Transcripción de la entrevista con Andrés Tierno Abreu
El ingeniero Andrés Tierno Abreu, ex presidente de Ancap y presidente del Comité uruguayo del World Petroleum Council, aseguró que el bajo precio del petróleo no será un impedimento para las exploraciones de búsqueda de petróleo uruguayo. Además, alabó el fracking y dijo que sus críticas se deben a la “mala calidad de comunicación” de la industria petrolera
Tierno Abreu dijo que considera que la baja del precio del barril de petróleo se debe a cuestiones vinculadas al mercado y no a la geopolítica. “Por supuesto que este mercado tiene una influencia enorme y conforma la geopolítica, pero el punto de arranque es el mercado”, aseguró el presidente del Comité uruguayo del World Petroleum Council, un organismo que agrupa comités de 60 países que producen y consumen más del 90 % de todo el mercado mundial de petróleo y gas natural.
Consultado sobre a qué se debe el descenso del precio del barril de petróleo, el ex presidente de Ancap señaló una confluencia de factores: una mayor oferta gracias a las nuevas tecnologías, un menor crecimiento de la demanda y la decisión de la OPEP -comandada por Arabia Saudita- de mantener su producción. Esta decisión de Arabia Saudita se debe a que en la anterior crisis del petróleo la OPEP restringió su producción y esta oportunidad “fue utilizada por nuevos productores para meterse en el mercado, con lo cual la OPEP perdió fracción de mercado”, y, por lo tanto, poder para manejarlo. “La esperanza de Arabia Saudita es que el petróleo de fracking [método utilizado principalmente por EEUU] empiece a tener problemas con la baja de precios, pero la realidad muestra que no es así”, agregó el ingeniero.
En cuanto a la evolución de los precios del petróleo, Tierno Abreu dijo que la industria petrolera considera que difícilmente se vuelva a un valor superior a los US$ 100 por barril y que él cree que se estabilizará entre los US$ 60 y los US$ 70 por barril. Este descenso puede ser, en principio, positivo para Uruguay por su dependencia de la importación, pero, advirtió, también tiene un fuerte efecto en el precio de las materias primas porque éste tiende a acompañar los vaivenes del valor del crudo.
Consultado sobre la exploración de petróleo en Uruguay, el ex presidente de Ancap se mostró confiado en que la empresa Total realizará la perforación que está acordada para realizarse entre este año y el próximo. Señaló que junto al precio del petróleo también bajaron los costos de la infraestructura necesaria para exploraciones, por lo cual a Total “le va a costar muchísimo menos” que lo previsto hacer esta primera perforación. Además, señaló: “Veo, todavía con estos precios de petróleo, la viabilidad” del petróleo uruguayo.
El ingeniero también se extendió acerca de las ventajas del fracking, al que definió como “una de las revoluciones más grandes que se han producido en los últimos tiempos”. Tras contar la historia de cómo se descubrió este método, señaló que su impacto ambiental se puede controlar a través de las nuevas tecnologías de la industria petrolera. Aseguró que en los estados de EEUU en los que se utiliza este método “hay reglamentaciones y regulaciones que tienen que cumplir todas las operaciones para que no se produzcan efectos indeseados”. Consultado sobre los cuestionamientos de ambientalistas a este método, aseguró que en toda su historia la industria petrolera ha dejado en evidencia que tiene “una mala calidad de comunicación”, permitiendo a los ambientalistas desarrollar un discurso crítico.
***
EN PERSPECTIVA
Martes 14.4.15, hora 8.12
EMILIANO COTELO: La baja del precio del petróleo que se ha dado en los últimos meses es aplaudida por los países que lo compran crudo afuera y es sufrida por aquellos que son productores.
En el caso de Uruguay podríamos decir que ese fenómeno tiene un sabor agridulce: nos beneficia en nuestra actual condición de importadores de petróleo, pero genera cierta preocupación si pensamos en los trabajos de exploración de yacimientos que se están realizando tanto en tierra como en la plataforma marítima.
¿Qué es lo que está pasando con el precio del crudo en el tablero mundial? ¿Qué factores inciden? ¿Qué cabe esperar a futuro?
Vamos a conversarlo con el ingeniero Andrés Tierno Abreu, que ocupó la presidencia de Ancap durante el gobierno del doctor Lacalle y hoy es presidente del comité uruguayo del World Petroleum Council.
¿Qué es el World Petroleum Council y qué implica su tarea?
