EMILIANO COTELO (EC): El viernes pasado se confirmó que, tras veinte años de negociaciones, el Mercosur y la Unión Europea alcanzaron un Acuerdo de Asociación Estratégica.
Aún falta conocer detalles del texto y por supuesto está pendiente la ratificación por los respectivos parlamentos. De todos modos, resulta oportuno dedicar el espacio de análisis económico de hoy a examinar los principales puntos de nuestra relación comercial con la Unión Europea y los elementos clave del tratado que han ido trascendiendo en las últimas horas.
¿Cuál es el tamaño del mercado europeo? ¿Qué productos le exportamos a este bloque y cuáles le importamos? ¿Cuáles son los principales elementos de este acuerdo para nuestro país? Lo conversamos con la economista Alicia Corcoll, de la consultora Deloitte.
ROMINA ANDRIOLI (RA): Alicia, por las cifras que han ido trascendiendo se trata obviamente de un mercado realmente grande. ¿Podemos comenzar repasando los principales números? Me refiero a qué tamaño tiene el PBI conjunto de la Unión Europea y cuánto pesa en la economía mundial, por ejemplo.
ALICIA CORCOLL (AC): Sin dudas estamos hablando de un mercado enorme y de allí la relevancia de este acuerdo para nuestra región. Son 28 países, más de 500 millones de personas y unos US$ 19 billones de PIB, eso es más de 20 % de la economía global.
Este acuerdo es sin dudas el acuerdo más importante en la historia del Mercosur y es también uno de los más importantes alcanzados por la Unión Europea.
RA: ¿Y cómo es el comercio bilateral entre la Unión Europea y el Mercosur? ¿Cuánto exportamos hacia allí?
AC: Las exportaciones de bienes del Mercosur a la UE crecieron en los últimos años y totalizaron casi US$ 53.000 millones el año pasado. Eso representa un 15 % del total de exportaciones del Mercosur. De hecho, la Unión Europea, en su conjunto, es el segundo destino de exportación más importante para el Mercosur, solo atrás de China.
Y si miramos la composición de las ventas, los principales rubros fueron en orden de importancia el año pasado, desperdicios de la molienda de soja, petróleo y combustibles, productos minerales, maquinarias diversas, celulosa, café, soja y carne, seguidos luego por una amplia lista de productos.
RA: ¿Y del lado de las importaciones? ¿Cuánto le compra el Mercosur a la Unión Europea?
AC: De acuerdo a cifras de Eurostat, las importaciones que realiza el Mercosur desde la Unión Europea ascendieron en 2018 a unos US$ 56.000 millones, lo que deja un saldo comercial algo favorable a la Unión Europea.
Y en relación a los productos, los más importantes son maquinaria, productos farmacéuticos y otros productos químicos y automóviles, entre muchos otros, la lista obviamente es muy larga.
RA: Y si miramos sólo a Uruguay, ¿Qué productos le vendemos nosotros a la Unión Europea y qué cosas le compramos?
AC: Es claro que en las cifras agregadas del bloque que comentábamos antes, Brasil tiene un peso enorme. En 2018, casi el 80 % de lo que exportó el Mercosur a la Unión Europea fue exportado por Brasil y algo similar ocurre si miramos las importaciones desde el Mercosur a la Unión Europea.
Si analizamos sólo la dinámica del comercio bilateral de Uruguay con la Unión Europea, las exportaciones de nuestro país al bloque europeo fluctuaron en torno a los US$ 1.400 millones entre 2013 y 2017, pero el año pasado subieron bastante, hasta casi US$ 1.700 millones. De hecho, la Unión Europea fue en 2018 nuestro segundo mercado de exportación en bienes y representó aproximadamente un 18 % de nuestras ventas al mundo. Los principales productos vendidos son celulosa, carne, madera y lana, aunque también es un destino muy relevante para el arroz, los cueros, los cítricos y la miel, por mencionar algunos ejemplos clave.
Mientras tanto, las importaciones de Uruguay a la Unión Europea han venido bajando bastante en los últimos años, el año pasado totalizaron unos US$ 1.100 millones (pero supieron superar los US$ 1.600 millones en 2014). En términos de composición, los principales productos que les compramos en 2018 fueron equipos para generación eólica, automóviles y autopartes, medicamentos y otros productos químicos.
En definitiva, con esos montos de exportaciones e importaciones, a diferencia de lo que comentábamos para el Mercosur en su conjunto, el saldo comercial con la Unión Europea es positivo para Uruguay.
RA: Ahora, aclarados los grandes números, ¿cuáles son a su juicio los puntos clave del acuerdo?
