EC —Y luego viene el agravamiento de la pena:
La pena prevista en el artículo 258 será de dos a ocho años de penitenciaría cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias agravantes especiales o cuando el juez entienda, al considerarlas en relación con las demás características del caso, que hacen presumir la actuación concertada de dos o más personas con fines de lucro antes, durante o después de la ejecución del delito: “1) si para cometer el delito se emplearan vehículos de carga aptos para el transporte de los objetos robados; 2) si para cometer el delito se dañaran cercos, cortando alambres, destruyendo o arrancando postes, cadenas o cerrojos de porteras; 3) si para la comisión del delito se utilizaran guías de propiedad y tránsito o documentación equivalentes falsas o expedidas por terceras personas, o se falsificaran boletas de marca y señal; 4) se emplearen sevicias contra los animales”. Y luego vienen las circunstancias especialmente agravantes.
GV —Es bueno mencionarlas: ser el ideólogo de la cuadrilla o la pandilla que robó; ser productor –es un agravante muy especial que sea un productor quien cometa el delito–; ser funcionario público que actuó contra los deberes de su cargo, referido a policías vinculados al abigeato.
AB —Justamente, por un lado esto parte de la discusión parlamentaria, y es incomprensible que haya salido con dos informes en minoría, porque todo el mundo está más o menos de acuerdo en que con esto no va el que mata para comer, que es un caso muy raro, no estamos en la década del 60 para que se dé esa situación generalizada, y por otro lado está claro que acá hay una visión de un delito diferente, un delito organizado, que es el que hay que atacar para que se pueda desarrollar la esperanza de seguir produciendo, como dice el ministro. Muchas veces lo que no se sabe a nivel urbano es que los más dañados son los productores familiares, que son los que tienen menos espalda.
DL —Me gustaría destacar que esta ley es un ejemplo de un buen diálogo entre el sector político y el productor. Creo que es lo más positivo de esta ley. Es una necesidad sentida por el sector productor y atendida por el sector político, más allá de que haya salido por mayoría y no por unanimidad.
RD —Y del tiempo que ha pasado.
DL —Lo otro importante es que es un elemento más que contribuye al desarrollo del sector ovino, a recuperar parte de lo que se ha perdido en forma muy importante en los últimos años. Yo soy un poquito más escéptico en cuanto a que su contribución sea muy importante para este sector.
PC —Había una canción que decía “ya está todo arreglado, ahora se puede morir en gracia y saber que es pecado carnear ovejas por las estancias”. Es una canción que se llama Pueblito Sequeira, de Tabaré Echeverry, un fenómeno; tiene algunos errores agronómicos porque decía que no había paja para hacer las casas, que por eso eran de lata, y que había mucha piedra y no había tierra, lo cual es falso, los de Sequeira deben de ser los mejores campos de Artigas, por lejos.
El abigeato es un delito de fuerte contenido ideológico histórico. Era el terrateniente latifundista que se defendía del perjuicio del pobre miserable del pueblo, en ese sentido hay una larga historia. Felicito la forma en que está razonando Andrés, que es la forma que razona el Gobierno, pero creo que todavía queda bastante de esa ideología en general hacia el delito. Cuando empezó el Gobierno del Frente Amplio, en vez de una suelta de palomas hubo una suelta de presos con el ministro [del Interior José] Díaz. En esta discusión el Poder Ejecutivo remite el proyecto tal cual se aprobó y uno de los informes en minoría, el del Partido Nacional, pide que se respete lo que mandó el Poder Ejecutivo. El Partido Colorado y el Partido Independiente se oponen y el Frente en primera instancia todavía quería distinguir la situación de ese pobre hombre que roba no sé si porque tiene hambre, pero porque necesita. Entonces hay una forma de verlo como que en parte hay justicia en el delito, de poner las cosas como deben ser, de igualar las injusticias. En ese sentido es muy interesante la evolución del pensamiento del Gobierno.
AB —En primer lugar, no quiero dar nombres, pero si a un empresario se le roban seis ovejas para comer, ahí no está la base de ninguna igualdad de nada, el que roba las ovejas va a seguir siendo más que pobre y el empresario que tiene sus miles de hectáreas y vive en Carrasco va a seguir siendo rico. Eso no sería una justificación ideológica. Pero además no es por eso.
EC —¿Qué no es por eso?
AB —El hecho de no mandar preso sin el agravante. Porque ese es el punto, se necesitaba un agravante. Si un botija de 18 años por una bandideada, ni siquiera por necesidad de alimentarse, se roba una oveja y lo mandamos dos años a una cárcel, lo único que hacemos es arruinarle la vida, no estamos recuperando a nadie. Ese es el punto. Y no es un punto ideológico, que también puede haber. La base de la explicación está ahí. Y eso es lo incomprensible cuando se discute con el Partido Colorado y el Partido Independiente, que eso está absolutamente cubierto, está hecho para eso.