ANDRÉS TIERNO ABREU: Es un organismo que se fundó en el año 1933, que agrupa comités de 70 países que producen y consumen más del 90 % de todo el mercado mundial de petróleo y gas natural. Esta organización tiene su sede en Londres, una secretaría ejecutiva, y su principal producto es la organización, cada tres años, de un congreso mundial de petróleo y gas natural y una muestra de equipamiento que recorre toda la industria, del upstream al downstream y el menudeo en la venta de petróleo.
EC – ¿Cuáles son sus tareas en ese contexto?
ATA – Nuestra tarea es la representación de Uruguay. El Consejo tiene una reunión por año, siempre en un lugar diferente en el mundo, y a lo largo del año hay algunas actividades, por ejemplo talleres de tipo regional. Nosotros hemos organizado ya un taller regional el año pasado, y ahora estamos proyectando un segundo taller regional para el mes de octubre también acá en Uruguay.
EC – Una pregunta más antes de pasar a hablar de lo que está ocurriendo con los precios del petróleo: ¿quiénes son hoy en día los principales jugadores del mercado petrolero, los que inciden, los que marcan tendencias?
ATA – Desde hace ya mucho tiempo los principales jugadores en este sistema son EEUU, como productor y como consumidor; Rusia, que ha entrado y se ha transformado en un gran jugador, y Arabia Saudita. Estos tres jugadores producen en el entorno de los 10 millones de barriles diarios cada uno.
EC – ¿Qué porcentaje es eso del total?
ATA – Son unos 30 millones en 90 y algo de millones de barriles, que es el consumo mundial.
EC – La tercera parte.
ATA – Ahí está. De manera que estos serían tres jugadores importantes. Y ya en cuarto lugar, bastante más lejos como jugador, China, con 4 millones de barriles.
EC – Vamos a la pregunta de la introducción: ¿a qué atribuye el hecho de que el barril de petróleo se haya derrumbado como lo ha hecho de los US$ 100 a principios de 2014 a menos de US$ 50 como estuvo en marzo?
ATA – En primer lugar, estamos hablando de un mercado, de un mercado global, de un mercado dirigido y referenciado en dos mercados digitales muy grandes y mundiales como el mercado de Nueva York y el mercado de Londres. Yo me afilio, como la gran mayoría de la gente del mercado petrolero, a la posición de que este es un tema de mercado y no un tema de geopolítica.
EC – Están las dos interpretaciones.
ATA – Están las dos. Por supuesto que este mercado tiene una influencia enorme y conforma la geopolítica, pero, a nuestro entender, el punto de arranque es el mercado. Y este movimiento del mercado es un movimiento por fundamentos. Este mercado funciona con motores especiales, uno de esos motores en los últimos diez años ha sido EEUU, y el otro ha sido China, con su crecimiento y su tamaño económico.
En los fundamentos de este mercado petrolero primero irrumpe una verdadera revolución, que es la participación de manera significativa del mercado del petróleo y el gas natural no convencionales, principalmente, casi exclusivamente por ahora en términos significativos, en EEUU.
EC – Se refiere a tecnologías como el fracking o el shale oil.
ATA – Esas son las tecnologías de extracción. El otro motor, que ha sido China, ha visto disminuida su tasa de crecimiento, entonces la presunción de todo el aparato productor es que la demanda china ha disminuido. Con lo cual se ha producido una caída fabulosa en el precio en un proceso de más o menos seis meses. Y el golpe final lo da OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), comandada por Arabia Saudita, que decide no reaccionar a esto haciendo una restricción, sino manteniendo el volumen de producción de OPEP como un total.
EC – Entonces por un lado tenemos mayor oferta de crudo a partir de esas nuevas tecnologías, petróleo y gas no convencionales; por otro lado tenemos menor crecimiento de la demanda, y por último la decisión de Arabia Saudita, ante esas novedades, de no reaccionar, de seguir produciendo lo mismo. Ese cóctel es el que deriva en la caída de los precios. Pero… ¿esa decisión de Arabia Saudita no es una decisión política?
ATA – Es una decisión de mercado. Arabia Saudita aprendió una lección de la anterior crisis del petróleo, ante la cual había reaccionado y se produjo una suba enorme –fenómeno contrario al de ahora–, que dio lugar al crecimiento de alternativas de producción fuera de OPEP, en el golfo de México, el off shore brasileño y en Rusia. Estos tres jugadores nacen con fuerza a partir de la anterior crisis, en la cual la táctica de OPEP fue bajar la producción.
EC – Bajó la producción, subió el precio, y eso volvió viables producciones de petróleo en determinados lugares que hasta ese momento no se estaban utilizando.
