El dólar volvió a subir hasta los $40 de cara al público y el Banco Central del país vecino reaccionó con un aumento de la tasa de interés
EMILIANO COTELO (EC): Tras varias semanas de tranquilidad cambiaria en Argentina, el dólar volvió a subir la semana pasada en el país vecino, superando los AR$ 40 en el mercado minorista.
En ese marco y a diferencia de lo observado en semanas anteriores, las tasas de interés de las Letras de Liquidez que emite el Banco Central mostraron un aumento significativo, reflejando, según marcaron los analistas especializados, una clara intención de frenar esa reacción alcista del tipo de cambio.
¿Cómo hay que leer entonces esta reciente suba del dólar en Argentina? ¿Qué podemos esperar para adelante? Les proponemos conversarlo en los próximos minutos con el economista Pablo Rosselli, socio de la consultora Deloitte.
Pablo, veníamos de varias semanas sin sobresaltos en el mercado cambiario argentino, ¿verdad?
PABLO ROSSELLI (PR): Sí. De hecho, habíamos comenzado el año con el dólar bajando en Argentina. Sobre mediados de enero, incluso, el tipo de cambio cayó por debajo de la zona de no intervención y el Banco Central de Argentina estuvo por alguna semanas comprando divisas en el mercado… Entre mediados de enero y la primera parte de febrero adquirió unos US$ 900 millones… No se trata de una cifra muy importante para el tamaño del mercado argentino, pero esta situación marcaba un contraste claro con lo que había sido la tónica durante buena parte de 2018, cuando el Banco Central debió salir a vender volúmenes muy abundantes de reservas en medio de una corrida cambiaria intensa.
Además, esa caída del dólar al comienzo del año se dio incluso con las tasas de interés en pesos bajando. Desde niveles pico de casi 75% del año pasado la tasa promedio de las letras bajó en más de 25 puntos básicos y llegó a ubicarse por debajo de 45% al comienzo de este mes.
En definitiva, Emiliano, Argentina venía teniendo un buen comienzo de año a nivel financiero, que en buena medida estaba ayudado por la mejora del contexto financiero global…
EC: ¿Y qué pasó la semana pasada? ¿Por qué volvimos a ver un repunte del dólar?
PR: A ver…el motivo puntual que generó que el dólar subiera algo más de 1 peso la semana pasada fue un anuncio de Morgan Stanley del martes pasado, acerca de la forma de clasificación de las acciones argentinas. Concretamente, Morgan Stanley señaló que, debido a la devaluación fuerte que tuvo el peso argentino el año pasado (que determinó una caída marcada del PIB per cápita medido en dólares), las acciones argentinas no sólo estarán integrando el índice MSCI Emergentes (como se había anunciado el año pasado) sino que también se incluirán en el índice MSCI Emergentes-Frontera, que incluye tanto a mercados frontera como emergentes con bajo PIB per cápita. Esa peor valoración de calidad de las acciones argentinas terminó desencadenando una reacción negativa en el mercado financiero argentino.
De todas maneras, Emiliano, más allá de la reacción que tuvo el dólar tras ese hecho puntual, el tipo de cambio sigue estando cerca de límite inferior de la zona de no intervención (incluso ayer tendió a caer nuevamente) y no podemos perder de vista que Argentina tiene una inflación muy alta… con lo cual el dólar nominalmente tiene que tender a subir… todas las proyecciones apuntan a un tipo de cambio aumentando en términos nominales en el transcurso de este año.
Desde esa perspectiva, no deberíamos ponerle dramatismo a esta suba de la semana pasada.
EC: Ahora, Pablo, el BCRA reacciono rápidamente y varios analistas marcaron que esto reflejaba una intención clara de frenar el aumento del dólar, ¿cómo lo vieron ustedes?
PR: Es cierto. A ver… como comentamos otras veces, desde octubre del año pasado comenzó a regir en Argentina un nuevo esquema monetario cambiario, que entre otras cosas incluyó un objetivo explícito de aumento nulo de la base monetaria hasta junio de este año. En términos sencillos, bajo el esquema vigente, el BCRA fija la cantidad de dinero y las tasas las determina el mercado, dependiendo de la demanda de dinero en cada momento del tiempo.
