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Entrevista central, miércoles 14 de junio: Adolfo García da Rosa

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Entrevista con el arquitecto Adolfo García da Rosa, coordinador del equipo técnico de la División de Ordenamiento Territorial de la Intendencia de Salto.

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EN PERSPECTIVA
Miércoles 14.06.2017, hora 8.24

EMILIANO COTELO (EC) —La altura del río Uruguay frente a la ciudad de Salto superaba ayer los 15 metros, cuando lo normal es que oscile entre 5 y 8 metros. Esta situación ha provocado que más de 3.200 personas debieran dejar sus hogares, llevando a cuestas lo mucho o poco que tenían. Es una historia conocida. Recordemos, por ejemplo, que hace un año y medio los salteños vivieron un episodio similar, o quizás más grave.

Salto, como otras ciudades a orillas del río Uruguay, padece desde hace décadas el drama de las inundaciones. Mucho hablamos –y con razón– de la emergencia que producen estos episodios. Pero me parece que poco y nada discutimos sobre la posibilidad de evitar estas situaciones a mediano y largo plazo.

Para ocuparnos de este ángulo, estamos en contacto con el arquitecto Adolfo García da Rosa, coordinador del equipo técnico de la División Ordenamiento Territorial de la Intendencia de Salto.

Cuéntenos cómo está el panorama hoy allí en Salto.

ADOLFO GARCÍA DA ROSA (AG da R) —Está incambiado con respecto a lo que usted decía recién. Sigue estable el río y hoy tenemos un hermoso amanecer, que alienta a pensar que esto va a ir mejorando.

EC —Un detalle a propósito de cómo vienen dándose las cosas esta vez. Por lo visto, de las 3.200 personas desplazadas por el agua, muchas están en instalaciones deportivas, pero otras prefirieron quedarse en carpas, cerca de sus casas. ¿Esto pasó ya en inundaciones anteriores?

AG da R —En la anterior, la de diciembre de 2015, no fue quizás tan importante el número de personas que quedaron próximas a sus casas, pero sí, se dio de esa manera.

EC —¿Qué es esto? ¿Por qué toman esa decisión de quedarse en carpas justo en esta época, que además es tan fría, cuando arrecian los fríos y aparecen madrugadas o noches directamente heladas?

AG da R —La cercanía está asociada a un tema de protección de sus bienes, de poder controlar y sentirse más seguros de que sus bienes están cuidados, a salvo.

EC —¿Esa es la única hipótesis por la cual la gente desplazada se coloca en carpas?

AG da R —Los actores directos en el proceso de apoyo a esta situación manejan una información mucho más profunda. Fundamentalmente el Comité de Emergencia, y la Intendencia misma como tal tiene áreas que trabajan diariamente, intensamente en diferentes aspectos de este tipo de situaciones, en directo contacto con la gente y su situación caso a caso.

EC —Pero es raro eso de las carpas en invierno, se supone que todos deberían tratar de cobijarse bajo techo, en edificios sólidos.

AG da R —Sin duda.

EC —Ayer usted nos comentaba, fuera de micrófonos, que en Salto existe una especie de “acostumbramiento” o “cultura” en torno a este tipo de situaciones de emergencia. ¿Cómo es?

AG da R —Sí, Salto es una ciudad que desde su génesis ha estado vinculada al río y al cambio de los sistemas de lo fluvial o terrestre, desde su surgimiento sus cursos de agua internos, sus arroyos son parte natural, si se quiere. Salto es una ciudad caracterizada fuertemente por su identidad barrial, y esas estructuras que tiene la ciudad surgen a partir de los cursos de agua que van delimitando subzonas. O sea que la relación del salteño con el agua está en sus orígenes, y de algún modo es un poco difícil a la distancia o fuera de la realidad de Salto entender esa comunicación permanente entre el río y la población, que tiene muchas facetas altamente positivas y tiene estas contracaras como el tema de las inundaciones. Entonces hay un entender esto y hay un porcentaje de la población afectada que históricamente ha tomado la opción de convivir con procesos parciales o temporales de salir de sus hogares, realojarse temporalmente y después volver a su casa.

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