Ayer prácticamente todas las portadas de los diarios internacionales especializados en economía apuntaron a Estados Unidos, porque por la mañana se publicó el dato de PBI del primer trimestre y horas más tarde culminaba la reunión de la Reserva Federal.
Los datos divulgados ayer marcaron que la economía norteamericana se estancó en el primer trimestre del año, algo que los analistas internacionales no estaban esperando. Nos pareció entonces que era una buena oportunidad para poner foco en la economía más grande del mundo. En los próximos minutos el diálogo es con el economista Javier Glejberman, de la consultora Deloitte.
ROMINA ANDRIOLI (RA):
Javier, te propongo comenzar por el dato de PBI del primer trimestre. Emiliano ya adelantaba que el desempeño de la economía no fue bueno, pero ¿cuál fue la cifra de crecimiento concretamente?
JAVIER GLEJBERMAN (JG):
El crecimiento de la economía en el primer trimestre del año frente al cuarto trimestre de 2014 fue de 0,2% en términos anualizados (que es como suelen presentarse las cifras en Estados Unidos). Como decía Emiliano, una expansión de esa magnitud significa prácticamente que la economía se estancó en el primer trimestre. Ése es un primer punto negativo de la lectura del dato de PBI.
El otro punto es que fue un comportamiento que los analistas en términos generales no estaban esperando. De hecho, las encuestas que Bloomberg y Reuters hacen a varios analistas y bancos de inversión apuntaban a una suba del PBI de 1%. Y la encuesta del Wall Street Journal apuntaba incluso a un crecimiento algo mayor (de 1,3%).
Y otro de los elementos a tener en cuenta es que este dato de PBI marca obviamente una desaceleración muy relevante respecto a los datos anteriores. Recordemos que en el cuarto trimestre la economía de Estados Unidos creció 2,2% y en el tercer trimestre la expansión había llegado a ser de 5%.
RA: – Javier, queda claro que el dato definitivamente no fue bueno. Ahora, ¿cuáles fueron los motivos de ese comportamiento?
JG: – Bien. Es importante remarcar que en el primer trimestre ocurrieron algunos factores transitorios, que no deberían repetirse en los próximos meses y que tuvieron una incidencia negativa sobre el dato de PBI.
Con esto me estoy refiriendo a que durante febrero se registraron temperaturas muy bajas que afectaron la actividad económica… De hecho, algunos analistas señalan que ese clima tan adverso le restó a la economía medio punto porcentual de crecimiento. Y, por otro lado, durante el primer trimestre hubo también un conflicto laboral en la actividad portuaria que fue bastante largo y tuvo también impactos sobre la economía.
De todas maneras, cuando se analiza el dato desde la perspectiva de la demanda, lo cierto es que hay señales negativas en varios componentes.
RA: – ¿Podemos comentar las principales cifras en ese sentido? ¿Cómo fue el comportamiento del consumo privado y de las exportaciones?
JG: – Comienzo por el consumo privado. Ahí es importante recordar que durante el transcurso del año pasado habíamos visto una aceleración hasta tasas de expansión de más de 4% en el último trimestre y ahora (en el primer trimestre) el consumo de los hogares tuvo una suba menor a 2%… Con lo cual, tenemos una desaceleración significativa. Es cierto que parte de esa desaceleración tiene que ver con el efecto climático que comentamos previamente, pero también se da en momentos en que los hogares están con mayor capacidad de gasto porque se están beneficiando de precios de la energía más bajos. Por lo tanto, en el dato de consumo tenemos una luz amarilla.
Por el lado de las exportaciones tampoco hubo buenas noticias. Las exportaciones de bienes cayeron 7% y allí los analistas internacionales manejaban dos efectos. Uno, transitorio, es el conflicto a nivel portuario, pero el otro (de carácter más permanente) es que el fortalecimiento del dólar está comenzando a encarecer a Estados Unidos y por lo tanto a afectar a la actividad exportadora.
Por último, también se vio una caída importante de la inversión de las empresas y se ponía mucho énfasis en lo que está pasando en el sector energético, dado que con los actuales precios del petróleo muchas empresas están empezando a reducir sus planes de expansión… Recordemos, Romina, que en los últimos diez años hubo un boom de inversiones en gas y petróleo que había dado un empuje importante a la economía.
Por lo tanto, hubo efectos transitorios que incidieron negativamente, pero incluso teniendo esto en cuenta fue un dato malo.