ATA – Con esa reacción que provocó la restricción de la producción de OPEP, OPEP pierde una fracción del mercado mundial, y al perder esa fracción pierde poder en la conducción del mercado. En este momento se da una situación muy especial, por la cual Arabia Saudita, Emiratos Árabes y Kuwait toman esta decisión, y al no haber unanimidad no hay baja de producción, porque estos tres países –y algún otro– no tienen ningún problema financiero y el precio actual les sigue sirviendo para mantener su presupuesto. No es el caso de Venezuela, de Irán y de Nigeria, por nombrar los tres más grandes después de Arabia Saudita, que están necesitando precios muy por encima de los US$ 100 el barril que teníamos antes de esta crisis de precios.
EC – Ahí aparecen las consideraciones geopolíticas. Hay quienes entienden que Arabia Saudita, apoyándose en esa situación fiscal relativamente fuerte, está provocándoles problemas a otros países, en particular a Venezuela y a Rusia. No es una medida inocente, hasta podría tener otros objetivos escondidos.
ATA – Yo sigo pensando que no, y que esa es una consecuencia, que no le viene mal, por supuesto. Pero ¿qué sucedería si la OPEP llevara adelante una restricción de precios? Hay que entender cómo funciona la OPEP. Entre todos mantienen una cuota máxima de unos 30 millones de barriles, dentro de la cual está la cuota de cada uno de ellos. Cuando alguno de ellos no puede llenar su porción, los que pueden producen más que la cuota que tienen asignada. Ese es el caso de Arabia Saudita, de Emiratos y de Kuwait en este momento. Irán no puede cumplir con su cuota, Nigeria no puede cumplir con su cuota, Venezuela no puede cumplir con su cuota. Si hubiera una baja de los 30 millones en general, estos países que no podían cumplir con su cuota podrían aumentar algo su producción y la suba de precios los iba a mejorar. Y Arabia Saudita perdería parte de la participación que tiene hoy en el mercado. De manera que es desde ese punto de vista estrictamente comercial, que tiene por supuesto consecuencias geopolíticas.
EC – ¿No hay también, quizás, una intención de complicarle las cosas a EEUU, que se ha convertido en un actor tan fuerte del mercado a partir de esas nuevas tecnologías, por ejemplo la del fracking? Ahí tenemos un país o un tipo de producción de petróleo de altos costos. ¿Qué efectos le produce a ese país una situación de precios como esta?
ATA – Evidentemente la esperanza de Arabia Saudita es que, con la depresión de los precios, el petróleo de fracking empiece a tener problemas. Pero la realidad está demostrando que no es tan así.
EC – ¿Cómo se entiende?
ATA – Con US$ 50, todo el petróleo no convencional de EEUU está funcionando, su producción apenas ha disminuido, y ya van varios meses de esto. Esta es una de las revoluciones más grandes que se han producido en los últimos tiempos. Me gustaría hablar un poquito sobre eso, que es algo que no ha llegado fácilmente al gran público.
EC – Estamos habando del fracking, fracturación hidráulica o fractura hidráulica, que permite acceder a yacimientos de petróleo que antes no eran aprovechables. Se ha discutido mucho esto por el lado del impacto desde el punto de vista ambiental, de los daños que produciría con vistas al futuro. Pero usted lo califica de revolución. ¿Por dónde lo está mirando?
ATA – Es una revolución. Y todavía estamos en la curva de aprendizaje, día a día la capacidad de producción por el método del fracking está mejorando y abaratándose. Creo que ese es uno de los factores que en un principio Arabia Saudita no tuvo en cuenta y el aterrizaje de los precios está prolongándose bastante más de lo que en un principio se imaginó.
Vale la pena analizar esto, porque es lo más impactante a nivel general. Esta revolución se da en EEUU porque allí confluyen tres condiciones fundamentales: primero, existe el recurso, pero el recurso también existe en China, en la República Argentina, en Rusia, en algunos países europeos. Pero en ninguno de esos países se dieron las tres condiciones fundamentales para que esa revolución se llevara a cabo.
EC – ¿Cuáles son esas tres condiciones?
ATA – Primero, había una tecnología; segundo, había un espíritu de empresa en los exploradores americanos, y tercero, había capital de riesgo para emprender algo que era desconocido.
EC – Y había también, supongo, detrás de todo eso, un sueño o un proyecto, el del autoabastecimiento de petróleo, que EEUU tiene pendiente.
ATA – También, por supuesto; eso a nivel general. Tanto es así que en EEUU se habló mucho, durante muchos años, del declive de la creencia de que existía petróleo dentro del territorio americano. Los primeros que dejan de creer en eso son los majors, las grandes compañías, que se van al juego global y desarrollan Medio Oriente, desarrollan el offshore en el golfo de México, desarrollan junto con Petrobras el offshore en Brasil, todos grandes emprendimientos.
