EnPerspectiva.uy

Entrevista del lunes 20 de diciembre de 2021: Elecciones en Chile: ¿Por qué triunfó Gabriel Boric? ¿Cómo gobernará?

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Audio y video de la entrevista

Lunes 20.12.2021

EC: Repasemos primero los resultados con mayor detalle.

Ya lo decías en la introducción. Con la información más reciente, Gabriel Boric ganó con el 55,87% de los votos (4,6 millones de votos). José Antonio Kast obtuvo el 44,13%. Además, un dato importante, ayer se dio la participación más alta desde que tenemos voto voluntario en Chile: votó el 55,6% de los habilitados, 8 millones 300 mil votantes. Fue la mayor participación en la historia de Chile, no en términos porcentuales, sino en términos absolutos. Boric es el presidente electo que más votos ha recibido.

EC: Recordemos, a grandes rasgos, quién es Boric.

Gabriel Boric, como decíamos, será el presidente más joven de la historia de Chile: tiene hoy 35 años (tendrá 36 cuando asuma el cargo). Fue líder del movimiento estudiantil durante los años de las movilizaciones masivas e intensas en 2011 y 2012. Él fue presidente de la FECH, la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile. Un dato interesante, si no me equivoco él asumió como presidente de la FECH un 19 de diciembre de 2011, y una década después asume como presidente de Chile. En 2013 se presentó como candidato a diputado en su región, Magallanes, en el extremo sur. Y resultó electo a pesar de no ir por ninguna de las dos grandes coaliciones (Concertación y Alianza), por lo que es de los pocos que pudo romper con el viejo sistema electoral binominal. Asumió en 2014 y luego se reeligió como diputado en 2017. Fue uno de los que impulsó la formación del partido Convergencia Social y también la formación de la coalición Frente Amplio. El 15 de noviembre de 2019, y contra la opinión de varios militantes y dirigentes de Convergencia Social, Boric firmó a título personal el Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución que abrió el proceso Constituyente. A principios de 2021 decidió presentarse como precandidato de Apruebo Dignidad, con el apoyo de Revolución Democrática, otro partido creado, entre otros, por ex dirigentes del movimiento estudiantil y le ganó la primaria a Daniel Jadue del Partido Comunista.

EC: Volvamos a los resultados de ayer. El triunfo de Boric fue muy contundente. Por eso te planteo dos o tres preguntas. Uno: ¿era evidente que sería él quien ganaría? Dos: ¿No había pronósticos que hablaban de una elección pareja? Tres: ¿Podía esperarse una diferencia como la que ocurrió?

El resultado fue contundente. La victoria de Gabriel Boric fue mucho más amplia de lo que anticipaban muchas encuestas. Había incertidumbre sobre el resultado. Pero, en teoría, no tenía por qué ser así.

EC: ¿Qué significa esto?

Veníamos de un gobierno con un presidente, Sebastián Piñera, con niveles bajísimos de aprobación.

Veníamos del estallido social, donde se levantaron una cantidad de demandas y el programa de Gabriel Boric sintonizaba más.

Veníamos de la elección Constituyente.

Del otro lado, un candidato de extrema derecha, sin un movimiento de base detrás (como Bolsonaro en Brasil). Precisamente, pensando en Bolsonaro o Trump, había un efecto demostración. Algo así como “ojo que nos pase lo mismo que en Brasil”.

El apoyo de la centro-izquierda y de la Democracia Cristiana (DC) a Gabriel Boric fue muy rápido (se demoró un poco más la DC) y sin condiciones. O sea, tuvo el apoyo de líderes históricos, como Ricardo Lagos. Esto le daba un apoyo importante ante las dudas sobre la gobernabilidad. En este sentido, los líderes de la centro izquierda no especularon; creo que en gran medida por el efecto demostración y por lo que representaba José Antonio Kast.

La estructuración programática del voto. Los sectores populares en Chile, cuando votan, votan izquierda. El problema es la baja participación por lo que había un desafío de movilización.

Entonces, en teoría, el resultado esperable era el que se terminó dando. Pero, siempre puede haber casos desviados que nos obligan a repensar teorías… este no era el caso. Y, la verdad, no había razones para pensar que podíamos estar ante un caso desviado. Lo único que generaba incertidumbre era la participación y la capacidad de movilización de votantes.

