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Entrevista del lunes 14 de octubre de 2019: Roberto Kreimerman

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EC —Los oyentes preguntan. Por ejemplo este que señala: “El discurso es sesentista, estamos volviendo al pasado con un planteo de este estilo”. Otro: “¿Frigorífico nacional, volver a poner arriba de la discusión un instrumento como ese? ¿Cómo se entiende?”.

RK —Se entiende rápidamente, estamos mirando al futuro, a lo moderno. Decíamos antes que el informe 2018 de la UNCTAD plantea claramente el tema de las cadenas de producción, y acá estamos hablando de un elemento de la cadena; plantea la sustitución de insumos de importación, y poca gente sabe que por ejemplo cuando se pone una pastera se pone también una planta que le da algunos insumos, y que eso está dentro de la zona franca y no está agregando demasiado a lo nacional. Naciones Unidas plantea la sustitución de los insumos de importación, los nombres suenan parecido.

En su momento el Frigorífico Nacional tuvo su razón de ser en la misma disputa entre frigorífico y productores, pero no se dilucidó por el lado de la libre exportación, sino en 1928 por la creación del Frigorífico Nacional. Porque en toda cadena de producción en definitiva hay que llevar a una optimización, que la mayor parte de los eslabones queden dentro del país y no fuera del país. Entonces la liberalización de las exportaciones no puede ser una buena solución.

El lenguaje no es sesentista, el lenguaje es el más moderno, lo que ha quedado retrasado, lamentablemente, es esa política de apertura indiscriminada con la macroeconomía básicamente dirigiendo todo. Por eso una de las propuestas nuestras es cambiar los cometidos de Economía y Finanzas hacia lo que debe ser, hacia que los ministerios productivos puedan manejar la parte comercial, como corresponde, mientras que el Ministerio de Finanzas es fundamental para asegurar la estabilidad macroeconómica, sin duda no esta, que es la macroeconomía estable del desempleo, que es la misma que también proponen los otros partidos, Nacional y Colorado. En definitiva estamos hablando de propuestas absolutamente modernas, basta con mirar el informe 2018 para ver qué se está haciendo en el mundo para manejar el tema de las cadenas de producción.

EC —Concretamente, vayamos al punto de la industria frigorífica. Por un lado usted propone prohibir la exportación de ganado en pie, y por otro la creación de un frigorífico nacional. La exportación de ganado en pie es una alternativa para el productor cuando el frigorífico no paga el precio que entiende conveniente por el ganado. Hay un escape, que es la posibilidad de vender el animal a otro país para que en ese otro país eventualmente se faene. Usted eso lo prohíbe, y en cambio dice que hay que crear un frigorífico nacional, por el que ya pasamos y que despierta todo tipo de sospechas. Para empezar, ¿qué hace el Estado produciendo carne?, ¿con qué eficiencia lo va a hacer?, etcétera.

RK —Bien manejado, como corresponde. Esto ha sido así, las empresas públicas han manejado muy bien y el frigorífico nacional funcionó durante décadas hasta que hubo políticas que lo destruyeron. Estamos hablando ahora de otra situación. Pero bien manejado es la solución al problema de pérdida de tantos miles de puestos de trabajo en esas ramas industriales que dependen de la industria cárnica y del cuero. En definitiva un frigorífico del Estado da claramente los valores de precios que se están pagando a nivel internacional y por lo tanto cuáles son los niveles de precios que se pueden pagar al productor. Es un ente que funciona muy bien cuando una cadena de producción tiene el peligro de los oligopolios; la manera no es destruir la producción nacional porque hay un peligro de oligopolios, sino tener un organismo que regule. Y ese organismo no ha sido el INAC, el INAC ha intentado trabajar en eso –hace poco se discutió el tema del dressing, un tema más técnico y específico, no vamos a entrar a fondo, es un ejemplo–. La propuesta va por el lado de mostrar un ejemplo claro de pérdida de trabajo, pero a su vez por desarrollar nuevos sectores en los que la tecnología nos importa y mucho.

