EnPerspectiva.uy

Entrevista central, lunes 10 de julio: Susana Mangana

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

EC —Pero es que tampoco sé si se terminó con esos guerrilleros, ¿no? Han perdido una parte de su implantación territorial, pero mantienen todavía otra y la capacidad de fuego, económica incluso…

SM —La capacidad económica está ligada con la segunda parte de esta charla, con aquellos que han estado nutriendo a EI, porque si tú ves la maquinaria bélica que tiene, pero también su propaganda, que es donde ha sido realmente novedoso y exitoso… Lo dijimos hace tres años aquí, en lo que EI cambió el modus operandi en comparación con otras agrupaciones islamistas radicales es en cómo ha sabido captar jóvenes y milicianos a través de las redes, ahí está el verdadero combate al nuevo prototipo de terrorismo de base islamista. Eso no quiere decir que EI no tenga feudos importantes en localidades cercanas a Mosul, no en la ciudad sino en las afueras, y también en Raqa, Siria. Como decía, hay una coalición de países que ahora entiende que hay que escenificar ese final de EI, pero tendríamos que preguntarnos por qué permitieron que aflorara de la manera en que lo hizo, con tanto poderío económico.

EC —Sí, puede ser que se acorrale a EI en esta variante de su expresión, la del dominio de espacios físicos, pero tiene toda la otra, la del terrorismo salpicado en la región y en el mundo, lo hemos visto en Europa…

SM —-Y en Asia, Abu Sayyaf, por ejemplo, un grupo que tiene más de 25 o 30 años de actividad clandestina en las distintas islas de Filipinas, ha jurado lealtad al EI, como en la Península del Sinaí, donde están desplegados los militares uruguayos.

EC —Vamos a la otra noticia del fin de semana: ayer entró en vigor el acuerdo de cese al fuego acordado entre Trump y Putin en el suroeste de Siria. ¿Qué implica este paso?

SM —Primero implica lamentar que después de seis años de guerra los dos presidentes más poderosos y con mayor capacidad de influir en el conflicto sirio lo único que logran acordar es una tregua a medias, muy limitada en cuanto a territorio. ¿Por qué el suroeste de Siria? Porque allí tenemos a todas las provincias vecinas de Jordania, que también ha sido involucrada en este alto el fuego porque la seguridad interior de Jordania depende, y mucho, de la actividad de los grupos rebeldes y de los bombardeos de esta coalición de países, no solo Rusia ha bombardeado Siria, también lo ha hecho Francia o el propio Estados Unidos. Creo que hay que lamentar lo magro de este acuerdo entre Putin y Trump, que tienen mejor sintonía de la que había con Barack Obama pero que igual no vemos que se nos presente un proyecto para estabilizar Siria y para poner fin a una crisis que desangra a un país que era cruce de culturas y un pivot que ejercía estabilidad en la región sobre todo a nivel del mundo árabe.

EC —Se supone que ahora se inician conversaciones.

SM —Llevan ya tantos años con las conversaciones… Tenemos el proceso de Ginebra, capitaneado por las Naciones Unidas y su delegado, Staffan de Mistura, no se quiere decir oficialmente, pero está muerto y enterrado. El otro proceso de negociaciones, siempre limitadas, es el que dirige Rusia, que cuenta con Irán y Turquía. Por lo tanto, Rusia juega en los dos bandos. En el Consejo de Seguridad ha vetado, con el apoyo tácito de China, cada vez que se ha intentado implementar una intervención militar en Siria, no quiere ningún tipo de intervención salvo la suya, que es interesada, y no quiere dejar caer al régimen de Bashar al Assad -al Gobierno, dicen ellos, para recordarnos que supuestamente es legítimo-. Pero, mientras juega con las Naciones Unidas, a la vez está dirigiendo estas negociaciones en Astana, la capital de Kazajistán, en Asia Central, que es un feudo ex moscovita.

EC —¿Y entonces qué? ¿Escepticismo total?

SM —Escepticismo, yo tengo un gran escepticismo, no hay un avance…

EC —¿Qué es lo que cuenta, que hay alguna gente que va a estar un poco mejor en estos días? Quizás el propio Trump lo resumió en un mensaje por Twitter ayer: “Hemos negociado un alto el fuego en zonas de Siria, lo que salvará vidas”.

SM —Bueno, primero hay que ver realmente se ha respetado el alto el fuego desde su implementación ayer, porque tantas otras veces se anunció, pero las escaramuzas y la contienda continuaron. Eso no se nos cuenta porque también hay una guerra de narrativas en los distintos medios de comunicación que cubren una guerra que es muy opaca, porque tampoco es fácil entrar a Siria e informar desde allí, peligra tu propia integridad física como periodista, muchos han ido como freelance y han caído como rehenes de uno u otro grupo, hay que pagar un alto peaje en dinero para poder trasladarse solo unos kilómetros, hay una gran cantidad de check points regenteados por distintos grupos -rebeldes, de milicianos, también de terroristas-… Si bien al principio, en 2011, era una falacia cuando el presidente Al Assad nos decía que todos los ciudadanos sirios que protestaban contra su gobierno eran terroristas, también es verdad que la contienda se fue abriendo, dejó de estar en el plano doméstico y aparecieron esas milicias que entraron por Irak o Turquía -que jugó otro rol más que claroscuro en esta guerra de Siria-. Con lo cual, hay muchos intereses en esa guerra, pero a mí me parece que tenemos que ser escépticos, porque tampoco vemos un plan que contemple las voces de toda la oposición y, sobre todo, la de los kurdos, que están realizando una jugada maestra que pocos quieren advertir.

EC —Y mientras tanto siguen las muertes y las migraciones…

SM —Claro, exactamente, hay que lamentar que un país que tenía un alto nivel de vida, un buen nivel de estudios incluso a nivel terciario… Hoy hay una generación entera de niños y de jóvenes sirios que han perdido su educación y su infancia, eso es lo lamentable, sobre todo que no vemos un avance hacia una solución creíble y aceptable para todas las partes en este país.

***

Comentarios