AC: Tenemos por ahora algunos anuncios. Faltan detalles, pero igual podemos hacer algunos primeros comentarios.
Según lo que ha trascendido, hay un grupo de productos para los cuales el arancel de ingreso a la Unión Europea pasa a 0 % desde la entrada en vigencia del acuerdo; allí están la soja y la harina de soja, los aceites para uso industrial, despojos comestibles bovinos, porcinos y ovinos y otros subproductos de origen animal, varios productos hortifrutícolas, el café y algunos productos de la pesca, por mencionar lo más relevantes.
Otro grupo de productos tendrá una desgravación gradual, en un plazo de hasta 10 años; en este caso se encuentran algunos otros productos de la pesca, algunas hortalizas, los cítricos, el arroz partido, el biodiesel, los aceites vegetales para consumo humano y algunas preparaciones alimenticias, entre otros.
Y finalmente, hay otros rubros, como la carne, el arroz, el vino, la miel, el etanol, algunos productos lácteos y el azúcar, en los que se crean cuotas o se bajan aranceles dentro de las cuotas ya existentes.
RA: ¿Podemos comentar en más detalle lo acordado en algunos de los rubros más relevantes para Uruguay, como la carne, los lácteos o el arroz?
AC: Sí, claro. La carne es uno de los sectores más favorecidos. Por un lado, la cuota Hilton, que hoy está gravada con un arancel de 20 % intracuota, pasa a estar con arancel 0 % desde la entrada en vigencia del acuerdo y, por otro lado, se crea una nueva cuota de 99.000 toneladas para todo el Mercosur, 55 % de carne refrigerada y 45 % de carne congelada, con un arancel intracuota de 7,5 %.
Al mismo tiempo, a nivel de los lácteos se habría concedido una cuota de 10.000 toneladas de leche en polvo y de 30.000 toneladas de quesos y en el caso del arroz se crearía una cuota de 60.000 toneladas con arancel 0 % y sin segmentación por tipo.
Habrá que ver luego a la interna del Mercosur cómo se dividen esas cuotas, pero es una mejora de acceso para productos que son muy relevantes para nuestro país.
RA: Y si miramos la otra parte del acuerdo, lo que logra la Unión Europea, ¿cuáles son las principales concesiones del Mercosur?
AC: De acuerdo a lo que ha trascendido, el acuerdo eliminará más del 90 % de los aranceles que gravan los productos que ingresan al Mercosur desde Europa. En particular, varios sectores industriales que hoy están gravados con aranceles altos para ingresar a la región se irán desgravando gradualmente. Por ejemplo, por mencionar algunos de los más importantes, se estaría eliminando los aranceles a la importación de automóviles, a las autopartes, a la maquinaria industrial, a la industria química, a la industria farmacéutica y a la industria de vestimenta y calzado, que en todos los casos están gravados hoy con aranceles de entre 14 % y 35 %, aunque en general el proceso sería paulatino en varios años. También se eliminarían progresivamente los aranceles al vino y otras bebidas alcohólicas, a las galletitas y a algunos productos lácteos (especialmente los quesos), aunque en este caso habrá cuotas.
Y, además, a nivel de servicios, el acuerdo establece que los prestadores de servicios de la UE y del Mercosur podrán acceder al mercado de la contraparte en las mismas condiciones que los nacionales.
RA: Entonces ¿qué balance hacen de este acuerdo para nuestro país? En general se ha festejado mucho tanto por el gobierno como por la oposición y los empresarios, pero el PIT-CNT planteó algunas preocupaciones.
AC: Como en todo acuerdo comercial, hay ganadores y hay perdedores, pero para nuestro país a nuestro juicio es indudable que se trata de una muy buena noticia. Mejora el acceso para varios rubros importantes de exportación a la Unión Europea, como la carne, el arroz, los productos de la pesca, los cítricos y la miel, varios de los cuáles están enfrentando además dificultades muy claras de competitividad y de acceso a mercados.
Y desde el lado de los costos, la verdad es que Uruguay tiene pocos intereses manufactureros por proteger, dada la apertura al Mercosur que procesamos en los 90. Sin embargo, algunas industrias enfrentarán sin dudas un desafío creciente por la mayor competencia europea: la industria láctea, los vinos, los plásticos o la industria farmacéutica seguramente tendrán que enfrentar una mayor presencia de productos europeos en el mercado doméstico.
De todas maneras, hay tiempo para prepararse. Para que el acuerdo entre en vigor resta una última revisión del texto legal y luego la ratificación de todos los parlamentos involucrados (los 28 parlamentos europeos y los 4 del Mercosur). Eso seguramente va a llevar por lo menos un par de años.
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