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Entrevista, martes 24 de abril: Daniel Sturla

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EC —Después de escuchar en un informativo de televisión parte del contenido de este informe y también comentarios que usted hizo en una conferencia de prensa, se produjo una reacción de malestar en el Poder Ejecutivo. El prosecretario de la Presidencia, Juan Andrés Roballo, le envió a usted por WhatsApp un mensaje a título personal. En principio era una comunicación privada. Ustedes se conocen; ¿tienen buen diálogo?

DS —Tenemos buen diálogo, sí, nos conocemos desde hace años, no recuerdo desde hace cuándo, puede ser que nos hayamos conocido cuando el sínodo de la Iglesia en Montevideo, que fue por el 2005, me parece.

EC —Roballo y su familia son cristianos. Es más, creo que el mensaje no lo firmaba él solo, sino él y su familia.

DS —Sí, sí.

EC —¿Cómo tomó ese mensaje? ¿Cómo fue ese episodio?

DS —Mientras fue algo personal lo tomé bien. El mensaje comenzaba diciendo que se refería a mis declaraciones pero que no había leído el documento. Yo lo vi de mañana temprano, 7.30 de la mañana, porque el mensaje creo que era de la noche tarde.

EC —El mensaje le llegó en la noche de la conferencia de prensa.

DS —Exacto. Y lo que le manifesté al doctor Roballo fue: “Me parece que tenés que leer el documento, el documento toma cosas positivas de este último tiempo, no te guíes por los titulares de prensa”, una cosa así. Y él me respondió, yo le volví a responder, quedó en lo personal. Yo después fui a la radio, estuve en el programa de Almada y Lessa, y ahí expliqué más calmamente que en la conferencia de prensa, que siempre es más complicado. Pero después escuché lo de la conferencia de prensa y ahí también había mencionado los elementos positivos de este tiempo, al mismo tiempo que la realidad que nos preocupa como obispo, que es esta de la fragmentación y de cómo gente va quedando al margen y hay una cierta separación en la sociedad.

EC —El texto se conoció, el mensaje se divulgó. Roballo dice, por ejemplo: “Se denuncia fractura social, división del campo y la ciudad, infantilización de la pobreza, etc., etc. Relato muy parecido al de los autoconvocados, a una semana del informe del INE que da cuenta, una vez más, de la baja de la pobreza; se llegó a una baja histórica de la mortalidad infantil y se implementó un sistema de cuidados para los más desprotegidos, entre tantas cosas. La academia y los analistas internacionales hablan de la década de la inversión social luego de décadas de rompimiento del tejido social. Nadie del gobierno pretende que se lo felicite, nadie; pero en el análisis de la realidad y el mensaje de nuestros pastores en el informativo central de los medios de comunicación es incomprensible”.

DS —Yo no tengo mucho interés y no he querido discrepar públicamente con Roballo, porque fue un mensaje privado. Entiendo que Roballo escribió ese mensaje sin haber leído el documento, y creo que fue un error que se haya publicado el wasap, porque creo que el documento es ponderado, es un documento pensado, trabajado, que toma en cuenta distintos aspectos de la realidad del país y recoge incluso los datos del INE a los que Roballo hace mención. En ningún momento se habla de la infantilización de la pobreza; sí del problema. Lo mencioné en la conferencia de prensa; anoche la escuché para ver cuándo lo había dicho porque no lo tenía tan presente, y justamente, hablando de que había un progreso en ese sentido, y ante una pregunta, dije: “Es aquello que Juan Pablo Terra, hace muchos años, llamó infantilización de la pobreza”. Aunque ha habido un progreso en el Uruguay, eso sigue estando presente, y en los mismos datos del INE, hablando de cómo se ha progresado en ese sentido, también sigue siendo un problema. Uno lo constata visitando los barrios de nuestra ciudad.

EC —Roballo dice algo más, advierte que el título del documento puede asociarse con el eslogan “tendiendo puentes”, utilizado por el senador Luis Lacalle Pou justo en esos días, en la presentación pública del exdiputado Gonzalo Mujica, del FA, que se incorporó al Partido Nacional y al grupo del propio Lacalle Pou. ¿Sobre este punto llegaron a intercambiar?, ¿usted y Roballo llegaron a hablar de este tema?

DS —No. Reitero, creo que fue un mensaje equivocado, no quiero entrar en esa polémica, los obispos estamos muy lejos de querer conectarnos con ningún grupo político, y además esa expresión “tender puentes”, “construir puentes” es una expresión común del lenguaje. Nosotros la usamos para el Diálogo Social, una de las propuestas de la Arquidiócesis de Montevideo al Diálogo Social que convocó el presidente de la República se llamaba precisamente “construyendo puentes” o “tendiendo puentes”.

EC —¿En qué año fue eso?

DS —En 2016.

EC —Esa es su respuesta, no tiene nada de original ni nada vinculado con ningún sector, es una expresión hecha que ustedes tomaron, punto.

DS —La palabra pontífice, que se usa en la Iglesia pero que es también de origen romano, porque viene del latín, significa ‘hacer puentes”. Es una expresión tan común que me parece que no merece una respuesta. Y creo que fue un error.

EC —De algún modo, a partir de la difusión de ese mensaje de Roballo se instaló un debate a propósito de la Iglesia católica y su posicionamiento, los mensajes que debe o no debe dar en un país como el Uruguay, con una tradición laica tan fuerte. ¿Qué dice sobre esa parte de la discusión?

DS —Uno entra en la página de la CEU, hay un link a documentos y uno de documentos del año 68, de hace 50 años. En forma permanente los obispos de Uruguay hemos emitido documentos sobre la realidad del país. Hubo algunos documentos famosos, incluso años antes de esto, en el año 61, de monseñor Carlos Partelli, obispo de Tacuarembó, que incluso de antes del Concilio emitió un documento sobre la situación del agro que después se incorporó a las sesiones de la Cámara de Diputados o Senadores, se discutió, se habló, se lo alabó porque planteaba la realidad de la gente que vivía en el campo, sobre todo de los más pobres de la realidad rural. Escuché, pero tampoco lo puedo afirmar rotundamente, que a partir de ahí es que surge Mevir y toda la preocupación del doctor Alberto Gallinal por la situación de la vivienda insalubre rural; esto habría que comprobarlo. Es decir que hace muchos años que los obispos hablamos de la problemática social del Uruguay.

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