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Entrevista central, martes 3 de mayo: Camelia Huino, Carlos Varela

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EC —La semana pasada la Junta Departamental de Montevideo aprobó un decreto que tiene que ver con esta situación, pero no alcanza. El decreto es corto, dice: “Artículo 1: Facultar a la Intendencia de Montevideo a no expedir autorizaciones por el término de un año, a partir de la fecha de promulgación del presente decreto, para el funcionamiento de locales de bailes, esparcimiento nocturno y locales gastronómicos con música en vivo, o que emitan música por encima de 60 decibeles A, cualquiera sea su denominación, en las áreas delimitadas por los perímetros que se señalan a continuación”. Y ahí vienen tres zonas, por un lado esta que podríamos llamar Parque Rodó, Cordón Sur; por otro 26 de Marzo y Luis Alberto de Herrera, cerca del Montevideo Shopping…

CV —Eso pertenece al Municipio CH.

EC —… y por último una zona de la Ciudad Vieja, en la calle Florida.

CV —Particularmente lo que llamaríamos el entorno del Sodre, allí tenemos algunas problemáticas con algunos locales nocturnos. Esto fue incorporado por la Junta Departamental, en la primera propuesta no incorporamos esa zona porque el Centro lo poníamos en Cordón Sur-Parque Rodó, pero bienvenida sea si es para mejorar esta problemática.

EC —La Junta Departamental aprueba este decreto que abarca, entre otras, la zona que estamos comentando ahora, esta de Parque Rodó y Cordón Sur.

El artículo 2 dice: “En las áreas delimitadas por el artículo 1, podrá autorizarse la instalación de locales de esparcimiento nocturno o gastronómicos en tanto su funcionamiento no suponga la emisión de música en vivo o del límite fijado en el artículo anterior (60 decibeles). En todos los casos su funcionamiento deberá cesar a la 1 hora los días lunes a jueves y a las 3 horas los días viernes, sábado y domingo”.

Se restringe, si entiendo bien, la habilitación de nuevos establecimientos en estas zonas; ¿qué pasa con los que ya están autorizados?

CV —Comparto la premisa de Camelia, esto no alcanza. Esto es un paso, es una señal clara de que se está trabajando. Incluso el reclamo que nos hacían los vecinos: ¿por qué siguen habilitando? Se sigue habilitando porque cuando el comerciante cumple con las normas no tenemos forma de decirle que no, porque si no la administración se gana un juicio por daños y perjuicios, lucro cesante y demás, entonces hay que habilitarlo. Esta medida cautelar habilita a que no acreciente el problema, una mitigación para que no aumente el problema mientras seguimos trabajando en la construcción del mapa sonoro, en los horarios, en un cambio de reglamentación.

EC —Además no se prohíbe la instalación de estos locales, se los permite siempre que cumplan con una serie de condiciones.

CV —Se prohíbe el generador más conflictivo de ruido que es el que tiene música en vivo, que acumula más gente. Si vos mañana instalás una parrillada, un restaurante, una pizzería, perfectamente lo podés hacer. Lo que no podés hacer, como decía Camelia, es pedir permiso para una cosa y después mutar en otra cosa. En este caso esa mutación no puede ser, va a implicar la clausura; tampoco puede ser la extensión horaria, van a estar condicionados en el horario. Son limitaciones importantes para que no pase esto de que a las 4 de la mañana tenés abierto, a las 5 tenés abierto… Incluso a veces comienzan el funcionamiento a esa hora.

EC —¿Las limitaciones de horario que están establecidas en el artículo 2 rigen para los comercios que hoy ya están instalados?

CV —No, esa limitación es para los nuevos. Estamos trabajando con los que ya están instalados, el viernes pasado hubo una reunión.

CH —O sea que no es nada.

EC —La redacción parecía indicar que las limitaciones horarias eran para los nuevos que se autoricen y podía interpretarse que valían también para los actuales. Pero no.

CV —Por lo que decíamos hoy: decretar un horario de funcionamiento sin los consensos necesarios no soluciona el problema. Porque la gurisada va a seguir en la calle a las 4, a las 5 de la mañana, y el problema va a seguir estando, incluso capaz que agravado, porque ese 80 % que está contenido dentro de los comercios va a acrecentar el 20 % que ya está en la calle. Entonces esto hay que seguirlo trabajando, en tanto el horizonte sigue siendo el mismo: mejorar la convivencia en el barrio.

CH —Ahora me entero de que es así. Entonces es contradictorio, porque si no van habilitar más boliches, ¿para qué querés reglamentar el horario de un boliche que no existe?

EC —Van a habilitar, siempre que cumplan con determinadas condiciones.

CH —Eso no existe, chau, ya está. Si había algo que nos servía, entre otras cosas, era un límite de horario, pero si no es para los que están instalados no sirve para nada. Va a seguir todo como está. Acá no hay una voluntad política firme de la Intendencia de terminar con esto. Porque eso no alcanza para nada, dentro de un año me ponés más boliche, no vas a controlar el horario nada, porque no vas a cerrar a la 1 ni a las 3, porque nadie va a controlar que se cierre, y si no es para los que ya están instalados, para los 25 que están instalados… Va a seguir todo igual, no va a cambiar.

Para cambiar la cultura, la mente cultural de la gente, tenés que tener normativas claras, y para hacer normativas claras tiene que haber sanciones que sean severas. No podés multar a un comercio de estos con 9 UR, 18 UR; no existe, cualquiera lo puede pagar. Y más ellos, son gente de mucha plata. Entonces, ¿qué les vas a controlar? Si ya no les vas a controlar el horario, ¿qué les vas a controlar? Nada, no hay nada para controlar. Los vecinos quedamos a la deriva de vuelta. No hay nada, no nos ofrecen absolutamente nada.

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