Entrevista con Juan Raso, abogado, catedrático Grado 5 de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social en la Facultad de Derecho
EN PERSPECTIVA
Miércoles 19.07.2017, hora 8:23
EMILIANO COTELO (EC) —El miércoles de la semana pasada, Brasil se vio sacudido por la condena en primera instancia al ex presidente Lula Da Silva por cargos de corrupción. Pero un día antes había ocurrido otro hecho de impacto en la agenda de nuestro vecino: el Congreso terminó de aprobar la reforma laboral impulsada por el presidente Michel Temer, una ley que cambia drásticamente las reglas del juego y que altera derechos consagrados en normas aprobadas hace 70 años.
Distintas organizaciones sindicales se movilizaron antes y durante la votación, pero no lograron parar esta iniciativa que, según ellos, hace pagar a los trabajadores los costos de los planes de ajuste del Gobierno de Temer. Aquí en Uruguay el Secretariado Ejecutivo del PIT CNT aprobó una declaración en la que califica la reforma como “retroceso histórico”, pero el tema fue rápidamente opacado por la condena contra Lula Da Silva.
Sin embargo, desde la academia hubo quien se ocupó de analizar el asunto. El abogado Juan Raso, catedrático Grado 5 de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social en la Universidad de la República, escribió en su blog una columna en la que sostiene que el caso brasileño sirve para darse cuenta de que las normas que consagran derechos laborales “no son para siempre”.
¿Qué efectos puede tener esta flexibilización del mercado de trabajo en Brasil? ¿Debería estar atentos a esa reforma acá, en Uruguay? Justamente con el abogado Juan Raso vamos a conversar en los próximos minutos.
Para usted, por lo visto, esta ley brasileña no es una ley más, ¿por eso decidió escribir esta nota?
JUAN RASO (JR) —No es una ley más, es una ley que nos sorprendió a todos, estábamos todos concentrados en Lula pero antes estábamos con la posibilidad del impeachment a Temer. Y mientras todos protestaban por la corrupción, Temer, que debe ser más inteligente de lo que uno cree, promovió una ley flexibilizadora y antisindical. El proceso en las cámaras empezó en abril, cuando se aprobó la ley en la Cámara de Diputados con una amplia mayoría de 296 a 177 y culminó la semana pasada en el Senado con 50 votos contra 26, es decir, dos tercios de los votos a favor. Esta ley cambia la estructura de las relaciones laborales en Brasil, que estaba dada por un sistema organizado en la llamada Consolidación de Leyes del Trabajo (CLT), que había sido aprobada en 1943 durante el gobierno de Getúlio Vargas, ese Estado Novo.
EC —¿Por qué pone el énfasis en esa fecha, en la antigüedad de la normativa afectada?
JR —Porque la CLT es del 1 de mayo de 1943 y la ley uruguaya que crea los Consejos de Salarios es del 12 de noviembre de ese mismo año, solo seis meses después, es decir que evidentemente existía un contexto favorable a aprobar estas regulaciones que no están tan dirigidas a los derechos individuales como a los colectivos del trabajo y al rol de los sindicatos en la sociedad.
EC —¿Había antecedentes de algo así?
JR —No, la CLT tuvo muchas modificaciones y ajustes en el transcurso de estos 70 años, pero eran siempre moderados, menores.
EC —El propio Temer dijo: "Creo que aprobamos una de las reformas más ambiciosas de los últimos 30 años".
JR —Yo no calificaría como ambiciosa, pero sí es una reforma de un valor excepcional y Temer, aunque pueda ser corrupto, para bien o mal, pasará a la historia con esta reforma, que es central.
EC —En ese mismo Congreso donde él está cuestionado, vaya a saber si termina en el impeachment pero sí hay un signo de interrogación sobre cómo le va a ir a él, logró esas otras mayorías que usted mencionaba recién para este proyecto.
JR —Exacto, si bien hubo muchos sindicalistas que salieron a la calle, hubo protestas, pero… Yo siempre digo que estos procesos culminan porque existe una mayoría silenciosa en la población que termina aceptándolos.
EC —¿Hubo una mayoría silenciosa en Brasil?
JR —Yo creo que… Yo escucho En Perspectiva, el hecho de que no se haya hablado de esta reforma durante su proceso refleja que de alguna manera no alcanzaba los decibeles de noticia. Es decir, se hizo silenciosamente en un país de 200 millones de habitantes.
EC —Protestas sindicales sí hubo.
JR —Por supuesto, como las hubo en Francia o en España, pero esta ley no se aprobó por una mayoría de un voto sino de dos tercios y las protestas sindicales tampoco salieron del país, solo algunos que nos dedicamos solo a esto teníamos idea de estas protestas.