RA: – Javier, además de este dato de PBI, ayer también tuvo lugar la reunión de la Reserva Federal. ¿Hubo alguna novedad allí?
JG: – Antes de ir a lo de esta última reunión hago un breve comentario… Desde que la Reserva Federal dio por finalizado el programa de compra de títulos (en octubre del año pasado), el foco de atención pasó a estar en cuándo la Fed comenzará con el proceso de suba de tasas y a qué ritmo lo hará… Hoy las tasas interbancarias de corto plazo están en O%-0,25% anual.
La Fed tiene una manera de guiar al mercado que es a través de lo que opinan sus miembros… Y lo que ha estado haciendo desde fines del año pasado es marcar que el proceso de suba de tasas será gradual e incluso con el correr de los últimos meses esa visión se ha hecho aún más gradual. En setiembre del año pasado la Reserva Federal indicaba tasas de 1,4% y 2,9% para fines de 2015 y de 2016 y ahora está señalando tasas de 0,6% y 1,9%… Prácticamente un punto por debajo de lo que preveía seis meses atrás.
Yendo, ahora sí, a la última reunión la verdad es que no hubo grandes novedades. La Reserva Federal mantuvo un tono cauteloso e incluso hizo referencia a algunas señales negativas en la actividad económica en los últimos meses. Probablemente, lo que la Fed está empezando a considerar es que el dólar en el mundo registró una suba fuerte que está afectando la actividad económica. Por lo tanto, ése es otro elemento más a favor de la gradualidad en la suba de tasas.
RA: – Javier, justamente sobre el dólar te quería preguntar. ¿Qué impactos pueden tener estos datos en el valor del dólar a nivel internacional?
JG: – A ver… El dólar se fortaleció mucho en los mercados internacionales desde mediados del año pasado hasta mediados de marzo. Desde mediados de marzo, sin embargo, el dólar viene perdiendo terreno a nivel internacional, a medida que se fueron conociendo algunos datos de actividad que no fueron buenos (aunque es importante aclarar que se trata de una reversión muy parcial). Y las noticias de ayer apuntan en el mismo sentido… Son noticias que hablan de una economía norteamericana más débil y una Reserva Federal que se mantiene cautelosa para subir las tasas de interés. De hecho, el dólar ayer cayó contra el euro, contra la libra, aunque en nuestra región fue más bien mixto el movimiento.
De todas maneras y aislándonos de lo que pasó en las últimas semanas, nosotros seguimos viendo espacio para que el dólar se siga apreciando. Como comentamos otras veces con ustedes,
la Reserva Federal en algún momento empezará a subir las tasas de interés e incluso si eso se dilata un poco, tenemos otro factor que es que la economía norteamericana va a estar creciendo (a pesar de esta desaceleración) a mayor ritmo que el resto de los países desarrollados y a un ritmo similar al de muchos países emergentes. Esta es una perspectiva a tener en cuenta, que a nuestro juicio le va a dar impulso al dólar.
RA: – ¿Y en nuestro país qué podemos esperar? Ayer el dólar subió de manera fuerte, pero incluso con esa suba todavía está debajo de los niveles de una semana atrás.
JG: – Sí, es cierto. Ayer el dólar tuvo un aumento de 1,5% y cerró en 26,30 pesos. Pero, como tú decías, en los días anteriores se dio una baja significativa… De hecho, el miércoles de la semana pasada estaba en 26,80 pesos. En esa baja se juntaron dos cosas… La tendencia internacional de debilitamiento del dólar que comentábamos recién y a nivel local tuvimos la medida del Banco Central de eliminar un requisito de inmovilización de fondos que regía para extranjeros que compran letras del Banco Central. Al eliminar ese requisito, las letras se hacen más rentables para los inversores del exterior y se estimula el ingreso de capitales. Es difícil poder separar esos efectos, pero seguro los dos estuvieron detrás de esa caída que vimos en los últimos días.
De todas maneras, pese a estas fluctuaciones, nosotros mantenemos la visión de que el dólar en nuestro país va a seguir subiendo en el mediano plazo… Recogiendo la tendencia que probablemente se va a dar a nivel internacional y recogiendo la necesidad que tiene el país de abaratarse en dólares. Por lo tanto, mantenemos nuestro pronóstico de un dólar a 27,50 pesos para fines de este año.