A. Económico

¿Qué panorama pautan las últimas proyecciones del FMI para la economía mundial?

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La semana pasada el Fondo Monetario Internacional publicó, como es tradicional en octubre, un nuevo informe sobre las perspectivas económicas a nivel global.

Emiliano Cotelo (EC): El informe contiene proyecciones de corto y mediano plazo desagregadas a nivel de regiones y se detiene también en el análisis de cómo viene evolucionando el balance de riesgos para las principales economías. ¿Cuáles son los principales mensajes? ¿Las proyecciones confirman un escenario más favorable para los próximos años? Les proponemos conversarlo con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.

Romina Andrioli (RA): Tamara, en los últimos meses hemos comentado varias veces en este espacio económico con ustedes que se viene consolidando un escenario externo un poco más favorable para Uruguay. ¿Esta actualización de proyecciones del FMI va en ese mismo sentido?

Tamara Schady (TS):  Las proyecciones globales no presentaron grandes cambios en relación a la última edición de este informe, pero sí hay un matiz algo más positivo en relación a los países emergentes… Y en la introducción también hay un énfasis en que se han disipado o al menos han bajado en intensidad algunos riesgos de corto plazo… Por supuesto que hay riesgos que siguen latentes, pero por ejemplo se menciona que hace un año había una preocupación mucho más marcada por un posible freno en la economía china, los precios de las materias primas estaban cayendo y había un contexto de bastante incertidumbre respecto a qué iba a suceder cuando la Fed comenzara a subir las tasas de interés…

Parados hoy la perspectiva es distinta: la Fed subió la tasa de interés en diciembre del año pasado pero no hizo más movimientos, los precios de los commodities han dejado de caer (en algunos casos incluso hubo repuntes significativos) y China, por más que se sigue desacelerando, sigue siendo un motor importante para la economía mundial.

RA  –  Los mercados financieros también están más “tranquilos” que un año atrás…

TS  –  Sin duda.. Y también volvió a observarse una mayor afluencia de capitales hacia las economías emergentes… y en ese contexto el FMI ha mejorado su visión respecto al crecimiento para los próximos años.

RA  –  ¿Concretamente qué pronósticos se están manejando?

TS  –  Para el conjunto de la economía mundial se espera un crecimiento de 3,1% en el promedio de este año y un repunte a 3,4% el año que viene. El menor crecimiento este año está en buena medida dado por la inesperada debilidad que tuvo la economía de Estados Unidos en el primer semestre y por el voto del Brexit, que a juicio del FMI tendrá un impacto negativo sobre la economía del Reino Unido y de otras economías europeas.

RA  –  ¿Y a nivel de las economías emergentes?

TS  –  En el bloque emergente mirado como un todo, se dio una leve corrección al alza de los pronósticos. Esto recoge los efectos positivos de una política monetaria más expansiva en los países desarrollados, una menor preocupación por China y precios de los commodities más firmes. Concretamente se manejan proyecciones agregadas de 4,2% para 2016 y 4,6% para 2017.

Esas cifras significan que las economías emergentes van a representar más de tres cuartas partes del crecimiento mundial proyectado para estos dos años. Esto viene siendo una constante… Diez años atrás, por ejemplo, las economías emergentes miradas en conjunto representaban 47% del PIB mundial y explicaban dos tercios del crecimiento. Ahora pesan diez puntos más del PIB (58%) y, como decía, explican más de tres cuartas partes del crecimiento. Pesan más y además en promedio crecen más rápido.

De todos modos, el FMI advierte que hay diferencias fuertes entre países, con mejores perspectivas en Asia (India en particular) y peores en África.

RA  –  ¿Cuál es la visión sobre América Latina, Tamara?

TS  –  Este año el PIB agregado va a caer y eso en buena medida refleja la situación de las tres de las economías más grandes del bloque (Brasil, Argentina y Venezuela), que están atravesando recesiones severas.

