Entrevista central

Lanzan primer "Bono de impacto social" en Educación para financiar bachillerato de 50 jóvenes de contexto crítico, con formación dual. ¿Qué ganan los inversores privados? ¿Y el Estado?

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Foto: En Perspectiva

¿Han oído hablar de los bonos de impacto social?

Son instrumentos financieros diseñados para canalizar fondos privados hacia proyectos que abordan problemas sociales o ambientales. En el mundo se utilizan hace más de una década. Y ahora están llegando a Uruguay.

El gobierno presentó este martes el primer “bono de impacto social” aplicado en el ámbito de la educación

En este caso, calificado como piloto, se crea un fideicomiso de US$ 600 mil dólares para financiar los estudios de 50 jóvenes de contexto socioeconómico vulnerable, que cursarán el bachillerato tecnológico en el centro educativo Ánima.

El fideicomiso está integrado por aportes de empresas privadas y del Estado. Si Ánima cumple con una serie de metas educativas, el Estado le devuelve a los inversores el dinero que volcaron.

Profundizamos En Perspectiva en este mecanismo novedoso con el economista Antonio Manzi, director de Transferencias y Análisis de Datos del Mides, uno de los principales impulsores de este bono desde el Estado; y a Ximena Sommer, directora Ejecutiva y Co-fundadora de Ánima.

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