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Entrevista, miércoles 4 de julio: Jorge Chediak

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EC —Entonces la opinión se da a través de los medios de comunicación. Tampoco es lógico.

JC —Nosotros hemos tratado de no opinar sobre la calidad de la investigación que lleva a cabo la Policía, que es la misma Policía que llevó a cabo la investigación durante décadas, eso no ha cambiado, como también hemos tratado de no inmiscuirnos en cómo realiza su trabajo la Fiscalía de Corte y cada uno de los fiscales en particular, porque somos muy respetuosos de la autonomía de cada uno. Sí hemos señalado que en la comisión redactora del Código nunca previmos que el margen de autonomía que necesariamente la policía debe tener –sobre todo en las primeras 24 horas posteriores a la noticia de que se ha cometido un crimen, ese margen de autonomía que hasta el 31 de octubre le permite sin orden directa del juez y a partir del 1.º de noviembre sin orden o indicación directa de un fiscal demorar testigos y hacer interrogatorios básicos para las líneas de investigación, detener a los presuntos autores flagrantes de los delitos, preservar la escena del crimen, recoger todas las pruebas que sea necesario a los efectos de que luego haya un procesamiento o una formalización exitosa– se iba a desdibujar y que fuera a terminar siendo necesaria una ley.

Pero como se llegó a una situación en que ese margen de autonomía no estaba claro, por lo menos para los operadores, apoyamos desde el inicio los lineamientos generales de esta nueva modificación del nuevo Código. Desde que nos convocó la Comisión de Constitución de la Cámara de Senadores a instancias del senador Mieres a los tres, al MI, a la Corte y a la Fiscalía, en ese orden, y se nos dieron los lineamientos generales de esta nueva modificación del nuevo Código, allí mismo apoyamos a título personal los lineamientos generales porque entendemos que debe quedar muy claro a los efectos de que esa situación no conspire contra la eficacia del sistema.

EC —Usted entró por uno de los puntos que han estado en discusión, por el lado de la actuación policial, el margen de actuación policial, sobre todo en las primeras instancias posteriores a la comisión del delito. Vayamos más en general al proyecto de ley, el que remitió el Poder Ejecutivo al Parlamento que introduce ajustes al nuevo CPP que está vigente desde noviembre. Más en general, ¿usted está de acuerdo en que ya se implementen ajustes, en que ya se hagan correcciones?

JC —Sí, sí.

EC —¿No es muy poco tiempo para evaluar?

JC —Sin ninguna duda, según la experiencia que se nos ha trasmitido de otros países que ya han acometido la reforma. El estar en el lugar 20 o 21 de quienes han acometido esta reforma nos permite aprender de los errores y de las buenas prácticas de los demás. Hace algunas semanas, un colega de la Suprema Corte de Justicia de Paraguay, cuando le informé que ya estábamos diseñando una reforma de la reforma, me dijo: “Háganlo sin ningún cargo de conciencia. En Paraguay estuvimos seis años haciéndole reformas a la reforma, porque los escenarios de contingencia teóricos son una cosa, la aplicación concreta es otra y no hay forma de prever todo. Por lo cual hay que estar munidos de un pragmatismo muy grande y hacer en forma virtualmente inmediata la potenciación de los mecanismos que estén resultando exitosos y el cambio de los mecanismos que presenten falencias”. Así que, a diferencia de lo que ocurre con los códigos normales, en los que sí se esperan años para que los especialistas diseñen reformas puntuales, en los códigos procesales penales que afectan derechos humanos todos los días los tiempos tienen que ser prácticamente en tiempo real, como se hizo aquí.

EC —Ayer en el debate que se dio en el Senado hubo sectores del Frente Amplio que manifestaron reparos a varios de los cambios, por ejemplo Casa Grande, el Partido Comunista, el Partido Socialista. La senadora socialista Daisy Tournée decía esto:

(Audio Daisy Tournée.)

Nos hubiera gustado, en lo posible, que la evaluación se hiciera con tiempo, escuchando a todos los actores. Y desde lo de la seguridad atender problemas que también se nos han señalado y que para mí cobran bastante mayor relevancia que las normas penales.

(Fin audio.)

EC —¿Qué responde?

JC —Seguramente en lo teórico esté de acuerdo, sería extraordinario poder contar con tiempo para hace las evaluaciones, como contábamos. Nosotros –lo hemos puesto también como ejemplo– modificamos el Código General del Proceso en 1989, que abarca a todas las materias salvo la penal, casi nadie se enteró de la existencia del Código, y 20 años después se modificaron cerca de 200 artículos luego de que especialistas en el proceso analizaron durante años las falencias. Nadie se enteró de las falencias de ese código y nadie tampoco se terminó enterando de que se modificó ni de cuáles fueron las mejoras que se le introdujeron. Porque no tenían la visibilidad, no estaban atadas a un tema de tanta sensibilidad, de tanta preocupación y de tanta afectación de derechos como es la dinámica procesal penal. Así que esos tiempos que a todos nos gustaría tener y que hemos tenido en otros ámbitos en este es muy difícil, hay que tener pragmatismo.

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