EnPerspectiva.uy

Entrevista central, miércoles 1 de junio: Pablo Bartol

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

RC —Ahora voy a hablar con alguno de los chicos. Cuando llegué pregunté quién se iba a animar a hablar y fueron varios los que levantaron la mano. Voy a hablar con uno de aquellos a los que intenté ayudar y le erré.

¿Cómo te llamás?

FACUNDO (F) —Facundo.

RC —¿Dónde vivís?

F —En Piedras Blancas, en Artilleros Orientales entre Mendoza y […].

RC —¿En qué llegás hasta acá?

F —Caminando, me queda cerca.

RC —Son unas cuantas cuadras.

F —Sí, dos o tres.

RC —¿Y qué es lo que más te gusta de este curso?

F —Me gusta porque trabajamos en equipo, no es como en la escuela, que era todo individual. Acá te podés ayudar, si no sabés algo te ayudás con el compañero. Aparte trabajamos con computadora. Allá en la escuela teníamos que usar las XO, y si uno la tenía rota no podíamos hacer nada, teníamos que trabajar con una computadora para ocho niños. Acá no, una cada tres.

RC —Y no solo de inglés se trata la cosa. Además tienen unos recreos en los cuales usan las computadoras por ejemplo para jugar un poco.

F —También, sí. Durante los dos recreos. También está bueno, sí.

RC —Como verán, esta clase tiene mucho más de divertido –ellos mismos lo admiten– que lo que puede ser la clase de un primer año de liceo.

¿Alguien más quiere contarme algo?

¿Cómo te llamás y qué es lo que más te gusta acá en Los Pinos?

RODRIGO (R) —Rodrigo. Robótica.

RC —Como verán, todo esto viene de alta tecnología. Creo que era bastante lógico que las respuestas fueran de esa índole, porque hoy a los chicos de 12 y 13 años de todos los barrios posiblemente lo que más les interesa es la informática, la robótica. Volvieron a hacer ruido, volvieron a su actividad normal, y yo voy a tratar de no interferir más en esto que en definitiva es una clase y ellos están aprendiendo.

EC —Pablo, dos palabras más a propósito del liceo técnico, que es una iniciativa bien nueva.

PB —Es una iniciativa que responde a las necesidades del barrio. La UTU de Piedras Blancas, adonde podían ir los chicos de esta zona, está totalmente desbordada, los padres hacen hasta tres días de cola para anotar a sus hijos. Y tuvimos una presión muy grande para que, si bien nos habíamos dedicado hasta ahora y durante 18 años a la educación no formal, a un complemento de la educación pública, este año nos estrenáramos en la educación formal con este liceo técnico. Es una experiencia muy piloto, muy pequeña, es un grupo de 24 niños y nada más, que ojalá vaya creciendo y se desarrolle como los demás programas.

EC —Hablaste al pasar de la distinción entre educación formal y no formal. Hasta ahora Los Pinos se había volcado a la no formal. ¿Por qué se fue por ese camino inicialmente?

PB —Por una vocación de apoyo a la educación pública. Todos los que estamos en esto en Los Pinos de entrada quisimos dar una mano muy grande a la educación pública y nos entendimos como una institución que iba a complementar para apoyar a esos chicos que estuvieran yendo a ese tipo de educación.

EC —Repasemos con un poco más de detalle cuáles son los servicios en primer lugar para niños, después para los adolescentes y después incluso para los más grandes. Empecemos por el Club de Niños. ¿Qué es exactamente?

PB —Es un complemento de la educación pública, es un programa desarrollado por el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) que se ejecuta en muchos barrios de Montevideo con organizaciones sociales instaladas en esos barrios. Intenta complementar lo que da la educación pública; hay que ver que la educación pública hace un esfuerzo grande, pero con el medio horario al final termina siendo un apoyo a veces escaso, entonces si se puede profundizar eso, mejor, y si es con un tipo de educación distinta, que trata de desarrollar otras habilidades que la escuela no aborda, mejor. Por ahí vamos.

EC —¿En qué consiste el club? ¿Qué pasa en el club? ¿Qué horario tiene?

PB —Los niños salen de la escuela a las 12 hs y se vienen para aquí. Los que no tuvieron almuerzo en la escuela, que por ahora son la mayoría, almuerzan aquí, tienen un recreo hasta las 13 hs y después empieza la actividad, que está programada por semana, se sabe qué van a hacer en cada momento. Va rotando entre hacer los deberes, a lo que dedican una hora por día, hacer deportes una hora por día y el resto se divide en distintos talleres, según del día te puede tocar informática, teatro, algo de plástica, vamos variando.

EC —Ese es el Club de Niños, que va de los 6 a los 12 años y que hoy abarca a unos 150 niños. Pasemos ahora al Centro Juvenil. Aquí el rango de edades es…

PB —Es de 12 a 16 años, son adolescentes que van a liceos o UTU de acá de la vuelta. Ahí ya se van un poco más lejos, porque en el barrio solo hay dos liceos y muy pequeños, con lo cual la mayoría van al liceo 13, al 59 o al 18, según para el lado que viven, a los que viven más hacia el eje de Mendoza les toca ir al liceo 13 o al 57, en la zona de Gral. Flores, y los que viven más hacia el eje de avenida de las Instrucciones se van al 59 o al 18. Hay algunos otros, pero ese es el grueso de lo que tenemos.

Es un intento de apoyarlos a que les vaya bien en el liceo, que ya se sabe que es la parte de la educación con más desafíos, donde la educación pública tiene más dificultades de desarrollar a los adolescentes. Entonces sobre todo darles mucho entusiasmo, darles el apoyo para que les vaya bien. Porque a veces este tipo de programas trata de apoyar a partir de actividades extracurriculares, complementarias, pero si al chico no le va bien en lo académico de a poquito se va a bajonear.

EC —¿En qué consiste el apoyo en lo académico?

PB —En docentes que los ayudan a hacer los deberes, a preparar los trabajos, las carpetas que les hayan encargado en el liceo, a profundizar, a buscar información en internet, a llevar algo mejor estudiado. Eso también es fundamental. Cuando se hace mucho hincapié en lo lúdico, en lo complementario y en actividades extracurriculares hay que tomar en cuenta que si no les va bien en lo académico también empieza a declinar el entusiasmo por las actividades en general, se dan cuenta de que el eje de su vida es cómo les va en el liceo, y si no les va bien ahí es difícil que después tengan entusiasmo para otras cosas.

Comentarios