EC —Hablando de su partido, tienen desde hace semanas el lío Bascou, el caso del intendente de Soriano, Agustín Bascou. El jueves pasado su sector, Todos, pidió en el directorio que se le suspendieran los derechos partidarios, sobre todo a partir del fallo de la Junta de Transparencia y Ética Pública (Jutep), mucho más drástico que el de la Comisión de Ética del PN. El planteo no tuvo consenso, entonces lo que se resolvió en el directorio fue pedirle a la Comisión de Ética un segundo pronunciamiento para después sí eventualmente tomar una decisión. ¿Por qué fueron por el camino de pedir la suspensión de los derechos partidarios directamente?
LLP —Eso lo sostuvimos desde el principio. El dictamen de la Comisión de Ética del PN de alguna manera puso un límite al directorio, sobre todo con la sanción que sugirió. Allí tuvimos un freno natural, la voluntad que teníamos algunos no se podía expresar sin vulnerar una Comisión de Ética que yo respeto mucho, respeto a sus integrantes, por muchos de los cuales tengo un aprecio personal aparte de un respeto profesional. Entonces me parece que si están allí para dictaminar hay que respetar, nos guste o no. A mí no me gustó el fallo, lo dije en todos lados.
EC —Sí, pero ¿y ahora cómo manejan la situación teniendo en cuenta […] la Jutep?
LLP —Dependerá de lo que diga la Comisión de Ética. Es claro lo que pienso y lo que sostengo, y no he hablado mucho más del tema para no generar más heridas, pero he sido lo más sobrio posible en mis opiniones.
EC —Es raro esto de que se le pida a la Comisión de Ética una segunda opinión.
LLP —No fue el planteo inicial nuestro…
EC —Hay una desautorización a la Comisión de Ética, tanto si se le pide un segundo pronunciamiento como si se atiende lo que ustedes pedían, que era tomar ya una decisión en el directorio sobre Bascou.
LLP —Me parece un poco fuerte el concepto de desautorización, no creo que sea acertado, porque en realidad no hay ningún mecanismo, ningún protocolo que exija de nuevo esa acción. Es más, estamos generando en el andar, porque esta situación no es común, es una situación que no nos tiene muy bien a muchos nacionalistas.
EC —En la sesión del directorio se leyó una carta de Bascou en la que manifiesta que “no puede juzgarse a una persona dos veces por el mismo hecho”. Dice además que debe “respetarse a la Comisión de Ética, que es un organismo partidario, y un organismo extrapartidario no debería incidir sobre las decisiones partidarias”, aludiendo obviamente a la Jutep. ¿Cómo vio esos argumentos?
LLP —Es un argumento lógico, no necesariamente compartible, pero lógico. Yo no tengo absolutamente nada personal con Agustín Bascou. Es más, todos los datos que tengo de Soriano es que su intendencia es una buena intendencia. El tema es que cuando una persona se equivoca, y se equivoca en temas en que no se puede equivocar, uno tiene que emitir un juicio. No tengo nada personal, es más, las charlas que he tenido son buenas charlas, obviamente antes de este proceso.
EC —Ahora Bascou tiene una actitud muy dura con usted. Dijo que lo tiene sin cuidado cualquier opinión suya porque no se preocupó de llamarlo para interiorizarse de la situación.
LLP —No es tan así, y no quiero entrar en un conflicto con Agustín Bascou. Yo entiendo que él esté así, quizá yo en su lugar estaría de la misma manera para con mi persona, lo entiendo. Puedo no compartir, pero lo entiendo.
EC —El presidente del directorio, Luis Alberto Heber, aclaró que si se toma una medida como esa que está en consideración, suspensión de los derechos partidarios, no implica necesariamente que Bascou deba renunciar al cargo. Puede pasar, “el Partido Nacional no puede sustituir a la soberanía popular”, dijo.
LLP —Por supuesto.
EC —¿Entonces? Hay un brete, ¿no? El PN quedó con un lío, un problema, en el que quedó enredado.
LLP —Sí, es público y notorio.
EC —¿Y cómo vio la actitud de Larrañaga de pedirle que se apartara de AN?
LLP —No, no, si esto fuera un concurso de preguntas y respuestas yo diría “paso”. Por respeto a Jorge, a quien le tengo aprecio, afecto, y aparte lo pueden llamar ustedes para preguntarle, no me cabe a mí analizar su participación. Soy de contestar casi todo, pero esa no es una pregunta para mí.
EC —Da la impresión de que el episodio Bascou generó entre usted y Larrañaga un ruido importante que ahora usted no tiene intenciones de volver a avivar.
LLP —De mi parte no. La vida política tiene momentos de concordancia, por suerte, y tiene momentos de matices, de tensiones naturales. Hay en una pareja, hay en una familia, el tema es cómo las resolvamos. Yo aprendí en mi familia desde que era muy chico y era bastante conflictivo que hay que tratar de no generar problemas, pero una vez generados, hay que buscar mecanismos para sacarles presión y resolver los conflictos. Si realmente nos queremos, si realmente hay una cohesión afectiva, ideológica, de valores, de principios, de futuro en común, tenemos que separar la diferencia política de la diferencia personal, y eso se hace solo si anteriormente hay una buena relación personal, si no es ficticio. Con Jorge Larrañaga –lo he dicho acá y en todos lados– después de la interna compartimos muchas cosas, yo agradezco y valoro muchas actitudes que él tuvo para conmigo, básicamente cuando después del 26 de octubre de 2014 ganar el balotaje era muy difícil, era subir una montaña de rodillas por el pedregullo, y yo sentí que tenía una compañía. Esas cosas que uno vive que son muy fuertes generan una relación personal. Con lo cual, para mí, cuando tengamos diferencias, hay una relación personal anterior que nunca puede estar sometida a ruptura o distanciamiento. Yo soy firme, soy crítico, soy muy frontal, me gusta decir las cosas muy frontalmente, pero al mismo tiempo me parece que tenemos que cuidar las relaciones personales.
***
***
Transcripción: María Lila Ltaif
