Pablo Iturralde (PN), Fernando Pereira (FA) y el después de la reunión de líderes partidarios: ¿Abrió una nueva etapa en el relacionamiento político?
La agenda política de esta semana tuvo un hecho destacado y auspicioso.
Autoridades de los principales partidos con representación parlamentaria se reunieron el martes con el objetivo de mejorar “la convivencia democrática” y evitar “agravios” personales en el debate político.
El encuentro, que se llevó a cabo en el Palacio Legislativo, fue una propuesta del presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, que estaba preocupación por los niveles de “crispación” en la discusión política. Los otros líderes aceptaron de inmediato la invitación.
Pereira además quería plantear a los otros partidos la necesidad de tomar medidas para mejorar la transparencia del sistema político
Ya han pasado tres días. Entonces, ya con algo de distancia, ¿qué dejó el intercambio? ¿Se abre una nueva etapa en el relacionamiento político?
Vamos analizarlo, con los presidentes de los dos principales partidos políticos del Uruguay.
Conversamos En Perspectiva con el presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira y el presidente del Honorable Directorio del Partido Nacional, Pablo Iturralde.
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El contrapunto de las voces invitadas dejó en claro que, entre las personas hay apenas una cañadita, sí, a veces torrentosa y desbordada; y entre las ideas hay un océano de aguas inmezclables de sales opuestas.
Hasta que punto se azuzan diferencias, en cual tono, es el talante de limitar dichos y acciones a un territorio en que sean posibles convivencia y democracia.
Se reunieron porque hay algo importante para reparar, que aunque no está roto aún, muestra fisuras preocupantes.
No es fácil, de hecho no lo imagino, como concordar actos políticos relevantes, entre modelos de, por un lado derecha neoliberal y por otro, izquierda progresista; no hay centro real ni creíble, existe polarización ideológica.
El presente y el futuro político se resume a eso, agua y aceite, veremos si es posible hallar una química emulsión o simplemente, un desequilibrio grande hacia un lado; no se puede andar empezando de cero luego de borrar lo anterior, una y otra vez, sin, en esa gimnasia, sufrir esguinces y desgarros sociales.