presupuesto y esas obras que se realizan realmente determinan y significan una mejora y una calidad de atención? Eso es muy difícil de saber. Estamos dispuestos a reconocer que hay cosas que se hicieron bien, pero no hay que quitarles mérito a los médicos, a los enfermeros, a los licenciados en Enfermería, a los trabajadores, que para mí son los grandes referentes y los grandes héroes, son el sostén de un sistema que a mi criterio está bastante colapsado.
