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Excesos en festejo de estudiantes de Medicina: Denuncias encajonadas, prácticas repetidas y pedido de “máximo rigor”

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Informe de Ángela Reyes para EnPerspectiva.net ///

“Me enoja porque esto pasa siempre y como no saltaba, no se ocupaban. Lo peor es que estuvieran borrachos y no atendieran pacientes”. “Equivocarse se equivoca cualquiera, solo que esto fue demasiado”. “Las fiestas esas se hacen desde siempre (…) Cuando una cosa que debería pasar desapercibida, porque no está bien hacerla, se hace con mucha imprudencia, termina mal y terminan los no tan imprudentes pagando por el más imprudente”. “Hay mucho para arreglar pero también cosas bien hechas, no se puede generalizar”.

Estas son algunas de las reflexiones que estudiantes de Medicina y recientes graduados consultados por EnPerspectiva.net hicieron sobre el escándalo sucedido en el Departamento de Emergencia del Hospital de Clínicas hace casi un mes. Los hechos son bastante conocidos: la madrugada del 29 de abril, un grupo de internos festejó el fin de su rotación tomando alcohol durante una guardia. Cuando la mayoría se había retirado a dormir, uno de ellos trasladó una camilla con el cuerpo de un paciente muerto. El suceso fue denunciado por una funcionaria no médica, tomó estado público y la Facultad de Medicina rápidamente sancionó a los implicados. Sin embargo, la investigación oficial continúa -por lo que podría haber otras sanciones- y el debate está lejos de terminar.

Este martes, el rector de la Universidad de la República, Roberto Markarian, opinó durante una reunión del Consejo Directivo Central (CDC) que debe aplicarse el “máximo rigor” ante las faltas. “La percepción sutil que pudiera haber de la comisión de mayores faltas debe ser sancionada con el máximo rigor”, dijo Markarian luego de que el decano de la Facultad de Medicina, Fernando Tomasina, diera un informe sobre lo actuado hasta el momento. El consejo votó por unanimidad una resolución para pedir que la investigación sea realizada con la mayor rapidez posible y que desde la facultad haya una disculpa a los familiares del fallecido. Para Markarian, es necesario que la facultad actúe con celeridad “para poder tener tranquilidad de que en casos de esta envergadura, cuando se perciben y tienen la gravedad que tienen ahora, la institución toma las medida que debe tomar muy rápidamente”.

Hasta ahora, a los que consumieron alcohol se les suspendió por 30 días la calidad de estudiantes y al que trasladó el cadáver se lo suspendió de manera preventiva y se le inició un sumario. 

Pese a su gravedad, los hechos del 29 de abril no asombran a los estudiantes. El consumo de alcohol para festejar el fin de la rotación es conocido en algunos hospitales. La manipulación del cuerpo, aunque de manera unánime es tachada de aberrante, tampoco termina de sorprender a muchos. Y estos no son los únicos problemas éticos y de trato a los pacientes que se denuncian.

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“Siempre hacemos denuncias y siempre quedan en los cajones. (De esta se habla) porque salió a la prensa… Las denuncias no siguen su curso por falta de voluntad de las autoridades”, dijo Alfredo Alemán, integrante de la Unión de Trabajadores del Hospital de Clínicas (UTHC) y de la comisión directiva del centro en representación de los funcionarios no médicos, al ser consultado por EnPerspectiva.net. No necesariamente se trata de la manipulación de un cadáver como sucedió el mes pasado en el centro, pero sí de problemas -por ejemplo en el trato de los médicos- “que para la persona son graves”.

Para Víctor Tonto, director del hospital, “este evento es excepcional, pero después hay algunas cosas que se han generalizado” y tienen que ver con “algunos conceptos que hoy imperan en los colectivos”. En este punto coinciden funcionarios, docentes, autoridades: lo sucedido en Clínicas y la forma en que actúan muchos estudiantes -y más tarde médicos- tiene que ver con los valores (o antivalores) presentes en la sociedad en su conjunto.

“Este tema de la cosificación creciente que hay en las relaciones trasciende evidentemente al espacio médico”, opinó el decano de la Facultad de Medicina, Fernando Tomasina, en diálogo con EnPerspectiva.net. Durante el CDC Tomassina planteó que es necesario “generar un proceso de autocrítica” de las prácticas médicas y una reflexión que abarque a todos los integrantes de la Facultad. Para Tomasina, la institución debe trabajar sobre la responsabilidad que tiene el médico frente a la sociedad, que trasciende a su conocimiento científico.

Una cierta “cosificación del cuerpo” se da desde el momento en el que el alumno de Medicina ingresa en Anatomía. Los doctores lo ven como un mecanismo necesario, en primera instancia, para estudiar y, más tarde, para enfrentarse a situaciones angustiosas como la muerte de un paciente. El problema, apuntan las autoridades, es cuando, como resultado, los profesionales se vuelven “insensibles y deshumanizados”.

