EC —Si vamos al sistema de urna electrónica, ¿en qué tiempo tenemos que pensar, teniendo en cuenta los costos que hay de por medio y estos procesos que hay que llevar adelante?
JA —El cálculo que uno podría hacer en términos de costos para el proceso es alrededor de los US$ 10 millones más o menos, es un costo aproximativo en base a que US$ 3.5 son las urnas.
EC —Primera pregunta: la CE como cuerpo, ¿está dispuesta a ir por ese camino? Porque este es un asunto controvertido, no es tan obvio.
JA —Hay posiciones distintas. Mi punto de vista es que hay que ir progresivamente hacia el voto electrónico. ¿Cuáles son los argumentos en contra?
EC —Las garantías.
JA —Sí. Hay experiencias de países que han vuelto para atrás, por ejemplo Alemania, Finlandia, Holanda, Irlanda y Reino Unido, todos por razones diferentes. Alemania volvió al papel porque el Tribunal Constitucional dictaminó que el elector tiene derecho a votar y a controlar el voto y que ese control no puede ser exclusivo de los técnicos informáticos.
EC —Ese es un punto crítico: en un sistema electrónico…
JA —Uno pierde el control, si no sabe…
EC —Se pierde el control físico del voto por voto.
JA —El que se hace hoy en el segundo escrutinio.
Holanda volvió para atrás porque en un momento dado se dieron cuenta de que habían perdido el control del sistema porque habían contratado a una empresa privada que mantenía el control del código fuente, o sea que el Estado holandés no era dueño del sistema.
Por razones diversas países importantes, todos de alto nivel de desarrollo…
EC —Lo acabamos de ver en el referéndum de Reino Unido.
JA —Si. Yo creo que ese argumento de que se pierden las garantías… yo no entiendo nada de electrónica ni de informática, pero los que entienden me han dicho que hay mecanismos para generar controles de los partidos políticos. Porque en definitiva el control ciudadano se hace a través de los partidos políticos, no va un ciudadano a controlar la urna sino un delegado partidario. Lo que importa es que esos delegados puedan tener acceso a un mecanismo de control sin ser ingenieros en informática. Parecería que eso es posible.
En todo caso, en el corto plazo, de acá a 2019, no vamos a llegar al voto electrónico integral, pero sí aspiro a que la CE llegue a ese entonces con un sistema de administración electrónica de la jornada –actas en una tablet, por ejemplo– y una comunicación online que funcione.
EC —¿Y eso qué cambio permitirá en el procesamiento de la información de la jornada electoral?
JA —Creo que hay varias ventajas. Una es la seguridad: la trasmisión online es mucho más segura que la física, a un papel le puede pasar cualquier cosa, lo llevan en un auto y tienen un accidente… Otra es que es más rápida, llega directo de la mesa de votación a la que está totalizando [los votos]; hoy se totaliza en base a papeles que van llegando, si se hace en base a una transmisión online es mucho más sencilla y rápida. Ganamos muchísimo en tiempo en el escrutinio primario.
Hay quien dice que no importa ganar tiempo en el escrutinio primario, hay opiniones en la CE de que eso no es necesario. Necesario no es, el resultado de la elección se va a saber o a las doce de la noche o al mediodía del día siguiente. El problema es ver si realmente la celeridad en la transmisión no tiene también una importancia política.