EC: Pero, si esto es así, ¿por qué en primera vuelta ganó José Antonio Kast?

Precisamente, porque uno de los desafíos más grandes en un contexto de voto voluntario es la movilización y para eso se necesitan organizaciones fuertes. Apruebo Dignidad no tenía esa capacidad (en realidad ningún partido en Chile tiene hoy raíces profundas en la sociedad y capacidad organizacional). Entonces, claro, en teoría debía haber ganado la primera vuelta. Pero el desafío de movilización era muy grande.

EC: ¿Qué pasó entre la primera vuelta y la segunda vuelta?

Es muy difícil de explicar pero podemos ensayar una respuesta pensando en otros casos y teoría disponible, pero no dejan de ser hipótesis. Creo que lo más importante es que, despejado el escenario, quedaron dos candidaturas muy diferentes y una de ellas estaba más en sintonía con las demandas que fueron parte del estallido social y que vienen de movilizaciones de muchos años (como el movimiento No + AFP). Quedó de manifiesto lo que decíamos antes. De un lado, una candidatura que viene de las movilizaciones estudiantiles y que está en línea con los cambios que se demandan; además, de clara oposición a Piñera (recordemos también que Piñera justamente era presidente durante las movilizaciones estudiantiles donde Boric era líder).

Además, del otro lado, José Antonio Kast era un candidato de extrema derecha, muy asociado a los sectores pinochetistas. Él hizo campaña por el Sí en el plebiscito del 88 y nunca dejó de apoyar la dictadura de Pinochet y su legado. Entonces, de alguna manera se activó o se reactivó el eje democracia – dictadura, que estructuró durante mucho tiempo la competencia política en Chile. Un dato interesante, es una coincidencia pero no deja de ser interesante, la votación de ayer fue casi la misma que hubo de diferencia entre el Sí y el No en el plebiscito del 5 de octubre de 1988. En esa ocasión, el No obtuvo 55,99 y el Sí 44,01 y ahora fue 55,87 para Boric y 44,13 para Kast.

Sí, en un contexto histórico muy diferente, en un contexto donde está en discusión una nueva Constitución. Por el Apruebo votó el 79%. Y José Antonio Kast hizo campaña por el Rechazo.

Todos estos elementos generaron movilización; una movilización que tuvo mucho de espontánea pero con un anclaje ideológico muy profundo, muy arraigado en Chile. La campaña tuvo mucho “desde abajo”; canciones, muñecos de Boric tejidos, y eso comenzó a replicarse en redes.

Lo que movilizó, sobre todo, fue entonces el temor a lo que representaba José Antonio Kast, combinado con un candidato, Boric, que venía del movimiento estudiantil de 2011 y que por lo tanto tenía mayor sintonía con las demandas del estallido social, con el trabajo de la Convención Constituyente.

EC: Esa movilización espontánea se vio ayer, con cantidad de personas llevando votantes a los circuitos electorales ante la ausencia de transporte público en muchos sectores de Santiago y en otras ciudades. Ese tema, la escasa cantidad de ómnibus, fue motivo de polémica fuerte durante todo el día.

Sí, fue una imagen muy terrible lo que se veía durante todo el día. Muchas personas esperando el transporte público que no pasaba, pese a que se había prometido que habría frecuencia casi como de día laborable. No está claro si fue un error de planificación o un problema más grave de estrategia de supresión del voto en los sectores populares, pero la reacción fue la que vos señalás. Mucha gente salió con su auto o camioneta a llevar votantes a los locales de votación. Unos días antes había empezado una campaña para que la gente llevara votantes porque este problema se había registrado ya en otras elecciones.

EC: En todo caso, por lo visto no terminó siendo un problema porque votó un 55% de los habilitados, más que en la primera vuelta, cuando había votado el 47%.

Sí, aumentó. En Maipú, la segunda comuna con más votantes, votó el 64% y había votado un 53% en la primera vuelta. En Puente Alto, la más poblada, 47% en primera vuelta y ahora un 57%. En Santiago, pasó de 40 a 46% y en La Florida, se pasó de una participación de 52% a 63%. Estas son las 4 comunas de la Región Metropolitana con más votantes.

