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Entrevista central, lunes 14 de noviembre: Néstor Gómez Alcorta

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EC —Ese fue el destino.

NGA —Ese fue el destino.

EC —¿Y qué pasó con esa línea de exportación? ¿Cómo evolucionó después?

NGA —Esa línea de exportación se mantiene hasta el día de hoy.

EC —¿Brasil como único mercado?

NGA —Durante 20 años también abastecimos el 100 % del mercado de Paraguay, hasta que hace algunos años se construyó una pequeña fábrica de cloro allí y se discontinuó el envío a ese país. En Brasil principalmente competimos por un tema de distancia: las principales plantas de producción de cloro están en San Pablo, entonces tenemos una diferencia comparativa de flete, por eso podemos competir en el mercado de Río Grande del Sur.

EC —Efice está ubicada en la ruta 1, km 25, yendo para Colonia a mano derecha. Vayamos al negocio de ustedes. La clave está en el proceso que se llama electrólisis, que consiste en romper una molécula de sal (cloruro de sodio) a través de una carga eléctrica. ¿Qué sucede luego, cómo continúa este proceso?

NGA —Una aclaración importante. Al romper la molécula de sal con una descarga de energía eléctrica, en los hechos prácticos y económicos termina significando que el costo de energía eléctrica termine siendo 50 % del costo total de producción de soda y cloro.

EC —¡Impresionante!

NGA —Esto no sucede en ninguna otra industria. El promedio en Uruguay de incidencia de la energía en las industrias está entre 3 % y 4 %. Eso nos diferencia.

EC —¿Cómo se ubican en el ranking de clientes de UTE?

NGA —Somos el principal cliente privado.

EC —Se rompe la molécula de sal, y quedan por un lado el sodio y por otro el cloro. ¿Entonces?

NGA —El cloro, que es un gas, se dirige hacia diferentes destinos. El cloro en forma de gas se licua, como el supergás, que es un gas licuado dentro de una garrafa. Se licua de la misma forma y se entrega principalmente a OSE, que lo utiliza para potabilizar el agua, y a algunas industrias privadas para tratar aguas residuales.

EC —También se utiliza para piscinas, ¿no?

NGA —No; ese es el hipoclorito de sodio.

EC —Ahí tenemos que hacer alguna aclaración, porque hay algunas confusiones en torno a estos productos que ustedes elaboran.

NGA —La mayoría de la gente piensa que el cloro es el hipoclorito de sodio, que es el que se pone en las piscinas, el agua Jane, el que se utiliza para la limpieza hospitalaria, la limpieza de casas. No es así. El hipoclorito de sodio es un producto que se fabrica después de la etapa de la ruptura de la molécula. El cloro y el sodio, que se transforma en soda cáustica, se hacen reaccionar posteriormente y forman el hipoclorito de sodio, del que abastecemos toda la demanda uruguaya, todas las marcas de agua lavandina se abastecen de hipoclorito de sodio de Efice y luego lo diluyen, lo distribuyen, generan sus marcas, etcétera.

EC —Todas las marcas de lavandina que hay en el mercado, como agua Jane, les compran a ustedes.

NGA —El hipoclorito de sodio concentrado.

EC —Una de las singularidades de esta empresa es que una parte de la producción, la soda, está sobredemandada. Ustedes podrían producir mucho más soda que la que producen, habría mercado para ella.

NGA —Nunca mejor dicho. América del Sur tiene un déficit de producción de soda de un millón de toneladas por año. El principal demandante es Brasil, que importa prácticamente la totalidad de ese déficit de producción.

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