Entrevista con el doctor Luis González Machado, director de la Cámara de Instituciones y Empresas de Salud y representante del sector Prestadores en la Junta Nacional de Salud.
EN PERSPECTIVA
Viernes 10.03.2017, hora 8.21
EMILIANO COTELO (EC) —Hasta el momento nadie ha podido ponerle una cifra ajustada a la estafa de la que fue víctima el Fondo Nacional de Salud (Fonasa). En cualquier caso, estamos hablando de dinero que se ha perdido y que será muy difícil de recuperar.
Por esta maniobra ya fueron procesadas nueve personas y probablemente algunas más lo sean en los próximos días.
Y mientras la justicia investiga cómo ocurrieron los hechos, varios representantes de la oposición cuestionan a las autoridades de la salud y del Banco de Previsión Social (BPS) por la falta de controles que vino a permitir este desfalco. Pero, por otro lado, ¿qué responsabilidad les cabe a las mutualistas que de hecho terminaban “beneficiadas” con esta estafa?
Sobre esto vamos a conversar con el doctor Luis González Machado, director de la Cámara de Instituciones y Empresas de Salud (CIES) y representante del sector Prestadores en la Junta Nacional de Salud (Junasa).
Empecemos por algunas preguntas aclaratorias, introductorias.
ROMINA ANDRIOLI (RA) —Quizás convenga situar qué es la CIES, a cuántas y cuáles instituciones representa.
LUIS GONZÁLEZ MACHADO (LGM) —Las instituciones de salud se encuentran agrupadas en nuestro país en cuatro organizaciones de segundo grado. Una de ellas es la FEMI (Federación Médica del Interior) o Fepremi (Federación de Prestadores de FEMI), que agrupa a las mutualistas del interior; la Unión de la Mutualidad, que agrupa a la Española y a Casa de Galicia; el Plenario de Instituciones Mutuales, que agrupa a SMI, Cudam y Universal, y la Cámara de Instituciones y Empresas de Salud es el más reciente de los agrupamientos, y agrupa a Casmu, Cosem, Círculo Católico, Hospital Evangélico y dos mutualistas con sede en el interior que son Sanatorio Mautone, Crame y la mutualista Comeri de Rivera, y actuamos en coordinación estrecha con Médica Uruguaya en relación con distintas representaciones que ejercemos.
RA —¿Qué porcentaje de usuarios están asociados a estas mutualistas?
LGM —Las dos instituciones de mayor porte en cuanto a cantidad de usuarios son Fepremi y CIES con Médica Uruguaya, cada una con unos 800.000 afiliados.
EC —Vayamos a los mecanismos por los cuales una persona puede afiliarse a una mutualista. Por un lado existe la posibilidad del socio privado, el que va y paga una cuota.
LGM —Sí, que es un porcentaje minoritario a esta altura.
EC —Y después están los socios a través de Fonasa. ¿Hay otras alternativas?
LGM —Sí, los convenios colectivos son otra alternativa, el caso en el cual una corporación, un grupo, un gremio; es bastante conocido el hecho del gremio de los municipales, que tiene acuerdo en el interior con distintas instituciones, en Montevideo fundamentalmente con Casmu. Esos son los tres mecanismos fundamentales.
EC —Quienes se afilian a través de Fonasa pueden elegir mutualista por un lado en febrero de cada año, cuando se abre “el corralito”; si el usuario tiene más de tres años en el prestador del que quiere irse puede cambiar, puede elegir mutualista. Y si no, en cualquier momento, cuando la persona se da de alta, al ingresar a un empleo y comenzar a aportar al BPS.
LGM —Así es. En ese momento hay que ver cuál es el conocimiento que la institución tiene de esa persona, que es un conocimiento que se da a través de un proceso informático.
RA —¿Cuáles son los mecanismos que tienen las mutualistas para captar nuevos usuarios?
LGM —Antes que eso, las mutualistas tienen un caudal de usuarios que es un indicador muy importante de su funcionamiento y de condiciones de funcionamiento en cuanto a la necesidad de recursos, a la infraestructura necesaria, pero también en cuanto a los ingresos. Las mutualistas, las instituciones no son financiadas en su presupuesto, sino que reciben una cápita por cada usuario que las elige. Esto es bien diferente de lo que sucede en el sector público, en el que por ejemplo ASSE, Sanidad Policial, Sanidad Militar y Hospital de Clínicas reciben un presupuesto para cubrir sus gastos, independientemente de la cobertura. Acá es una regla de tres simple: tantos socios, tantos ingresos; menos socios, menos ingresos; más socios, más ingresos. Por lo tanto, frente a un proceso natural, que son las bajas que se producen espontáneamente en forma natural, por fallecimiento de los afiliados, por traslados, por pérdida del derecho a la seguridad social, hay una baja permanente y las instituciones en su tendencia a mantener su nivel de socios tienen que tener mecanismos para compensar esas bajas con nuevos ingresos.