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Empresarios uruguayos muestran "moderado optimismo" ante la situación económica del país y del sector, según encuesta de Exante. Análisis de Alejandro Vallcorba

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Foto: Pixabay

EMILIANO COTELO (EC): “Moderado optimismo sobre la situación económica, el panorama empresarial y la menor inflación”. Así tituló Exante el informe que acompañó la divulgación, esta semana, de la última edición de su tradicional Encuesta de Expectativas Empresariales.

Como muchos de ustedes saben, se trata de un relevamiento semestral, que consulta la visión de los empresarios uruguayos sobre la economía, el clima de negocios y la dinámica de sus propias empresas. El último relevamiento se hizo en abril y contó con la participación de unos 300 ejecutivos de empresas nacionales y multinacionales que operan en Uruguay.

Para recorrer las principales conclusiones del estudio, conversamos en los próximos minutos con Alejandro Vallcorba, economista de Exante.

ROMINA ANDRIOLI (RA): ¿Qué lectura general hacen de los resultados de esta última edición de la encuesta, Alejandro?

ALEJANDRO VALLCORBA (AV): En varias dimensiones hay bastante continuidad con los relevamientos anteriores, pero destacaría dos elementos.

El primero, es que en las últimas mediciones veníamos observando más bien revisiones a la baja de las expectativas sobre la marcha de la economía y sobre la evolución de las propias empresas. Esta vez, en cambio, recogimos varias notas positivas. Después podemos mencionar ejemplos, pero destaco que las correcciones – en el margen – fueron en muchos casos al alza. Eso parece consistente con que la economía uruguaya tuvo un 2023 muy flojo y con la mejora que se está observando (y que se proyecta por parte de gobierno y analistas) para 2024.

El segundo destaque creo que está por el lado de las expectativas de inflación, que es un tema que se ha instalado con fuerza en la agenda económica de los últimos meses.

RA: Vayamos por partes. Empecemos por lo primero que mencionabas. ¿Cuán importantes fueron los cambios en materia de expectativas sobre la marcha de la economía y de las propias empresas?

AV: No fueron cambios muy grandes, pero – como decía – es muy consistente el signo del cambio, luego de 4 encuestas en las que las revisiones venían siendo más bien a la baja.

Por ejemplo, quienes consideran que la economía va a estar mejor durante el próximo año pasaron de 28% a 39% de los encuestados y solo un 6% entiende que va a empeorar. A nivel empresarial siguen predominando muchos juicios neutros, pero quienes esperan que su producción va a aumentar pasaron de 48% a 58%, quienes esperan invertir más pasaron de 46% a 50% y quienes esperan una mejor rentabilidad pasaron de 35% a 43%. Además, destaco que en todos los casos los saldos netos entre respuestas positivas y negativas son ampliamente positivos.

El otro elemento a señalar es que las respuestas positivas también comparan de forma bastante favorable con lo que observábamos antes de la pandemia, cuando la economía también estaba creciendo poco. Por ejemplo, recién decía que los ejecutivos que esperan que su empresa produzca más dentro de un año fueron esta vez el 58%. En octubre de 2019 eran alrededor de 30%, la mita. En materia de inversión, la conclusión es la misma. Esta vez 50% dijo que invertirá más; en octubre de 2019 ese porcentaje era 22%.

RA: ¿Cómo fueron los resultados en relación a la evaluación del clima de negocios?

AV: Como en ocasiones previas, allí seguimos recogiendo juicios sumamente positivos. Quienes lo consideran “bueno” o “muy bueno” suman el 90% de las respuestas y prácticamente no hay respuestas que lo tilden de malo. Para esa dimensión venimos ya de seis relevamientos con respuestas positivas por encima de 85%, que son máximos para la historia de la encuesta.

RA: Volviendo a las respuestas sobre las decisiones que toman estos ejecutivos en sus propias empresas. ¿Qué resultados obtuvieron en materia de empleo? ¿Esperan contratar más?

AV: El patrón de los últimos relevamientos siempre ha sido que hay una visión cautelosa respecto a las decisiones de contratación de personal. En concreto, los ejecutivos que piensan que sus empresas van a emplear más trabajadores el próximo año fueron aproximadamente un 30%, mientras que como decía recién los que esperan un aumento de la producción fueron casi 60% y la mitad dijo que va a invertir más.

Entonces, tenemos juicios más moderados en la dimensión de empleo. En forma consistente con eso, hay muchas más respuestas neutras respecto al empleo (me refiero a que casi el 60% no prevé muchos cambios en su dotación de trabajadores para el próximo año).

Por otro lado, los que esperan una reducción en el empleo en sus empresas fueron “solo” (entre comillas) el 12%. Por lo tanto, marco como algo bueno que el saldo neto entre las respuestas de que el empleo en la empresa “aumentará” versus “disminuirá” sigue siendo positivo y que incluso subió un poco frente a relevamientos previos. Contrasta mucho, a su vez, con lo que recogíamos durante el período 2014-2019, cuando este saldo neto era negativo y veíamos efectivamente al empleo cayendo en Uruguay.

RA: ¿Hay expectativas de cambio en la gestión de la política económica luego de las elecciones?

AV: En general no se esperan cambios en la política económica ni en lo que resta de este gobierno ni en la próxima administración. Dicho eso, en el margen hay un sesgo pesimista en las opiniones respecto a los cambios que podría introducir el próximo gobierno. Concretamente, 54% no espera cambios, pero si miramos al resto son más los que esperan un deterioro (un poco más del 30%) que los que esperan una mejora (en el eje del 15%). Aclaro igual que las opciones de respuesta distinguen entre fuerte deterioro y leve deterioro y que las respuestas negativas están casi todas en esa opción de leve.

Uruguay ha construido un capital grande de expectativas aquí. Entre los empresarios parece primar una visión positiva respecto al clima de negocios y respecto a la gestión de la política económica, que trascendería los períodos de gobierno.

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