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Entrevista central, miércoles 23 de noviembre: Pedro Bordaberry

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EC —¿Que para el próximo Campeonato Uruguayo ya exista el marco legal nuevo?

PB —No sé si marco legal, pero por lo menos la información, saber dónde estamos parados. Yo entiendo la acción, soy un hombre de acción, pero había un experto que decía que un plan sin acción es la nada y que una acción sin un plan también es la nada. Entonces lo que tiene que hacer es tener un plan para accionar, y para tener un plan primero tiene que recopilar la información. Eso es básico, sin eso no se puede hacer nada. No entiendo otra forma de trabajar; lo otro es tocar la guitarra. Si usted no toma conciencia de lo que está pasando, después no puede aplicar ninguna solución. Si no van a seguir cayendo del cielo soluciones que después no son aplicables.

EC —Marca un oyente: “El fiscal de Corte está en contra de crear juzgados especializados, y la misma posición tiene la Suprema Corte”.

PB —Está bien, son posiciones. Por suerte yo respeto mucho el accionar del Poder Judicial y obviamente el de la Fiscalía; ellos aplican leyes. Como ellos respetan que el Poder Legislativo es quien crea las leyes. Es así de sencillo, lo dice la Constitución. El Poder Legislativo escucha las opiniones de todos, pero, así como el Poder Judicial y la Fiscalía no hacen lo que les dice el Poder Legislativo, el Poder Legislativo no tiene por qué hacer lo que le dice el Poder Judicial.

EC —Otro comentario que llega de la audiencia a raíz del ejemplo inglés: “Los hooligans no entran en los estadios, es cierto, ¿pero ustedes saben qué ocurre en las afueras de los estadios, en Francia, en Inglaterra, etcétera? Hay enfrenamientos brutales”. Lo vimos ahora en Francia, en la Eurocopa.

PB —Sí, y lo vimos cuando jugó el Legia de Varsovia con el Real Madrid hace unas semanas.

EC —El problema de la violencia no es que esté solucionado en el fútbol europeo, está solucionado en una parte.

PB —Lo que nosotros estamos proponiendo no es solamente adentro de los estadios, acá hay un problema alrededor de los estadios. ¿O vamos a mirar para otro lado con eso también? El problema es mucho más profundo. Hay personas –por eso hablo del proceso de feudalización del que hablaba Guarteche– que se adueñan de espacios ante el renunciamiento del Estado. Me han dicho que pasa en Argentina, para acercarse al estadio le cobran un peaje, “tenés que pagar”, “¿cómo pagar?”, “sí, para pasar por acá tenés que pagar”. Y la Policía no está. Ese es el modelo que estamos importando. Empezaron diciendo “yo me quedo con la venta de los banderines”, después “si querés vender chorizos tenés que poner”, después “si querés ir al baño yo te cobro”, y así siguen, y al final para acercarse cobran la entrada. Y después venden la droga, hacen las cosas, y al que no se adapta lo matan.

EC —¿De qué deportes se trataría? Del fútbol, el básquetbol…

PB —Todo el deporte.

EC —¿Hay otros deportes en los que también exista esta preocupación?

PB —No, ¿pero vamos a esperar que el problema surja? Creo que no hay que hacerlo. Me parece sobre todo que hay que hablar mucho de la formación. Así como está la mafia que actúa alrededor del estadio y en las tribunas, después está lo otro, la formación en los valores del deporte, y de eso se habla poco. En el documento que presenté cito la definición del deportista de la revista Punch de 1850. Me parece que todos tenemos que volver a leer esa definición.

EC —Yo no la recordaba. Dice: “El deportista es aquel que no solamente ha vigorizado sus músculos y desarrollado su resistencia por el ejercicio de algún deporte, sino que en la práctica de ese ejercicio ha aprendido a reprimir su cólera, a ser tolerante con sus compañeros, a no aprovecharse de una vil ventaja, a sentir profundamente como una deshonra la mera sospecha de una trampa, y a llevar con altura un semblante alegre bajo el desencanto de un revés”. Es un poema.

PB —Es de 1850, en la revista inglesa Punch. Y acá pasa esto: “hoy tenemos que ganar y los vamos a reventar”. No, muchachos, se pueden dar tres resultados: ganar, empatar y perder, y el lunes en la oficina el que gana le hace alguna broma al que perdió y el que perdió aguanta y espera la próxima revancha deportiva, y no por eso se acaba el mundo. Pero ahora hay que ganar, estamos perdidos. Y nos olvidamos de esa parte formativa, que es tan importante como los otros planes.

Video de la entrevista

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Transcripción: María Lila Ltaif

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