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Entrevista central, martes 12 de setiembre: Rosendo Fraga

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EC —¿Qué más? ¿Qué otros factores están en la agenda del debate con importancia desde el punto de vista de su impacto electoral?

RF —Si tomo los últimos 15 días, Maldonado ha estado a la cabeza del debate, por encima de la campaña electoral, que formalmente empieza el 17 de setiembre, pero ya está planteada. Por encima de la discusión sobre economía e incluso por encima de los juicio de corrupción que afectan al kirchnerismo, que es el otro. Estos tres temas que hoy día son los temas centrales en la agenda política en los últimos 15 días quedaron relegados por el caso Maldonado. No creo que Maldonado desaparezca como caso, como tema, pero quizás en las próximas semanas pierda la actualidad que ha tenido.

EC —Dice uno de nuestros oyentes, Guillermo: “Además hay otro asunto. En los últimos días se han producido inundaciones en Quilmes y La Plata, un tema que al gobierno anterior le salió muy caro por falta de obras, que ahora tampoco se hicieron. María Eugenia Vidal, la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, no estaría a la altura de las circunstancias”.

¿Efectivamente acá tenemos un elemento que les está pegando a María Eugenia Vidal y al macrismo?

RF —Todavía no, creo que la toma de conciencia sobre el tema inundaciones se ha estado dando en las últimas 24 horas. No creo que pase a ser un tema central, pero las inundaciones han pegado en la zona rural de la provincia de Buenos Aires, que es la zona donde Vidal tiene más votos, […]. ¿Esto puede revertir el resultado electoral? Puede afectar los votos en alguna provincia y en alguna parte, pero no me da la impresión, por ahora, hay que ver, de que sea algo que vaya a torcer la tendencia electoral.

EC —Veamos noticias de las últimas horas. Quizás el hecho político del día de ayer: Cristina Fernández de Kirchner convocó, mediante una carta abierta que publicó en su cuenta de Facebook, a un acuerdo opositor para frenar lo que denomina “gran ajuste” que Mauricio Macri estaría preparando para después de las elecciones. “Es una convocatoria para ganar esta elección”, insiste mucho en eso. El pedido, dicen los analistas, estaría dirigido a captar adherentes que apoyaron las candidaturas de Sergio Massa y Florencio Randazzo, que terminó siendo el otro candidato del justicialismo. ¿Cómo ve esta jugada?

RF —Esta elección, aunque es solo una elección legislativa, adquiere mucho volumen político. Las elecciones de medio mandato en Argentina siempre han tenido mucha influencia, en las últimas siete elecciones presidenciales la elección de medio mandato anticipó cómo le iría al gobierno. La provincia de Buenos Aires tiene el 40 % de los votos, entonces aunque es una elección legislativa, es una elección que tiende a polarizarse, que es lo que va a pasar –para mí– entre las PASO y la elección propiamente dicha, el 22 de octubre. Ese 34-34 probablemente termine sumando 5 o 6 puntos para cada una de las dos listas principales.

Entonces me parece que lo que está tratando de hacer Cristina Kirchner es exactamente eso, polarizar el voto, que es lo que también va a hacer Cambiemos con otros argumentos. Esto genera una polarización atenuada, porque como es una elección legislativa, en la provincia de Buenos Aires con el 3,5 se coloca un diputado y con 3 un senador. El que saca un voto más se queda con dos senadores y el que queda con un voto menos se queda con uno. Me parece que va en esa dirección, polarizar, muchas veces en la polarización electoral se vota al mal menor, no lo que uno prefiere. Creo que van en esa dirección. Pero con otros argumentos, Cambiemos está desarrollando la misma estrategia, trabajar sobre ese tercio de los votantes en la provincia de Buenos Aires que no votaron por ninguno de los dos primeros y llevarlos a la polarización.

EC —Y en términos prácticos, ¿en qué se puede traducir esta propuesta que hace Cristina Fernández de Kirchner? ¿Cómo se plasma ese acuerdo opositor?

RF —Básicamente ella no está planteando un acuerdo con las fuerzas políticas, está haciendo una convocatoria a los votantes. Y en realidad el programa es un solo punto: frenar el ajuste de Macri. No hay otra cuestión, ni tampoco es un acuerdo político con dirigentes, es una propuesta directa a los votantes.

EC —¿Qué está proponiendo? ¿Que esos votantes no voten a los candidatos de Massa o de Randazzo y que voten a los suyos?

RF —Y que la voten a ella, claro. Es un llamado al votante, no un acuerdo político con los dirigentes.

EC —¿Y eso cómo cae en esos líderes, en Massa y en Randazzo?

RF —A los líderes no les gusta, porque el gran desafío de la tercera y la cuarta fuerza es mantener sus votos frente a un escenario de polarización. Lógicamente no les gusta, pero no tienen mucha alternativa de renunciar a ser candidatos, porque eso ya es abandonar el escenario político. Va dirigido a los votantes. Que no les gusta a los dirigentes, seguro.

EC —En las elecciones legislativas de octubre se renueva la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado.

RF —Así es.

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