Tonto admite que en el Clínicas existen “denuncias de todo tipo". "Denuncias y a veces agradecimientos”, agrega. Y por ese motivo las instituciones tienen unidades de atención al usuario: el Estado reconoce que la relación médico-paciente en general es difícil y crea espacios de respuesta.

¿Y los que controlan dónde están?

“Los docentes no están las 24 horas donde deben estar, que es al lado del estudiante y del paciente”. Así resume Alemán la falta de control que existe en el Hospital de Clínicas, razón por la que, según él, en última instancia pueden llegar a suceder hechos como los del 29 de abril. Según la información que maneja el integrante de la UTHC, los jefes de la guardia no estaban en el lugar cuando sucedió el episodio. Y esa no es una situación excepcional.

Al ser consultado sobre el tema, Tomassina explicó que la Facultad de Medicina decidió iniciar un sumario a los jefes de la guardia para dilucidar su responsabilidad, en especial la “permisividad” que mostraron frente al consumo de alcohol. De hecho, la resolución de la facultad, a la que accedió EnPerspectiva.net, sostiene que “la jefatura de guardia, si bien no autorizó el consumo de bebidas alcohólicas, tampoco lo impidió”. La facultad también observó a una médica de la guardia que, si bien resolvió la falta de manera instantánea, no informó de lo ocurrido. Tonto, director del centro, también apunta que “son los docentes los que ejercen el control y pueden modificar una conducta”. “Yo no puedo estar detrás de cada estudiante”, argumenta.

Ruben Bouvier, dirigente del Movimiento Salud Para Todos, también se refirió, en diálogo con EnPerspectiva.net, a la falta de control: “En hospitales grandes donde hay centenares de funcionarios y miles de pacientes se hace difícil a veces el control de determinadas reglamentaciones que los funcionarios y el personal médico deben de cumplir”. Sin embargo, según él, cada institución “tiene su particularidad”. “Entrar en la emergencia del Clínicas te da una muestra de desorden, de caos, de que los usuarios están totalmente desvalidos, no tienen protección, están a la mano de Dios cuando llegan a la emergencia”, opinó. En otros sitios, por ejemplo el Hospital Maciel, “hay un protocolo que se cumple con bastante eficiencia”. De acuerdo a Bouvier, esto sucede porque la Dirección que ingresó hace dos años ha puesto especial énfasis en el tratamiento de los pacientes, por lo que “por supuesto que tiene problemas como todos (los hospitales), pero lentamente está haciendo un proceso de un funcionamiento que se mejora día a día”.

En cualquier caso, la falta de control es un problema extendido en los servicios de la salud, desde los hospitales hasta las colonias psiquiátricas. Existen lugares, como algunos pabellones de la Colonia Etchepare, que “están totalmente abandonados a lo que el personal haga, pero no hay control de que lo que se esté haciendo esté bien, regular o mal” y eso en última instancia afecta la calidad del servicio.

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Estudiantes sin clases de Bioética

“Bioética” se incorporó como disciplina de la carrera de Medicina recién en el Plan de Estudios de 2008. Quienes empezaron a estudiar antes -entre ellos los internos involucrados en el episodio del Clínicas- trataron algunos dilemas éticos en las clases de Medicina Legal y luego durante prácticas y conferencias. Pero el tema no tenía un lugar específico dentro de la currícula. Históricamente se entendía que este tema se aprende en la práctica y al ver trabajar a otros colegas.

Sin embargo, ahora la formación está cambiando. Además de las clases de Bioética, entre las materias optativas que pueden elegir los estudiantes se encuentra “Humanidades Médicas”, que apunta a brindar una mirada más integral sobre el ejercicio de la Medicina. Además, la facultad se plantea la posibilidad de brindar ciclos de charlas o conferencias a las distintas generaciones sobre el relacionamiento con los pacientes y sus familiares. Según Tomasina, esto “no es reactivo”, sino que responde a una “preocupación por acentuar los valores humanísticos”, entre ellos hacer hincapié en lo “trascendental de la muerte” y el rol del doctor en esa instancia.

Por otra parte, existieron iniciativas desde la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), en especial desde la dirección del Hospital Maciel, para “reforzar los aspectos que hacen al buen comportamiento” de los internos cuando ingresan a las rotaciones.

Esta cuestión no está exenta de polémica. ¿De verdad es necesario enseñarles a los estudiantes cómo se tienen que comportar? “Yo creo que es una locura lo que estamos haciendo -opinó Tonto- Tener que recordar cuáles son los valores humanos y el relacionamiento…. que la relación médico-paciente tenga que ser objeto de enseñanza (cómo se tiene que comportar un médico o futuro médico) es algo kafkiano. Pero no sé, si no hay más remedio que hacerlo, se tendrá que hacer”, agregó el director del Hospital de Clínicas sobre el tema. Para él, “es una cuestión que está relacionada con los valores sociales” e insistió que en su época no se enseñaba, sino que se aprendía fundamentalmente en la práctica.

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