Entrevista central, lunes 9 de octubre: Daniel Sturla
Entrevista con el cardenal Daniel Sturla, arzobispo de Montevideo.
EN PERSPECTIVA
Lunes 09.10.2017, hora 08:26
EMILIANO COTELO (EC) —Este fin de semana la Iglesia católica de Montevideo se hizo notar movilizando a miles de fieles a partir del II Congreso Mariano.
Las actividades, llamadas Encuentro con María, comenzaron el viernes en varias parroquias, colegios católicos y obras sociales; continuaron el sábado con conferencias y talleres en el Colegio Maturana y una vigilia en el Palacio Peñarol, y se cerraron ayer de mañana con una misa multitudinaria en la Aduana de Oribe, frente al puerto del Buceo.
Esa concentración estuvo presidida por una estatua de la virgen María, la misma que un grupo de católicos de la capital pretendía instalar allí de manera definitiva, una iniciativa que fue rechazada en la Junta Departamental después de un gran debate sobre la laicidad y los espacios públicos.
En este encuentro, el más concurrido que se ha realizado en ese lugar hasta ahora, se emitió un video con un saludo a los uruguayos del papa Francisco.
(Audio Francisco.)
Nosotros salimos para servir, para evangelizar. Para llevar esperanza y alegría. Y esto ustedes los uruguayos lo van a hacer bien, con el termo y el mate en la mano, y adelante, en salida, porque ustedes son gente de cercanías. Enseguida resuelven las distancias. Lo llevan en el corazón. Son un pueblo que ama la libertad y sobre todo que busca siempre la justicia y la igualdad de oportunidades.
(Fin audio.)
EC —¿Qué significan estas movilizaciones para la Iglesia católica?
Vamos a conversarlo con el cardenal Daniel Sturla, arzobispo de Montevideo.
Se lo veía muy contento ayer de mañana… ¿Salió todo como se había previsto?
DANIEL STURLA (DT) —Sí, realmente salió muy bien todo. Por supuesto, en esas cosas, sobre todo las que se hacen al aire libre, el factor tiempo es determinante, el clima. El clima ayudó y eso contribuyó a que saliera todo muy bien, muy bien organizado y con una excelente participación de la gente.
EC —Faltó llevar filtro parece, ¡lo noto como bronceado de golpe!
DS —Enrojecido, pero contento. Eso suple.
EC —Quienes asistieron destacaron la organización y la logística que había detrás de la actividad allí en la Aduana de Oribe.
DS —Sí, estaba muy bien organizado. Ya hay de hecho un conocimiento de las cosas logrado a través de estos rosarios de bendiciones de las familias que se hacen el cuarto sábado de enero en la rambla ya hace cinco o seis años. Comenzaron como algo de muy poquita gente y en enero fueron 10.000, 15.000 personas. Eso es muy importante, un cuarto sábado de enero en Montevideo no es tan fácil reunir gente. Así que la gente que tiene el conocimiento de cómo organizarlo fue la que llevó adelante esa parte.
EC —Se destaca que hasta había seguridad privada, drones registrando cómo pasaban las cosas…
DS —Sí, eso es parte de una campaña que la Iglesia católica está metiendo con mucha fuerza en la comunicación. Sabemos que evangelio es comunicación, la traducción es ‘buena noticia’. Si es una buena noticia hay que saberla comunicar. Una cosa era cuando Jesús la comunicaba a la orilla del lago de Galilea y otra cosa es comunicarla en el mundo actual.
1 Comentario
He leído con mucha atención la entrevista al Cardenal Sturla. Es una persona sumamente importante en la organización de la Iglesia Católica pero no sé si en sus opiniones extra religión está en condiciones de representar a mucha gente. El contenido de la entrevista me pareció absolutamente ligero, superficial.
Me dió la sensación que al Cardenal le importa la movilización de la gente alrededor de sus creencias pero que no más allá de las mismas. A mi me parece muy bien que las personas que tienen determinadas creencias las manifiesten públicamente y me parece bien que hagan movilizaciones. Lo que me queda como con gusto a poco es como se vinculan la actitud de esas personas y sus acciones en relación a lo que ocurre en nuestra comunidad. Parecería que esas movilizaciones tienen mucho que ver con el más allá y poco que ver con el más acá. No hay manifestaciones con respecto a la sociedad, al programa de gobierno del gobierno actual, a la actitud de la oposición, a las acciones de los grupos de presión como los sindicatos de trabajadores y las asociaciones patronales, a la desigualdad de oportunidades, a la falta de solidaridad, a la falta de educación de gran parte de la población, etc. y más fuera de fronteras, la acción de los gobiernos dominantes, la nula acción de las Naciones Unidas, etc.
Sinceramente, no me conforma que la comunidad católica (ni la correspondiente a otras creencias) nos demuestre que sus seguidores sólo piensan en los castigos y los premios post-mortem y no tienen posición ni trabajan para mejorar la situación de la sociedad que todavía está viva.
Observo la acción de ese pueblo creyente y me sorprende lo limitado que es su discurso.
Por si le interesa al lector, pertenezco formalmente a la religión católica porque soy bautizado y confirmado, he tomado la comunión, me he casado por Iglesia, he sido pupilo de colegio católico y he sido monaguillo por varios años.
No me considero integrante real de la comunidad católica porque lamentablemente la razón no me ha permitido creer.