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Entrevista central, viernes 19 de agosto: Gino Tubaro

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EC —Eso tiene dos dimensiones, por un lado la de chicos necesitados de una prótesis, ustedes pueden trabajar en Argentina para chicos de Afganistán, pero la otra dimensión es coordinar con similares de ustedes, con otros que se dediquen a lo mismo. ¿Efectivamente han ido desarrollando ese vínculo también?

GT —Sí, es más, tenemos un grupo, que en sí es una comunidad que está empezando a desarrollarse de a poquito y entre todos colaboramos con nuestros diseños. Con el mismo diseño que yo tengo hay otras “empresas” no de ortopedia, sino de gente de impresión 3D. En el ambiente de la ortopedia no es bien visto un proyecto de este estilo, más que nada porque si son 150 prótesis que ya entregamos por US$ 1.500… hay alguien a quien le falta mucha plata.

EC —Supongo que en la industria tradicional vinculada a este tipo de apoyos tú tenés resistencia.

GT —Sí, digámosle resistencia…

EC —¿Has tenido inconvenientes?

GT —Más o menos, un montón de veces llegan cartas, amenazas por Facebook, gracias al anonimato de internet y todo eso. Un montón de veces nos llegan piedritas rompiendo los vidrios, con amenazas y esas cosas.

EC —¿Eso ocurre?

GT —Sí, sí. Por ahí es lo mismo que le pasaba a Gutenberg cuando empezó a hacer la imprenta, por ejemplo, es el mismo caso. Pero de a poquito vamos ayudando a la gente para que entienda que la tecnología no es algo a lo que hay que tenerle miedo, sino algo que la va a ayudar. Y hoy tenemos más de 150 chicos y adultos que están con una mano y son felices.

EC —Te preguntaba si tú estás formando parte o armando de algún modo una red que va más allá de Argentina.

GT —Sí, absolutamente.

EC —¿Tenés colegas, tenés “socios” acá en Uruguay, por ejemplo?

GT —Desde el miércoles que estoy me están llegando un montón de mensajes de gente que quiere ayudar. El otro día un policía me dijo “te hago el ciento no sé cuánto…”.

EC —El servicio de custodia, el 222.

GT —Exactamente. El muchacho necesitaba una prótesis y quería ayudar y quería supermeterse en el proyecto. Sí, desde que llegué acá un montón de personas me han recibido muy bien y un montón de personas se han ofrecido a ser voluntarios para el próximo Manotón. Es muy linda la comunidad acá.

***

EC —Tengo una cantidad de mensajes de los oyentes. Hay alguien que te define a ti mismo como superhéroe.

GT —¡Pah! Gracias.

EC —Mencionaste al pasar el “Manotón”. El mes pasado organizaste en Buenos Aires el primer Manotón, ¿qué es eso?

GT —El Manotón es un evento, nos llena de orgullo haberlo hecho y lo vamos a seguir repitiendo. Es un evento en el que entregamos prótesis con un grupo de voluntarios. Al que hicimos el 2 de julio en las oficinas de Microsoft en Buenos Aires invitamos a 250 voluntarios. Fue un sábado, llovía, esperás que te llegue la mitad; pero no, vinieron los 250 voluntarios. Y lo más interesante es que juntaron 20 casos, 20 chicos que necesitaban una prótesis, y esos 250 voluntarios se fueron dividiendo en grupos y armaron cada una de esas prótesis. Se dividían en mesitas, en cada mesa había un caso, había un par de herramientas y estaba la prótesis de la persona, y en una hora le ensamblaban la prótesis, se la calibraban, la probaban y se la entregaban al chico.

EC —Absolutamente asombroso.

GT —¡Estaba buenísimo! Lo más genial eran las historias detrás de cada uno de los chicos. Había casos que vos decías guau, vienen de tan lejos y no pueden conseguir una prótesis. Por ejemplo, en un momento que tenía libre, que cruzaba de habitación a otra, sale un padre llorando, con los ojos hiperlagrimados y me dice: “Lo que hiciste para mí es increíble, porque mi hija ahora puede hacer cosas, puede sostener”. Y la veías a la chica y tenía una cara de felicidad en el evento… Son cosas irrepetibles. Yo no tengo hijos, pero ahí pude sentir lo que siente un padre al ver a su hijo de vuelta haciendo esas cosas. Y te lo digo –como dicen ustedes– como un botija de 20 años, me siento eso, y lo bueno es que lo hacemos por estas sensaciones.

EC —¿Va a haber más Manotones?

GT —Sí, señor, estamos organizando uno para noviembre, más o menos, acá en Uruguay, en Montevideo.

EC —Acá mismo, buen dato. Atención.

GT —Estamos buscando casos acá en Uruguay. Si bien tenemos 3.000 casos de los cuales mil y pico son argentinos y el resto del resto del mundo, necesitamos conseguir casos acá en Uruguay de gente que tenga un muñón a partir de la muñeca o a partir del codo, porque no solamente tenemos manos, también tenemos brazos que podemos entregar. Los que necesiten nos pueden enviar un mail a [email protected].

EC —¿También la distribución va a ser gratuita en ese caso?

GT —Sí, señor, 100 % gratuita.

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