El Banco Central divulgó ayer los datos de cuentas nacionales del tercer trimestre del año. Según esas cifras, el PIB creció 1,1 % en relación al segundo trimestre y se situó 2 % por encima del nivel de un año atrás. ¿Cómo se analizan estas cifras? ¿Cómo fue el comportamiento por sectores? ¿Cuáles son las perspectivas para 2017?
Emiliano Cotelo (EC): En los próximos minutos les proponemos conversarlo con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
Romina Andrioli (RA): Florencia, ¿cómo vieron los datos de PBI conocidos ayer? ¿Estuvieron en línea con lo esperado?
Florencia Carriquiry (FC): La verdad que el dato marcó un repunte sensible de la actividad económica en el tercer trimestre, que sí estábamos aguardando pero que fue incluso mayor de lo que estimábamos. En los últimos meses veníamos marcando que varios indicadores parciales que fuimos conociendo nos hacían pensar en un mejor tercer trimestre y nos permitían ser algo más optimistas también en relación a 2017.
Sin embargo, nuestra última proyección para la variación trimestral apuntaba a un crecimiento de en torno a medio punto porcentual y terminó siendo de poco más de 1 % como comentaba Emiliano recién… con lo cual no nos sorprendió que las cifras mostraran un repunte de la actividad en julio-setiembre aunque si nos vimos sorprendidos en alguna medida por la magnitud de ese repunte.
También esperábamos un dato mejor desde el punto de vista sectorial, y efectivamente terminó siendo así. En la comparación con el segundo trimestre, sólo siguió cayendo la construcción y también tuvo una retracción de 6,5 % el sector de Electricidad,Gas y Agua. En todos los demás macro sectores la evolución fue al alza frente al trimestre inmediato anterior y si miramos la comparación interanual sólo la construcción se mantuvo por debajo de los niveles del tercer trimestre del año pasado…
RA: ¿Podemos repasar esos números? ¿En dónde estuvieron los crecimientos más importantes?
FC: Uno de los mayores repuntes se vio a nivel de la actividades primarias, que crecieron más de 6 % en la comparación con el segundo trimestre y 3 % frente al mismo trimestre del año pasado. En este caso hubo un impulso de una mayor actividad en la ganadería de carne y en la silvicultura. También fue un buen trimestre a nivel de la industria manufacturera, que venía teniendo un muy mal desempeño en trimestres previos. En concreto, la producción manufacturera creció 3,8 % frente al segundo trimestre (cuando habíamos tenido parada de mantenimiento en la planta de Montes del Plata y caídas en varias otras ramas importantes) y de esa manera acumuló un incremento de 0,6% frente a los niveles de un año atrás…
Luego también destaca el agregado de Transporte, almacenamiento y comunicaciones, que continuando con su tendencia de crecimiento firme, aumentó 2,3 % frente al segundo trimestre y acumuló un incremento impresionante, de casi 9 % frente a los niveles de un año atrás. En este caso el comunicado del BCU advierte, como lo ha venido haciendo en trimestres anteriores, que el dinamismo proviene de las comunicaciones (sobre todo por los servicios de trasmisión de datos), que más que compensa la retracción de las actividades de transporte y almacenamiento.
Y finalmente el comercio y el agregado “otras actividades” (que nuclea servicios bien diversos) crecieron 0,7 % y poco más de 1 % en cada caso frente al segundo trimestre y se ubicaron en torno a medio punto porcentual por encima de los niveles del tercer trimestre de 2015.
En este panorama de crecimiento generalizado, la excepción como decía fue la construcción, que mantuvo la retracción aunque a un ritmo menor que en trimestres previos… cayó 0,4 % frente al segundo trimestre y casi 4 % en la comparación interanual.
RA: Y desde la perspectiva de la demanda, ¿Qué mostraron las cifras del julio-setiembre?
FC: Desde la perspectiva de la demanda también se vio un crecimiento generalizado por componente.
Sobresalió en particular el crecimiento de la demanda interna. Por un lado, el consumo privado tuvo cierto avance en la comparación interanual y se ubicó 0,7 % por encima de un año atrás y al mismo tiempo el consumo público (es decir el gasto público corriente, sin transferencias) se expandió 1,5 % en la misma comparación (también algo más que en trimestres previos).
