A. Económico

Un balance de la reforma de la seguridad social con el economista Pablo Rosselli (Exante)

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Foto: Mauricio Zina/ adhocFOTOS

EMILIANO COTELO: La semana pasada se aprobó finalmente la reforma de la seguridad social. Ello ocurrió luego de un proceso largo de discusión, que culminó con negociaciones intensas dentro de la Coalición Multicolor y con ajustes de última hora.

El presidente Luis Lacalle Pou se refirió al asunto recurriendo a la metáfora del agua en la leche y dijo que a pesar de que se le echó agua, “sigue siendo leche”.

Para realizar un balance de la reforma finalmente aprobada, estamos en comunicación con el economista Pablo Rosselli, socio de Exante.

ROMINA ANDRIOLI (RA): ¿Cómo miran ustedes el proyecto finalmente aprobado?

PABLO ROSSELLI (PR):

Toda reforma de este tipo implica negociación – implica resignar parcialmente algunos objetivos.

Objetivo central de la reforma – sustentabilidad financiera del régimen – se logra.

Contención del gasto público en pasividades en torno de 10% del PIB (nivel actual).

Sin reforma, el gasto público – 13% del PIB dentro de unas décadas.

Se cumple el objetivo central, con varios aciertos y algunos aspectos criticables.

RA: ¿Cuáles son los principales aciertos, a tu criterio?

PR: Imposible valorar toda la reforma exclusivamente desde un punto de vista técnico, varias preferencias entran en juego. Acierto fundamental: La estrategia para corregir o moderar los problemas de sustentabilidad se basó en contener el gasto (aumento de la edad de retiro y cálculo del monto jubilatorio), en lugar de recurrir a mayores ingresos. En mi opinión, un acierto del proyecto: Uruguay tiene un alto gasto en pasividades en cualquier comparación internacional vs PIB y vs edad media de su población. Eso es un hecho, no una opinión.

Críticas desde la oposición social y política – todo el esfuerzo recae en los trabajadores. Pero Uruguay tiene altas tasas de aportación, alto desempleo juvenil. En mi opinión, no era recomendable subir aportes. En términos más generales, yo soy de la opinión de que si vamos a subir impuestos que sea para gastar en niñez, adolescencia, pobreza, marginalidad. No en más pensiones (pobreza 2,5% en adultos mayores de 65 años). Esta opinión se basa en hechos pero recoge también mis preferencias. Otros aciertos: Establecimiento del complemento solidario, para pasividades más bajas.Convergencia de regímenes, reduce lentamente inequidades.

RA: ¿Y qué hay del lado de las críticas? La semana pasada en un hilo en Twitter marcabas también críticas.

PR: La convergencia entre regímenes es demasiado gradual y mantiene por tiempo excesivo una situación de privilegio para los retirados de la caja militar. En no mucho tiempo será necesario reformar Caja Profesional y Caja Bancaria (que también ofrecían un régimen mucho más favorable que el régimen general, pero eso va a cambiar y dejará más en evidencia que a pesar de la convergencia, el régimen para los retirados militares seguirá siendo muy privilegiado por mucho tiempo.

Además, se faculta al PE a bonificar los años de servicio para militares, equiparándolos a policías, lo cual no parece razonable.

RA: ¿Cómo evaluás los cambios que se introdujeron sobre el final de las negociaciones?

PR: Vayamos cambio a cambio.

A instancias de Cabildo Abierto, para cálculo de la jubilación se toman los mejores 20 años de aportes (en lugar de los mejores 25 años como planteaba el proyecto). Reduce el impacto en sustentabilidad (pero igual es mejor que el régimen actual, que permite un incremento de hasta 5% sobre los mejores 20 años). Desde un punto de vista técnico, este cambio deja más incentivos a sub-declaración de aportes que proyecto original y favorece a quienes logran salarios más altos a lo largo de su carrera.

A solicitud del Partido Colorado se introdujeron dos cambios en el proyecto que son técnicamente irreprochables, aunque reducen el impacto en la sustentabilidad. Por un lado, se corrige un problema que tenía el proyecto: los nacidos en 1972 se jubilarían con 60 años y los nacidos en 1973 lo harían con 63 años… ahora la suba es más gradual (61 para los nacidos en 1973 y luego sube de a un año. Este cambio corrige problema de diseño, pero tiene un impacto negativo transitorio en la ecuación financiera del régimen.

Otro cambio pedido por el PC es permitir un retiro anticipado (con 63 años de edad y 38 de aportes o con 64 años y 35 de aportes). Es un cambio que recoge normas usuales a nivel internacional y puede considerarse justo al contemplar el esfuerzo de aportes realizado, aunque favorece también a quienes tuvieron mejores carreras laborales.

Dos de estos tres cambios tienen una orientación favorable a quienes lograron mejores carreras laborales.

Por último, como transacción para llegar a un acuerdo, el PC exigió que se incluyeran en la reforma rebajas adicionales del IASS. Ese cambio no tiene que ver con la reforma en sí misma, pero he comentado varias veces en el programa mi opinión contraria a la reducción del IASS, esencialmente por razones de equidad.

