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Entrevista central, martes 30 de agosto: Juan Castillo

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EC —Me quedé pensando en ese factor que decía que fue el que terminó primando, el hecho de que había que firmar por una plata, pero lo que entraba era otra. ¿De qué orden era la diferencia?

JC —En realidad más que la diferencia, el porcentaje de la comisión, que era de entre 25 % y 30 % de lo que se nos ofrecía. Era un disparate. Uno puede pensar que capaz que hay que dejar una comisión, una prima, un premio, una bonificación de 10 %, 5 %. Pero 25 %, 30 % es demasiado.

EC —¿Ha sido un choque para usted esto del mundo del fútbol?

JC —Es totalmente distinto. Lo he dicho con otras palabras, hasta ahora nunca había tenido la oportunidad de hablar tanto y tan seguido de fútbol, a veces hasta de más. Normalmente soy pausado y tranquilo, pero esta vez además reflexiono mucho más las palabras, porque es un mundo distinto, se mueven otros códigos y creo que además se mueven otros valores. Códigos y valores distintos de los que manejé durante muchos años en el movimiento sindical, durante muchos años en la actividad política o en las relaciones laborales empresariales que tengo que llevar a diario en la gestión de gobierno. Distintos. A veces te sorprenden con cosas como esta.

***

EC —La decisión de la asamblea de clubes, pero en particular el voto de Rampla, generaron mucha suspicacia entre quienes estaban a favor de mantener la relación con Puma. En el caso de Rampla, por ser usted, además de presidente del club, un jerarca del gobierno. Eso llevó a que por ejemplo Máximo Goñi, que participa en nuestro programa como periodista de Radio Oriental, se haya preguntado si no hubo una intervención directa del Poder Ejecutivo en su voto, en el voto del club. De hecho, sostuvo que manejaba información de que eso había ocurrido. El jueves lo planteaba en estos términos.

(Audio Máximo Goñi.)

Siempre me ha generado un profundo rechazo cuando los gobiernos inciden en las decisiones, en este caso del fútbol.
Ya lo hice en TV, lo hice en Hora 25 y ahora lo hago a través de este medio que llega a un espectro distinto al del ambiente futbolero y esperando que la respuesta sea no. He invitado a los presidentes de Rampla Juniors y de Danubio a que nos digan si realmente no tuvieron conversaciones, aproximaciones, pedidos del gobierno de turno para votar por determinada marca deportiva en la última asamblea de clubes.
Si esto fuera así –tengo datos bastante precisos al respecto–, creo que ese no es el camino y flaco favor se le hace al fútbol uruguayo cuando se entreveran las cosas.
Ojalá que ante esta invitación, que ya he hecho pública y que no ha tenido eco, me digan: “Mirá, Goñi, estás equivocado”.

(Fin audio.)

EC —¿Qué dice usted?

JC —Yo me estoy sonriendo, no me pueden ver los que están escuchando la radio. Porque no sabía de estas declaraciones de la semana pasada del señor Goñi, pero en un programa de televisión el fin de semana pasado, el viernes, me las pusieron al aire, sin previo aviso. Estaban haciendo un largo reporte y terminaron con una intervención de similares características pero que se hizo en televisión, en que nos invitaban, nos intimaban a hacer esta aclaración pública.

Y yo dije un par de cosas. La primera, que Goñi debe ser el único periodista del Uruguay que no tiene mi número de teléfono, porque yo soy ubicable para cualquier compatriota, para cualquier uruguayo. O sea que si tenía de verdad un sentimiento de duda, me podría haber llamado telefónicamente y no tenía ningún problema en contestarle.

En este audio se preocupaba porque no le contestábamos, pero resulta que le contesté el viernes y después salió todo el sábado y el domingo tuiteando y poniendo en distintos lugares, enojado con mi contestación. Entonces, ¿quiere saber o no quiere saber? Yo ya contesté.

EC —¿Cuál es su respuesta?

JC —No tengo por qué esconderla: a mí no me llamó ningún integrante de mi gobierno, ni el ministro para el que trabajo, el ministro Murro, ni el presidente de la República o el vicepresidente para decirme cuál tenía que ser la postura de Rampla. En todo caso no sé qué haría, pero la decisión de Rampla la tomó soberanamente la directiva, no la tiene por qué tomar el presidente de la República.

EC —Antes de la asamblea se había dicho que su voto iba a ser negativo al planteo de Nike. ¿Qué pasó? ¿Hubo un cambio?

JC —No, hubo mucha especulación en la previa. Capaz que la especulación fue un poco alimentada porque nosotros no declarábamos, no hacíamos público nuestro voto antes.

Quiero terminar con lo del señor Goñi, que me merece el máximo respeto, pero él no puede seguir amenazando con que tiene información de primera mano. Si la tiene, dígalo, infórmelo, muestre todo lo que tenga que pruebe que el presidente de Danubio, el presidente de Rampla están cumpliendo una orden, un mandato del gobierno. Un comunicador, un periodista no puede andar diciendo “tengo esta cosa”; si la tiene, dígalo, no está comprometido conmigo, no va a ser ni mejor ni peor, simplemente tiene una información y la puede sacar. Ya dos o tres veces me ha pedido explicaciones y se las he dado públicamente. Que se quede tranquilo, que duerma tranquilo igual que yo.

EC —Pero ¿usted cambió o no cambió su voto en las horas previas a la asamblea?

JC —No, no cambiamos. La decisión se tomó el lunes anterior a la noche, hace ocho días que la directiva de Rampla se convocó para analizar cuál iba a ser el voto, fue la primera y única vez que debatió el tema, y fue por unanimidad.

EC —La noche previa a la asamblea.

JC —El lunes anterior, sí. La asamblea fue el martes de la semana pasada.

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