Entrevistas

Los problemas de salud mental de los jóvenes inciden en el capital humano de un país, y pueden implicar millones de dólares en su economía. Con Giovana Menegotto, investigadora brasileña

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Foto: En Perspectiva

¿Cuánto hablamos de la salud mental en los jóvenes y los desafíos que supone?

Para esos temas tan conversados, nunca viene mal poner números sobre la mesa.

Uruguay tiene datos alarmantes en suicidios, particularmente en jóvenes: en los adolescentes de entre 15 y 19 años, la autoeliminación es la principal causa de muerte.

Se sabe que las escuelas y los liceos juegan un rol clave en este tema, tanto para dar contención como también un sitio donde puede potenciarse la soledad o el bullying. Todo el entorno, no solo el aula, es fundamental.

Pero los problemas en un país son tantos, y los destinos en los que colocar los fondos finitos del Estado, que este parece quedar relegado. No se ve la salud mental de los adolescentes, por ejemplo, entre los principales temas de agenda electoral.

Por eso conviene repasar la investigación “Ensayos sobre la economía de la salud mental en adolescentes en Brasil”, que elaboró la economista y nutricionista Giovana Menegotto, como tesis para su doctorado.

Allí la doctora Menegotto pone le números a esta cuestión. Y si se lo lleva a términos fríos, puede concluirse a partir de su trabajo que no invertir en salud mental en jóvenes termina siendo un costo económico para la sociedad.

¿Por qué? ¿Cómo se mide ese impacto? ¿Cuánto hay que hacer, puede lograrse un efecto positivo con poco?

Profundizamos En Perspectiva en el trabajo de Giovana Menegotto, que es doctora en Economía Aplicada por la Universidad Federal de Río Grande do Sul, que centra su investigación en Salud Mental, Obesidad y Políticas Públicas, y que se encuentra estos días en Montevideo.

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Documento relacionado: Ensayos sobre la economía de la salud mental en adolescentes en Brasil

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