RA: Un tema de mucha discusión sobre la reforma es el relativo al impacto en las jubilaciones: ¿Van a ser más bajas? ¿Cómo se ordena esa discusión, Pablo?

PR: Respuesta compleja, debate político simplificó el asunto en demasía (de los dos lados).

Mucha casuística – implica hacer simulaciones | muchos supuestos (lógicamente cuestionables).

¿Cómo hacer la comparación? ¿Tomamos jubilación con régimen actual a los 60 años versus jubilación con reforma a los 65 años? ¿O comparamos 65 años en los dos regímenes?

¿Qué queremos medir?

Suficiencia de la jubilación: podemos comparar 60 años actual vs 65 con nuevo régimen. Comparamos jubilaciones que se obtienen cuando alguien se retira apenas puede configurar la causal. Simulaciones de CINVE – jubilaciones en ambos regímenes tienden a ser similares. ¿Por qué? Porque hay un mayor esfuerzo de aportes (más años de aporte y de ahorro en AFAPS). Saldain en El País del sábado, misma conclusión: Tasas de Reemplazo (Jubilación / Salario) tienden a ser similares.

Impacto del cambio para un mismo nivel de esfuerzo de contribuciones del trabajador (¿cómo surge la mejor sustentabilidad del régimen?): tenemos que medir 65 años con reforma vs 65 años sin reforma.Y así predominan resultados negativos porque justamente la reforma opera a través de una contención del gasto que surge de pedir más esfuerzo a los trabajadores (mayor edad de retiro).

Comentario importante: Complemento solidario permite mejorar jubilaciones más bajas en las dos comparaciones, y le da más progresividad a la asistencia financiera al régimen que seguirá haciendo Rentas Generales.

RA: Sobre el complemento solidario hay otro punto de discusión: El proyecto faculta al Poder Ejecutivo a que los parámetros que se usan para fijar el monto del complemento solidario se vayan ajustando en función del Indice Medio de Salarios o del IPC. Pero si los salarios crecen a lo largo del tiempo y el complemento solidario se ajusta por IPC, cada vez será menos importante ese componente. Y las proyecciones del gobierno se hicieron sobre la hipótesis de que ese ajuste irá por IPC. ¿Cómo hay que mirar este asunto?

PR: Tema que reviste cierta complejidad, depende de qué objetivo le asignemos a ese complemento.

Si la función principal del complemento solidario es garantizar un nivel de ingresos más alto, que guarde relación con lo aportado, cuanto más suban los salarios y mayores sean las jubilaciones que logren las personas, menor necesidad de ese complemento. Desde esa perspectiva, estaría bien que se ajuste por IPC.

Pero si se piensa que ese complemento tiene principalmente un objetivo redistributivo, estaría bien que se ajuste por Indice Medio de Salarios, para que el complemento no pierda importancia a lo largo del tiempo.

En mi opinión, sería correcto que los parámetros del complemento solidario se ajusten por IPC porque tiendo a pensar que ese complemento es particularmente útil para reforzar jubilaciones bajas en términos de su poder adquisitivo, y porque también pienso que hay mejores instrumentos para procurar reducir la pobreza o la insuficiencia de ingresos.

Para eso, tenemos que reforzar las transferencias a los hogares, contemplando el hogar en su conjunto y todas las fuentes de ingresos, y ya sabemos que la pobreza entre los adultos mayores es muy baja (2,5%).

En cualquier caso, no está bien que este asunto quede a discreción del Poder Ejecutivo, porque el costo de ajustar los parámetros en base a los salarios es muy significativo.

RA: A modo de síntesis, ¿cuál es el balance? ¿Quedó demasiado aguada la reforma?

PR: Las negociaciones dentro de la coalición de gobierno condujeron a un conjunto de modificaciones que en términos generales reducen el impacto buscado en la sustentabilidad económica del sistema. Pero esta reforma “aguada” deja una situación mejor que el statu quo.

La reforma también deja aspectos importantes sin modificar, principalmente en lo que hace a inequidades (e inconsistencias) en los regímenes de aportación. Hay algunos sectores que tiene exoneraciones de aportes patronales, otros como el agro que liquidan ese aporte en base a un ficto.

La reforma no introdujo modificaciones en las bonificaciones de años de aporte y de edad para configurar causal jubilatoria. Probablemente es necesario revisar eso.

A medida que pase el tiempo habrá que analizar algunos posibles impactos indeseado de la suba en la edad de retiro, en el mundo hay evidencia de que subir la edad de retiro conduce a un aumento de las jubilaciones por invalidez, puede ocurrir que para algunas personas los ingresos bajen mucho en los últimos años de su carrera, y que eso demande alguna atención de las políticas públicas.

En definitiva, esta reforma no agota el asunto, pero deja un horizonte importante de mayor sostenibilidad económico-financiera, y deja espacio para que más adelante se aborden esos problemas que planteaba recién.

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