EC – Con offshore se refiere a la exploración y explotación en el mar, que evidentemente es un esquema de producción muy caro.
ATA – Es muy caro, en el sentido de grandes inversiones y riesgos muy grandes, sin embargo, los majors mantuvieron la producción. No obstante, dentro de EEUU las pequeñas compañías empezaron a martillar y a ver cómo podían extraer petróleo del esquisto o la pizarra, que está completamente atrapado en una roca muy compacta de bajísima permeabilidad y que había que hacer permeable.
Ahí vale la pena destacar el espíritu de empresa de ese explorador independiente y pequeño de EEUU. Un ejemplo es aquel a quien llaman “el padre del fracking”, un señor George Mitchell. George Mitchell es el hijo de un inmigrante griego de principios del siglo XX a EEUU, un pastor de cabras que, visto que no tenía futuro, emigra. Termina, como todos los inmigrantes, en […] haciendo su cuarentena, y se va al sur y termina en Texas. Allí termina en el trabajo más duro, que es la construcción de vías férreas. Cuando venía el pagador cada quincena a pagar, este señor, que se llamaba Savvas Paraskevopoulos, era el último en cobrar y cobraba por defecto, porque el irlandés que cantaba los nombres no podía pronunciar su nombre, entonces al final faltaba uno por cobrar y cobraba él. Hasta que en un momento el pagador le dice: “Mira, o te cambiás el nombre o no trabajás más acá. Si querés seguir trabajando, de aquí en adelante te llamás igual que yo: Michel Mitchell”. Esa fue la solución.
Michel Mitchell crea una familia, sus hijos estudian, George se hace ingeniero petrolero en una universidad de primera línea de EEUU, en Austin, y empieza sus tareas de explorador. Tenía pequeños campos, vendía su gas a las compañías grandes, tenía una compañía en crecimiento, pero su producción empieza a disminuir. Entonces dice: voy a solucionar el tema sacando petróleo de la pizarra. Y empieza a probar el fracking. El fracking es una tecnología que se inventó en los años 40 del siglo pasado.
EC – No es nueva.
ATA – No es nueva, se usaba en yacimientos convencionales para aumentar la permeabilidad. No era este el caso. Empiezan a hacer las tentativas, desastre va, desastre sigue, los ingenieros que lo asesoran le dicen “no insista más con esto, nos vamos a fundir, esto no funciona”. Pero él insistía en que sí, y la empresa iba disminuyendo su tamaño. Entonces a espaldas de él entra un ingeniero joven y le dan la tarea de ir ahorrando lo más que se pudiera en todos los aditivos y la arena que se le agregaba al agua de fracturación. En un momento dado este joven ingeniero nota que desde que empieza a ahorrar en todas esas cosas mejora la producción. Va a reportarlo a sus jefes, y ellos le dicen: “Si es cierto lo que tú dices, me trago el título de geólogo y de ingeniero de producción. Eso no puede ser”. La realidad es que efectivamente eso caminó, se hizo el desarrollo de prueba y error, prueba y error, y desarrollaron el fracking, que combinaron con otros desarrollos que habían hecho pequeñas empresas en la perforación horizontal.
EC – Está claro que a usted lo entusiasma mucho el proceso que llevó a la consolidación de esta tecnología en EEUU, habla de una revolución. Pero también están los críticos, que señalan que por ejemplo esto es muy dañino para los acuíferos, por mencionar nada más que uno de los impactos ambientales negativos.
***
EC – Usted relataba recién la historia del fracking, cómo se desarrolló una tecnología que ya existía, cómo se la mejoró ahora en EEUU, y que esa producción de crudo no convencional colocó a ese país como un actor protagónico del mercado. Ese es uno de los factores, para usted, de esto que estamos observando en materia de precios. Pero ¿esa tecnología no es pan para hoy y hambre para mañana? ¿Qué dice a propósito del impacto ambiental del fracking?
ATA – El impacto ambiental es perfectamente manejable con todas las tecnologías que se usan en la industria petrolera, inclusive esta. En todos los estados de EEUU en los cuales hay fracking, como Texas o Dakota del Norte, hay reglamentaciones y regulaciones que tienen que cumplir todas las operaciones para que no se produzcan efectos indeseados. Es perfectamente controlable. Acá, una vez más, se pone en evidencia la mala calidad de la comunicación de la industria petrolera.
EC – ¿Por qué?