Estos aumentos fueron muy importantes porque en la Región Metropolitana de Santiago (que votó el 59% del padrón…. es la región con más votantes: 3 millones 400 mil votos) y la victoria de Boric fue aplastante. Boric obtuvo el 60,3% de los votos.

En Puente Alto obtuvo un 70%, en Maipú 66%, en Santiago un 60%, en La Florida Boric obtuvo el 64%. que son las comunas con más votantes.

EC: Entonces, Boric gana con una mayor participación y tú atribuyes esos apoyos a Boric a que su candidatura estaba más en sintonía con el proceso social y político que se está viviendo en Chile…

Sí, y también a que su contrincante representaba muy fielmente a los sectores de extrema derecha. Recordemos que José Antonio Kast compitió en otro pacto, el Frente Social Cristiano, y compitió contra la centro derecha y la derecha. José Antonio Kast representaba a la extrema derecha y a un sector que se opuso al proceso de reforma de la constitución y que no estaba en línea con las reformas que han estado por bastante tiempo en la agenda. Y, no es menor, a un efecto demostración… ya tenemos a Bolsonaro, ya tuvimos a Trump, sabemos lo que pasa con este tipo de liderazgos. Pero y esto es importante también, a diferencia justamente de esos dos casos, José Antonio Kast no era un líder de derecha populista y no tenía un movimiento, un ejército de militantes capaces de llevar adelante esfuerzos de movilización.

EC: Un tema que no hemos conversado hasta ahora es que, a pesar de que fue una elección polarizada, el día de ayer transcurrió con normalidad. José Antonio Kast reconoció rápidamente su derrota y en su discurso fue conciliador. También Boric en su alocución llamó al diálogo y aseguró que será el presidente de todos los chilenos. De hecho, Boric agradeció a todas las candidaturas, incluso a la de Kast, pese a todas las tensiones que hubo entre ambos durante la campaña…

Sí, ayer se respetaron todos los ritos republicanos y las tradiciones de los procesos electorales chilenos. Por ejemplo, Piñera, el actual presidente, llamó a Boric para felicitarlo. Esa llamada siempre se transmite en vivo y ayer también sucedió, aunque tuvo la particularidad que fue por videollamada. Además, como decías, Kast llamó a Boric, lo fue a ver al comando.

El discurso de Kast fue el típico discurso de concesión y en ningún momento se puso en duda el resultado. Esto es bien importante porque habla de un sistema político con una democracia sólida, que resiste a una elección polarizada en un contexto muy complejo.

Las elecciones fueron limpias y libres y el Servel (Servicio Electoral de Chile) administró perfectamente la elección. De hecho, el resultado lo supimos antes de las 8 de la noche y todo transcurrió con normalidad. Creo, sí, que la ventaja de Boric ayudó a que no hubiera ninguna duda.


(Al regreso de la pausa)

EC: Chile dio un giro a la izquierda ayer domingo, al elegir en el balotaje como nuevo presidente a Gabriel Boric, que triunfó con el 55,8% de los votos, 11 puntos más que su rival de derecha, José Antonio Kast.

En su primer mensaje como presidente electo, Boric prometió anoche varias reformas, entre ellas un sistema de pensiones públicas garantizadas y programas de salud y educación universales.

  • Ustedes los saben. La esperanza le ganó al miedo. Chilenos y chilenas hemos llegado hasta acá con un proyecto de gobierno que puede sintetizarse en pocas palabras: avanzar con responsabilidad en los cambios estructurales que Chile viene demandado sin dejar a nadie atrás. Eso significa crecer económicamente, convertir los bienes de consumo en derechos sociales garantizados para todos y todas sin importar el tamaño de la billetera.

Estamos analizando el nuevo escenario político chileno junto a Fernando Rosenblatt, doctor en ciencia  política, colaborador habitual de En Perspectiva desde Santiago.

EC: ¿Qué destacas de la alocución Boric de anoche?

Creo que fue un discurso que por un lado le habló a todo el país. En varios momentos insistió con la idea de que sería el presidente de todas y todos. Además, fue un discurso que puso énfasis en los aspectos más importantes de su agenda, sobre todo pensiones, salud y cambio climático. También creo que fue importante la idea de los cambios graduales, de avanzar lento pero seguro y anunciando que habrá que negociar y escuchar para construir acuerdos y mayorías. Esto es importante porque el escenario político es bien complejo para avanzar su agenda de transformaciones para Chile.