Para el año próximo la proyección es de un crecimiento agregado de 1,6%. Para Brasil, en particular, se está proyectando un crecimiento de 0,5% el año que viene (que es un poco menor al que proyectan los analistas que contestan la Encuesta de Expectativas del Banco Central de Brasil). Para Argentina también se espera que se termine la recesión. Se está manejando una variación del PIB de 2,7% para el año que viene… Y para Venezuela se espera que el PIB siga cayendo, pero menos de lo que cayó este año (el pronóstico puntual es de una baja de 4,5% en 2017, frente a 10% este año).

En los demás países no hay demasiados destaques. Para Uruguay se manejan proyecciones de 0,1% y 1,2% para los promedios de 2016 y 2017 respectivamente.

RA  –  Tamara, al principio decías que varios de los principales riesgos para la economía mundial que se identificaban el año pasado se han ido disipando, pero al mismo tiempo el informe del FMI habla de que la recuperación de la economía mundial todavía tiene un carácter “débil y precario”. ¿Por qué?

TS  –  Hay varios elementos… Por un lado hay que tener presente que desde salida de la crisis internacional de 2008-2009 el FMI viene proyectando sistemáticamente una reactivación de la economía mundial y sin embargo esa recuperación no llega en forma contundente… En 2012, por ejemplo, se esperaba que la economía rápidamente iba a retornar a tasas de 4,5% anual. En 2013 y 2014 la perspectiva era menos optimista, pero para 2016 de manejaban crecimientos del orden de 4%. Decía recién que lo más probable es que termine siendo próximo a 3%, un punto entero menos.

En términos generales podríamos decir que los datos agregados han sido sistemáticamente peores a los proyectados y eso se relaciona en buena medida con que las principales economías desarrolladas nunca terminan de retomar una senda de crecimiento más dinámico. Con ese telón de fondo, lógicamente hay que ser cauteloso al mirar hacia delante. El nuevo “normal” parece ser un crecimiento bastante más bajo que el que solíamos ver en otros períodos de crecimiento de la economía mundial.

Pero además el FMI sigue marcando varios elementos de incertidumbre, a pesar de que como decíamos antes algunos riesgos de corto plazo se atenuaron bastante.

RA  –  ¿Cuáles serían esos elementos de incertidumbre, Tamara?

TS  –  El primero que señala el FMI tiene que ver con las desavenencias políticas y las políticas aislacionistas que se están observando en varias regiones. En palabras del FMI, “el voto a favor del Brexit y la campaña presidencial en Estados Unidos ponen de manifiesto el quebrantamiento del consenso en torno a los beneficios de la integración económica”. Ciertamente vienen ganando terreno posturas más proteccionistas y esto puede terminar lesionando bastante la dinámica del comercio mundial y de la inversión en varias regiones.

Hago un paréntesis acá que es bastante relevante para Uruguay, que es que en las últimas proyecciones las perspectivas para el comercio mundial se separan bastante del crecimiento mundial. En el pasado la lógica era que el comercio siempre crecía más que el PIB, pero este año se espera lo inverso (mientras que el PIB mundial crecería 3,1% el comercio internacional subiría en torno de 2%) y para 2017 tampoco hay perspectivas de un rebote muy fuerte. Para una economía pequeña y abierta como Uruguay, esto naturalmente es una mala noticia.

El segundo riesgo que señala el FMI es que las economías desarrolladas se mantengan mayormente estancadas… De hecho llama a políticas fiscales más expansivas, para tratar de apuntalar la demanda agregada…

RA  –  ¿Y respecto a China? ¿Cuál es la visión del FMI?

TS  –  Bueno, ése es el tercer gran foco de incertidumbre que se menciona. El pronóstico de base es que crezca 6,6% este año y 6,2% el año que viene. Es un pronóstico de que se va consolidando una desaceleración desde el ritmo de crecimiento que supimos ver a comienzos de esta década, pero también de que esto sucede de forma gradual y ordenada.

Sin embargo, al mismo tiempo se dice que la estabilidad del crecimiento en China se está logrando en buena medida a base de iniciativas de estímulo macroeconómico y no procesando ajustes que a juicio del FMI son necesarios, tanto en la economía real como en el sector financiero. Habla de “excesiva” inversión en algunos sectores y de los desafíos que supone la transición hacia un modelo distinto de crecimiento… y cómo ello a su vez plantea riesgos a otros países, que tienen en China un destino muy importante para sus exportaciones.

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