ATA – La industria petrolera no habla de este asunto; los ambientalistas tienen un mejor manejo de la información y son prácticamente la única voz que llega al público. Pero por ejemplo el ambiente de los acuíferos y el ambiente de las formaciones generadoras de petróleo están desconectados, mediante la regulación se trata de que estas dos actividades no se conecten entre sí, lo cual se cumple perfectamente en lo que tiene que ver con el encamisado y el cementado de pozos y el evitar la conexión entre capas diferentes del subsuelo.
EC – Hablemos de lo que se viene. A partir del análisis que ha hecho de las razones de esta caída en el precio del petróleo, ¿qué impresión tiene sobre lo que va a ocurrir? ¿Se van a mantener estos niveles de precios?
ATA – La discusión en la industria está en cuál va a ser el nivel final y cuánto van a durar los niveles actuales. Difícilmente, salvo que ocurran cosas inesperadas, como guerras o cosas de la naturaleza, la industria ve lejana la vuelta al petróleo por encima de US$ 100. No obstante, a los precios actuales y ligeramente mayores, en niveles de entre US$ 60 y US$ 70, hay muchísimo petróleo extraíble para satisfacer el mercado de los próximos años.
EC – Maneja esa franja, el precio del petróleo entre los US$ 60 y los US$ 70… ¿en el próximo año y medio?
ATA – Claro. Al principio, como en todos estos mercados, se produce un decrecimiento mayor, y luego hay un rebote y un reacomodamiento a un precio un poco más alto, como ya está sucediendo. Hoy ya estamos entre US$ 50 y US$ 60 y en los próximos años puede haber un reacomodamiento un poco más arriba.
EC – Distintos analistas han manejado en estos días que en el primer trimestre del año que viene estaría en US$ 74 el barril. ¿Está de acuerdo con ese número?
ATA – No creo en ese tipo de precisión en los pronósticos.
EC – Pero para usted está claro que a los US$ 100 no vuelve.
ATA – No vuelve, por un tiempo.
EC – Y con respecto a nuestro país, ¿qué dice? A priori, la baja que se está dando en el precio del crudo es una buena noticia, somos importadores de petróleo. Pero por otro lado resulta que también queremos ser productores, tenemos la esperanza de ser productores, están en marcha planes de exploración de yacimientos, no solo en tierra, sino también en el mar. Entonces, precios como estos que se están consolidando, ¿no inviabilizan esos proyectos?
ATA – En primer lugar, yo no soy de los que se asustan cuando sube el precio del petróleo para el Uruguay. Porque Uruguay es un país exportador de materias primas, y los valores de las materias primas de alguna manera corren juntos.
EC – Lo estamos viendo. La buena noticia de que nos cuesta menos importar petróleo va acompañada de la mala noticia de que también los precios de nuestras materias primas caen en los mercados internacionales.
ATA – Claro, un número muy grueso: la baja de US$ 50 en el petróleo puede significar en las cuentas externas del Uruguay una rebaja de US$ 900 millones por año. Pero la baja en el precio de la soja significa US$ 2.000 millones. De US$ 900 a US$ 2.000 millones; y a eso agréguele la baja de las otras materias primas. De manera que desde el punto de vista de las cuentas externas, para un país exportador de materias primas una baja no es tan importante.
En cuanto a la exploración en el mar, no soy el interlocutor más válido para ustedes en Uruguay sobre este tema. Están las compañías que están exportando, Uruguay es un país de frontera en materia petrolera, un lugar donde nunca se ha descubierto petróleo, hay una perforación comprometida contractualmente por la compañía francesa Total, que debería realizarse entre este año y el año 2016. Pienso que esa perforación se va a hacer, le va a costar muchísimo menos a Total ahora con los precios bajos, porque al bajar toda la actividad exploratoria también esos precios han disminuido en el orden del 50 %.
EC – Es interesante ese dato: con la caída del precio del petróleo caen también los costos de las tecnologías, de los procesos.
ATA – Sí, los costos de todas las compañías de servicios. De manera que ese compromiso que adquirió Total le va a salir mucho menos dinero en este ambiente actual de bajos precios.
Hay otro enfoque en Uruguay, que es la exploración en tierra. Me parece interesante, es una exploración en un lugar donde hay no convencionales, pero aparentemente también hay posibilidades de convencionales. Y es a esas posibilidades de convencionales que los exploradores están apuntando. Los análisis dicen que la ventana donde se cocinó el petróleo en nuestros yacimientos sería la ventana de líquidos. Y si es la ventana de líquido, en un país como Uruguay, de tamaño chico, la producción va a ser chica, por tanto la infraestructura que se necesita es prácticamente nada. De manera que, aun a estos precios, yo todavía veo la viabilidad de ese petróleo.
***
Transcripción: María Lila Ltaif