EC: ¿Cómo sigue el escenario político ahora? Cuando conversamos después de la primera vuelta tú mismo describías un escenario político complejo para quien resultara electo presidente.

Sí, y por varias razones. La primera, Boric no tiene mayoría propia en el Congreso. Es decir, su coalición, Apruebo Dignidad (Frente Amplio y Partido Comunista, esencialmente), está muy lejos de tener mayorías. Pero, si sumamos otros sectores, como por ejemplo al Nuevo Pacto Social (ex Concertación) y otros, llegamos a una mayoría muy estrecha. En el Senado, tenemos un escenario de empate.

En la Cámara, la suma de Apruebo Dignidad y Nuevo Pacto Social: 74 y podríamos llegar a 79-80 sumando a otros, pero son apoyos que no está totalmente claros.

50 senadores. Y el FA y la centroizquierda suman 25, la misma cifra de la sumatoria de Chile Vamos y el pacto del Partido Republicano.

Segundo, no está clara la composición del gobierno. No está claro si los partidos de la ex Concertación se sumarán o no al gobierno formando ya una coalición de gobierno. Algunos líderes de la DC han dicho que serán oposición. El PS y el PPD no se han definido. Boric ayer los recibió y se reunió con los presidentes de estos partidos, incluida Carmen Frei de la DC y los recibió junto a los líderes de los partidos de su coalición, Apruebo Dignidad.

En todo caso y más allá de quien se sume al gobierno, sería una coalición de formación muy reciente, muy fragmentada y con diferencias muy profundas. Recordemos que la coalición de Boric fue crítica de la Concertación.

Tercero, el panorama macroeconómico va a ser complejo. Se prevé un enlentecimiento de la economía, hay un déficit fiscal que ha aumentado producto de la pandemia, aunque no a niveles descomunales pero habrá que prestar atención ahí.

Cuarto, y creo que lo más importante, es la combinación de una sociedad que viene del estallido con un conjunto de demandas de transformación muy profundas, con las que Boric comulga y que ha defendido y promovido, pero donde los ritmos pueden no coincidir. ¿Cuánto va a esperar la sociedad? Pero, y asociado a esto, y de algo que venimos hablando hoy y tantas veces, la ausencia de una organización partidaria fuerte, estable y con presencia en el territorio, con capilaridad, no solo es importante, fundamental, para una instancia de movilización electoral, también es fundamental para legitimar procesos políticos, decisiones políticas. Boric, Apruebo Dignidad, el Frente Amplio, no tienen eso y para un gobierno que va a enfrentar muchas restricciones producto del escenario macroeconómico por un lado, y muchas demandas por otro, tener una organización fuerte que sea una buena base de apoyo sería muy importante.

Pero ojo, la historia no está escrita. Yo creo que seguirán siendo años intensos, muy complejos para Chile. Los procesos sociales de transformación son así.

En este sentido, quizás este sea el inicio de la formación de una nueva fuerza política de izquierda o centro-izquierda, más amplia que Apruebo Dignidad, y que se consolide desde el gobierno. Es muy difícil, pero sería lo deseable. Chile necesita recuperar la estabilidad de su sistema de partidos, volver a tener partidos fuertes para ordenar la competencia política, para generar estabilidad, gobernabilidad y para canalizar demandas desde la sociedad.

EC: Es difícil que avance su agenda con este Congreso.

Sí, pero también en Chile hay una cierta gimnasia. La mayoría de los mandatos desde la transición no tuvieron mayoría en el Senado, salvo el segundo gobierno de Bachelet y una parte de su primer gobierno. El asunto pasa sobre todo por la combinación de no tener mayoría en el senado pero por la fragmentación y que la construcción de mayoría en la Cámara y en el Senado supone recurrir a otra coalición y a otros partidos menores. Esto, combinado a la agenda que se propuso y a las demandas que explotaron con el estallido pero que estaban presentes hace mucho tiempo, genera un escenario muy desafiante. Y además, está el proceso Constituyente. Van a ser meses, años, muy intensos, sin duda.

***

Transcripción: Fernando Rosenblatt

***

Audio y video de la entrevista

Comentarios

Noticias Relacionadas