Además, volvimos a ver un crecimiento de la inversión. La inversión bruta fija subió nuevamente algo más de 5 % en el sector privado y más que compensó un descenso de algo más de 6 % a nivel de la inversión pública. Como comentamos al analizar las cifras del segundo trimestre, el repunte de la inversión es obviamente muy bienvenido, pero no tenemos que apresurarnos a concluir que comienza una tendencia ascendente. De hecho, el reporte del Banco Central asocia el aumento de la inversión a algunos elementos puntuales, como la inversión en maquinaria y equipos para parques eólicos y a la inversión en prospección de hidrocarburos y dice incluso que la inversión en construcción sigue cayendo…
RA: ¿Y qué sucedió a nivel de las exportaciones y las importaciones? Te lo pregunto porque en el tercer trimestre vimos una baja sensible del tipo de cambio. ¿Eso tuvo algún impacto en las cifras?
FC: No de forma muy evidente a nivel de las grandes cifras… De hecho, las exportaciones aumentaron levemente en el trimestre (1,2 % frente al mismo trimestre del año pasado), a instancias de mayores ventas de bienes, que más que compensaron la caída a nivel de las exportaciones de servicios. En ese sentido, las cifras mensuales de comercio exterior que ya conocíamos para julio-setiembre nos habían mostrado un repunte significativo de las exportaciones de algunos productos agroindustriales (como los productos lácteos, el arroz, la cebada malteada y la carne), que en varios casos obedeció a la salida de stocks importantes que se habían acumulado en meses previos. Será clave ver si los datos siguen mostrando crecimientos en próximos meses, ya con esos stocks tendiendo a agotarse.
Y, mientras tanto, las importaciones totales bajaron ligeramente (0,2 %), aunque en este caso eso obedeció exclusivamente a lo visto a nivel de los servicios. Las importaciones de bienes sí tuvieron una recuperación en el tercer trimestre (esencialmente a nivel de los bienes de consumo y también de los bienes de capital, en donde volvimos a ver compras significativas de aerogeneradores). Allí quizás si la baja del tipo de cambio, junto con cierta mejora de expectativas probablemente contribuyeron a esa mayor demanda de productos importados.
RA: Con estas últimas cifras, entonces, ¿Cómo quedan las proyecciones, Florencia?
FC: Aún estamos trabajando en nuestros pronósticos, pero como decía al inicio, las cifras marcaron un repunte sensible de la actividad económica en el tercer trimestre, que de hecho fue algo mayor al que ya estábamos esperando. Con lo cual, presumiblemente a la luz de estos datos vamos a modificar algo al alza las proyecciones para el conjunto de 2016, que apuntaban a una expansión de 0,8 % en el promedio del año….probablemente estaremos moviéndonos para un 1 % de crecimiento este año.
Y de algún modo los datos reafirmaron las perspectivas de cierta reactivación de la economía en 2017 que ya veníamos manejando … Nuestros últimas estimaciones apuntan a una expansión de 1 % el año que viene (y seguramente mantendremos ese pronóstico).
Hay que tener presente que en ese promedio anual hay un impacto de casi medio porcentual del cierre por mantenimiento previsto en la refinería de ANCAP durante el primer semestre… Con lo cual, sin ese efecto de la parada de la refinería, estamos hablando de una expansión más próxima a 1,5 % en 2017….
De todos modos, Romina, si bien los buenos datos de actividad en julio-setiembre reafirman en alguna medida las mejores perspectivas para el año que viene, el escenario sigue siendo de un crecimiento relativamente modesto de la economía uruguaya….en torno a 1 % por año…. Y es un crecimiento además sujeto a varios riesgos.
RA: ¿A qué riesgos te estás refiriendo en concreto?
Hay varios factores que generan incertidumbre en relación a este panorama de gradual reactivación que estamos viendo.
Desde el frente externo, varias veces comentamos que la victoria de Trump en EEUU abrió un escenario de más riesgos para las economías emergentes.. en el corto plazo sobre todo por la suba de tasas y el fortalecimiento del dólar, que genera mayores costos de financiamiento y para Uruguay además mayores tensiones de competitividad.
Por otro lado, a nivel regional, la recuperación prevista en las economías vecinas también enfrenta algunas incertidumbres, en la medida en que los últimos datos han supuesto en general cierta decepción respecto a la evolución más reciente de ambas economías vecinas y a que tanto en Brasil como en Argentina aún hay desequilibrios relevantes que corregir. Cualquier sorpresa negativa allí puede suponer un golpe negativo para las expectativas en Uruguay también.
Y, finalmente, en el frente interno también enfrentamos riesgos… Varias veces hemos comentado que Uruguay se ha quedado muy caro en dólares y eso puede generar mayores dificultades de lo pensado en el sector transable de la economía y, además, a principios de 2017 entra en vigencia el ajuste fiscal anunciado este año… El impacto de esto es difícil de cuantificar pero puede suponer alguna sorpresa negativa a nivel de algunas decisiones de consumo y de inversión.
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