EC —¿Ese precio que ofrece en determinada coyuntura el frigorífico nacional es un precio que al Estado, propietario del frigorífico, le resulta conveniente, o es un precio en el que el Estado termina perdiendo plata?

RK —Tiene que ser el precio justo para los productores y con el cual el Estado no pierde dinero. Esto ha sido así, básicamente hoy tenemos una empresa como UTE, por ejemplo, en la cual hicimos en el período pasado –el período en que yo estuve– un cambio fundamental de la matriz energética y estamos viendo una empresa que genera muy bien. Después hay un problema con la política económica, que desfigura los precios, pero en ese sentido el Estado debe ser un fuerte protagonista en las cadenas que son estratégicas para el país. Si no pasa esto, que no existe cadena, si no pasa esto, que no existe trabajo; en definitiva tenemos que dirigirnos complementariamente a los temas de diseño, a los servicios ambientales, la ingeniería y tantos otros temas, las tecnologías limpias para el medio ambiente.

EC —La propuesta de Daniel Martínez hace énfasis en esos rubros.

RK —Hace énfasis en nombrarlos, lamentablemente no hace énfasis en trazar un plan completo en el que diga claramente cómo se defiende la industria nacional, cómo se desarrolla la nueva, cómo se dan los servicios –que hoy son tan fundamentales, porque antes estaban dentro de la fábrica, se sacaron y hoy proveen a distintos sectores– y cuáles son las herramientas. Las herramientas son los 12 proyectos de ley que proponemos, básicamente elementos como un cambio tributario que descargue tributos de los trabajadores y los cargue en los sectores adecuados y una selección de inversiones que no regale los bienes del país.

EC —Usted mencionaba países que están llevando a cabo planes industriales del estilo del que propone.

RK —Del estilo no, yo siempre digo con variantes, porque Uruguay es muy peculiar. Lo que tomamos son herramientas, no el estilo.

EC —¿Cuántos de esos países tienen frigorífico nacional, tienen frigoríficos en manos del Estado?

RK —¿Cuántos de esos países tienen la carne como primer rubro de exportación? ¿Cuántos de esos países tienen en manos estatales por ejemplo los astilleros? Corea los tuvo décadas y décadas. El Estado tiene que estar controlando las industrias que son las claves del país. Tenemos que conjuntar mercado, pequeñas y medianas empresas, mercado de trabajo, mercado de empresas, empresas públicas y hacer ahí un sistema fuerte. No estamos apostando a un punto de desequilibrio, porque estamos en el sistema, no estoy hablando del sistema socialista, al cual aspiramos.

EC —Usted se fue del FA, acaba de explicarlo, porque la política industrial en particular no es la que usted entiende que el país necesita.

RK —La política de producción, la política de empleo.

EC —Sale, se va a UP, y desde allí propone un plan como este que ahora estaba explicando. Pero si no tenía espacio en el FA para llevarlo a cabo, ¿qué espacio va a tener desde un partido como UP, que tiene un diputado y que con suerte va a tener un senador? Suponiendo que usted es elegido, ¿qué espacio hay para planes de este estilo en la realidad política uruguaya?

RK —Muy buena pregunta. El FA fue muy chiquito, fue acumulando fuerzas y sacrificó muchas vidas –recordemos los temas de la dictadura–, y luego en democracia por suerte hubo mucho trabajo, mucha acumulación de fuerza, mucho juntar gente atrás de un proyecto. Nosotros decimos que esa acumulación lamentablemente, llegado al gobierno –por los gobiernos que hubo, no por la gente del FA–, ha sido utilizada en una época de crecimiento económico para hacer contención social para reforzar el modelo de país que venía, con diferencias, con novedades importantes, pero en ese sentido. En UP apostamos a empezar chiquito y hacer un nuevo trayecto de reconstituir la izquierda, porque en definitiva lo que queremos es otra estrategia de país.

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Video de la entrevista

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Transcripción: María Lila Ltaif

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