En ese marco, el BCRA venía colocando cantidades preanunciadas de letras (las llamadas LELIQs) y el mercado fijaba la tasa, que, como mencionaba antes, en un clima de expectativas más favorable venían bajando de forma significativa.
La novedad de la semana pasada es que el BCRA colocó mayores montos de letras de lo preanunciado, promoviendo tasas más altas, incluso cuando eso suponga “sobre cumplir” la meta monetaria de crecimiento nulo de la cantidad de dinero. Presumiblemente, como decías, el BCRA reaccionó de esta manera con el objetivo de frenar la suba del dólar.
EC: ¿Y por qué la preocupación por la suba del dólar si, como decías, el dólar tiene que subir nominalmente?
PR: No podemos saber a ciencia cierta cual está siendo el razonamiento, pero probablemente hay, por un lado, temor al inicio de una nueva corrida cambiaria (todavía no hay un clima de confianza consolidado en Argentina) y, por otro lado, está el objetivo de moderar la inflación. Esa ha sido una de las preocupaciones centrales del equipo económico en los últimos tiempos.
EC: ¿Cómo viene evolucionando concretamente la inflación en Argentina?
PR: Pese a la relativa calma cambiaria de los últimos meses la inflación viene teniendo mucha persistencia en Argentina, algo que es típico de contextos de inflación alta, en donde la inercia inflacionaria es bien difícil de quebrar.
Concretamente, en los últimos doce meses a enero la inflación se ubicó levemente por encima del 49% y se estima una suba adicional importante en febrero…
EC: Está claro que la economía argentina sigue enfrentando muchas dificultades, ahora ¿cómo están viendo las perspectivas para este 2019?
PR: La verdad es que más allá de la suba del dólar que vimos la semana pasada y el nerviosismo que eso volvió a despertar, desde finales del año pasado el gobierno argentino logró con éxito frenar la corrida cambiaria intensa que venía enfrentando…
Ahora, eso lo ha logrado con una política monetaria que como decía antes es extraordinariamente contractiva y supone tasas de interés muy altas. Incluso antes del repunte de los últimos días, las tasas estaban en torno de 45%… tasas de esa entidad tienen costos muy altos para la actividad económica. Y en ese sentido la economía argentina está atravesando una recesión muy severa. Incluso proyectando cierta recuperación de la actividad en el transcurso de este año, con la contracción abrupta que vimos en 2018, en el promedio de 2019 el PIB va a cerrar seguramente por debajo de los niveles promedio del año pasado. Nosotros estamos aguardando una contracción promedio anual de entre 1,5% y 2% para este año.
Y en una mirada de mediano plazo sigue prevaleciendo un escenario de mucha incertidumbre… la verdad que aún no podemos decir que lo peor ya pasó en Argentina.
EC: ¿Por qué decís eso, Pablo?
PR – Digo eso porque si bien es cierto que las obligaciones financieras de corto plazo están esencialmente cubiertas con la asistencia que se logró del Fondo Monetario, ese financiamiento se irá agotando y más allá de 2020 Argentina tendría que volver al mercado de capitales. Hoy el riesgo país está en torno de los 700 puntos básicos… tiene que bajar mucho para que Argentina pueda volver a financiarse en el mercado.
Y para eso, para recuperar la confianza, es clave que se logren recomponer los equilibrios macroeconómicos. En particular, las cifras fiscales han tenido una mejora notoria en el último año, pero el déficit fiscal sigue siendo todavía muy alto. Y a esto se agrega que este año hay elecciones presidenciales y los primeros sondeos están planteando un crecimiento importante del kirchnerismo, con Cristina Fernández nuevamente como posible candidata.
Con todo esto, Argentina sigue siendo realmente muy vulnerable, no sólo a un nuevo deterioro del escenario externo sino también a cualquier cambio o sorpresa negativa en el contexto local.
Desde Uruguay vamos a tener que seguir muy atentos a este vecino.
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Foto: Banco Central de Argentina. Crédito: Casa Rosada / Wikimedia Commons