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Entrevista central, lunes 06 de junio: Eduardo Bonomi

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EC —La madre de Ignacio, el joven que se encuentra internado en el Centro de Tratamientos Intensivos del Hospital Italiano, asegura que la moto no era robada, sino que había sido un regalo de su padre.

EB —Sí, pero en la Justicia hubo un testimonio de quien era el dueño de la moto de que le había sido robada anteriormente y, que yo sepa, esa afirmación de que había sido un regalo y que tenía la propiedad no fue verificada en la Justicia. Si lo hacen, es un elemento muy fuerte en esa investigación, pero ese elemento no fue demostrado en la Justicia. Al revés, Ja justicia maneja la posición de que efectivamente era robada y creo que tuvo un testimonio en ese sentido.

En segundo lugar, si lo van a detener estando en un error, el error, si existe, se comprueba enseguida. Pero el informe que yo tengo, y que según se establece está comprobado, afirma que cuando fueron a ser detenidos el que iba atrás respondió con cuatro tiros –el que iba adelante no–, la Policía responde el fuego y hiere al que maneja la moto. Y cuando caen, el que tiró cuatro veces vuelve a tirar dos veces más y ahí le tiran y le pegan a él, porque en principio le habían pegado al que manejaba. Eso también se cuestiona, yo creo que hay elementos suficientes; investigaremos, pero no nos parece que esto vaya a cambiar en la investigación.

EC —Quienes han aportado versiones distintas han sido, por ejemplo, Brecha el viernes y Sala de Redacción, el sitio web de estudiantes de la Licenciatura en Ciencias de Comunicación de la Universidad de la República. En Sala de Redacción uno de los vecinos consultados cuenta que venía doblando en la esquina de Nogueira y Trápani y escuchó un tiro que le partió el casco al conductor de la moto, provocó que el vehículo chocara contra el cordón y se desplomara en el suelo. Prosigue el relato: “El policía disparó a dos metros de donde estaba este vecino con su camioneta –o sea que lo vio muy de cerca–, mientras el patrullero todavía estaba en movimiento. Inmediatamente el vehículo del que provino el disparo se detuvo. Bajó un policía de lentes que le voló el casco de una patada y escupió la cara del joven, Bruno, que a esa altura ya estaba muerto. Luego le pegó dos tiros más para remarcar su hazaña, y también dos tiros a Ignacio –el otro joven, internado–, que había quedado debajo de la moto”.

EB —Es interesante, porque el informe forense establece un solo tiro. Hay que comparar esa visión con el informe forense. Según ese testimonio le pegaron tres tiros, según el forense le pegaron uno. Creo que el juez se va a manejar con lo que establece el forense, por eso la decisión que ha tomado.

EC —La madre del chico ultimado, Sandra Celada, dijo en una nota en Canal 12 que el joven tenía “la marca de un zapato en la cara, como si lo hubieran pateado”, y además su abogada sostiene que el cuerpo tenía tres tiros y no uno.

EB —Sí, pero el informe forense dice que es uno. Ahí es donde hay diferencias, y nosotros hasta ahora nos estamos manejando con la investigación judicial. Si surgen diferencias de este tipo y tienen razón los que dicen fueron hay tres, algo está mal, pero el informe indica un tiro, no tres. Me dicen que tiene un tiro que entra por un brazo, sale del brazo, entra en el tórax y sale. O sea, tiene más orificios, pero es un tiro y está comprobado que es un tiro. Lo otro no sé, es otro tema, merece investigación.

EC —¿A qué se refiere con “lo otro”?

EB —A lo que pasó después de muerto, eso es intolerable.

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