Fútbol para contar

Eliminatorias Mundialistas J1 | La “Vinotinto” vino para quedarse

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Uruguay-Venezuela
Por Homero Fernández

Viernes 06.06.2025

El uso del uniforme de la selección venezolana de fútbol, que no coincide con los colores nacionales, ha sido tan discutido como la decisión que lo originó.

Hasta estas eliminatorias, Venezuela no ha visto tan cercana la posibilidad de anotarse en la lista de las selecciones que disputarán un mundial. Son los únicos de la Conmebol que no han podido acceder nunca a la cita futbolera.

Su condición de “Cenicienta” ha ido desapareciendo a lo largo de los años y algunos logros internacionales a nivel de las categorías juveniles han abierto, con fundamentos, la esperanza de alcanzar la meta.

En una tierra donde reina el beisbol, la “Vinotinto” recién se afilió a la FIFA en la mitad del siglo pasado, en 1952, cuando Uruguay, por ejemplo, ya tenía sus cuatro conquistas mundiales en el fútbol.

En 1965 jugó una eliminatoria por primera vez para el Mundial de 1966, integrando el grupo 1 con Uruguay y Perú. Fue recién hasta las eliminatorias para México 1970 cuando consiguió el primer punto después de empatar en Caracas 1 a 1 contra Colombia.

Pero tuvo que esperar 16 años para conseguir su primera victoria, esa vez como local contra Bolivia, 1 a 0. Venezuela siempre fue último en las Eliminatorias hasta la clasificación a Corea y Japón 2002 donde superaron a Chile y ocuparon la penúltima posición.

Como ocurrió en Brasil después del Maracanazo en 1950, no han faltado opiniones en las redes sociales instando al cambio de la indumentaria venezolana como una forma de darle la vuelta a la mala suerte.

La polémica tomó más énfasis cuando en 2008 el entonces presidente venezolano Hugo Chávez agregó su potente opinión a la discusión.

A través de su programa “Aló, Presidente” lanzó: “¿Por qué “Vinotinto”? “Vinotinto” es morado, ¿y qué tiene que ver el morado con nosotros? Nuestro uniforme debería ser amarillo, azul y rojo con ocho estrellas”, decía al tiempo que comentaba que Colombia y Ecuador usaban los colores amarillo, azul y rojo de sus banderas.

Hay varias versiones acerca del origen del uniforme, que es exclusivo para el fútbol porque los colores oficiales de otros deportes corresponden a los tradicionales que reclamaba Chávez.

Una se remonta al uniforme que usaban en sus orígenes las fuerzas armadas venezolanas. En ese sentido, apunta a que en un amistoso que disputaría la selección, los responsables de llevar la indumentaria la olvidaron y entonces buscaron el apoyo de un alto cargo militar que les prestó los uniformes de la Guardia Nacional que eran del color “Vinotinto”.

Lo usaron y ganaron el partido. Desde ese momento y con la esperanza de atraer la buena suerte, lo siguieron utilizando.

Otra versión popular atribuye la decisión, supuestamente del Comité Olímpico, a que ante la disputa de los Juego Bolivarianos en Colombia determinó ese color para el uniforme de la delegación venezolana.

Los defensores de esa tesis afirman que si se mezclan los tres colores de la bandera venezolana resultan en el tono borgoña. (Por simple curiosidad, yo hice la prueba y no me dio. Tal vez el rojo y el azul se acercan, pero al agregar el amarillo…)

Pero, la transformación de colores más dramática que tuvo la “Vinotinto” fue en 1967 y justamente en Uruguay.

Durante el Campeonato Sudamericano el tono del uniforme venezolano estaba mayormente cargado al rojo, por lo que el día que tuvo que enfrentarse a la selección de Chile debió cambiar a una equipación alternativa.

¡Oh, sorpresa! No la tenían. Entonces recurrieron a la improvisación.

Alguien encontró en los vestuarios del Estadio Centenario la solución y los venezolanos saltaron a la cancha vestidos con la camiseta de Peñarol.

La “Vinotinto” ha resistido y se ha ganado el respeto del futbolero que la luce con orgullo en cualquier parte del mundo.

Es un uniforme que ha sobrevivido al nacionalismo chauvinista que intenta asimilarlo a la representación de la patria. No confundamos a un equipo de futbol con la nación, aunque la nación prefiera muchas veces verse representada por una camiseta.

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