El prosecretario de Presidencia de la República se lanza como diputado por el Partido Demócrata Cristiano, bajo la lista que encabeza Mario Bergara al Senado; también habla de la salud de Tabaré Vázquez y de las polémicas por lo que se comunica a través del portal de Presidencia
EN PERSPECTIVA
Viernes 23.08.2019, hora 8.00
EMILIANO COTELO (EC) —El tercer gobierno del Frente Amplio (FA) recorre sus últimos seis meses. En el medio, el percance de salud del presidente Tabaré Vázquez, la campaña electoral y varios asuntos que hay que completar.
Para cuidarle la espalda a Vázquez hay un grupo de personas que lo acompañan desde el comienzo del quinquenio. Trabajan junto a él en el día a día, y se han convertido en los hombres y mujeres de mayor confianza. Entre esas figuras se ubica el prosecretario de la Presidencia, Juan Andrés Roballo, abogado de profesión, que integra el Partido Demócrata Cristiano (PDC) y que ha estado en la cocina de las decisiones más importantes de esta administración. Por ejemplo, el contrato con UPM por la segunda planta de celulosa.
¿Qué va a pasar en la Torre Ejecutiva desde ahora hasta marzo? ¿Cuál será el futuro político de Roballo?
Lo conversamos con él.
Usted integra el círculo más cercano al presidente de la República. ¿Cuándo se enteró de que en su último chequeo médico le habían encontrado un nódulo pulmonar con características malignas?
JUAN ANDRÉS ROBALLO (JAR) —El presidente primero nos lo comunicó al secretario de Presidencia, Miguel Toma, y a mí, minutos antes de comunicárselo al gabinete.
EC —El mismo día, esa misma tarde.
JAR —Sí. Estábamos llegando del interior del país, en esa nueva edición de gobierno de cercanía, y nos citó a la Torre Ejecutiva; tuvimos una reunión secretario y prosecretario con el presidente, nos trasmitió eso e inmediatamente pasamos a la reunión del gabinete, donde lo trasmitió de la misma forma, y luego la conferencia de prensa. Fue una cosa atrás de la otra.
EC —¿Cómo tomó esa noticia?
JAR —Es un baldazo de agua fría. Todos sabemos lo avanzada que está la ciencia, él nos lo trasmitió con mucho ánimo y esperanza, con fortaleza, como la que tiene. No podía ser de otra manera, es el jefe de Estado. También es un amigo, uno va construyendo relaciones personales, es un referente. Es un baldazo de agua fría, fue una noticia triste. Pero así como nos trasmitió una noticia de esa envergadura, con esas consecuencias potenciales feas, nos trasmitió una fuerza, una entereza, un compromiso que en un primer momento en que uno se cae también le genera esa rebeldía, esa reacción.
EC —¿Cómo venía el ánimo de Vázquez, teniendo en cuenta que tres semanas antes había fallecido su esposa, María Auxiliadora? ¿Cómo venía últimamente?
JAR —Desde que falleció María Auxiliadora, que fue un golpazo también, evidentemente ha estado muy triste, pero nunca paró de trabajar. Yo no recuerdo un día en que no hayamos hablado sobre diferentes cuestiones de Estado, con el nivel de involucramiento en los temas y de toma de decisiones de siempre, en algunos temas más. Como que cae para delante, ante la adversidad reacciona, sale para delante. Siempre fue así y en estas circunstancias también. En el Consejo de Ministros del otro lunes, que fue el primero después del fallecimiento de Mary, la gente preguntaba “¿cómo está?”, había quedado una imagen de él muy abatido. Y la verdad es que yo estaba contento porque lo había visto… Es verdad, no se sonrió mucho en el gabinete, pero estaba enérgico, fue de los gabinetes más largos que tuvimos, trató todos los temas. Cuando pasan estas cosas sale para delante, es la verdad.
