
Mundial de Clubes
Por Homero Fernández
Viernes 20.06.2025
El origen del club sudafricano está ligado al pasado de segregación racial que vivió el país durante décadas que le otorga una representación especial.
El Mamelodi Sundowns de Sudáfrica llega al Mundial de Clubes 2025 para medirse con el Borussia Dortmund, Fluminense y el Ulsan HD en el grupo “F”.
Trae como antecedente una participación en el mismo torneo en 2016 al que accedió tras completar la hazaña de salir campeón de la Copa de Campeones de África. Le ganó al egipcio Zamalek y fue el segundo club sudafricano en conseguir el trofeo. Ganaron 3 a 0 de locales y perdieron 1 a 0 de visitantes.
Quince años antes, en 2001, ya habían tenido una experiencia de final pero el resultado había sido frustrante: perdieron ante el poderoso Al-Alhy, que también representaba al fútbol egipcio.
El Mamelodi fue fundado en 1970 y su nombre lo toma de un municipio de la ciudad pretoriana de Tshwane. Era una zona creada en 1953 durante el apartheid y estaba reservada solo para personas de raza negra.
En el origen apenas había 16 casas construidas para las familias negras que habían sido expulsadas de la ciudad por políticas racistas.
En la actualidad, junto con otros suburbios creados con el mismo propósito, viven más de un millón de personas y Mamelodi se ha forjado también como un lugar donde se cultiva el jazz a través de festivales y conciertos con figuras locales.
El fútbol de Sudáfrica fue el primer deporte en aceptar la diversidad racial a través de la formación de la National Soccer League en 1984.
Un año después, en 1985, el Mamelodi Sundowns ingresó a la competición después de ganar su ascenso.
A ese recuerdo feliz para sus seguidores se le suma ese año un hecho trágico.
El 21 de noviembre de 1985 se produce la llamada “masacre de Mamelodi” que dejó un saldo de 13 personas asesinadas y decenas resultaron heridas. Todo esto ocurrió después de una manifestación en las que participaron unas 80 mil personas en contra el racismo y las políticas del gobierno supremacista.
Desde 2003, el Mamelodi Sundowns, a quien le llaman también “los brasileños” por su uniforme amarillo y azul, es propiedad de uno de los hombres más ricos del país. Patrice Motsepe, que en 2012 fue nombrado el hombre más rico de Sudáfrica también salió de esos barrios segregados de Pretoria.
Dirige la empresa que creó en 1997 y que se dedica a la explotación de plata, platino, hierro, cobre y oro. En 2020, la revista Forbes le adjudicó a Motsepe una fortuna de 2100 millones de dólares.
El magnate también alcanzó la presidencia de la Confederación Africana de Fútbol en 2021.
Motsepe no dudó en poner en favor de su equipo las ayudas económicas necesarias al punto que contrató como entrenadores a personajes famosos del futbol mundial como el búlgaro Hristo Stoichkov, a quien cesó en 2010, y el danés Johan Neeskens que asumió al año siguiente.
Bajo su dirección el Mamelodi Sundowns registró un curioso resultado.
Le ganó al Powerlines 24 a cero. El primer tiempo del partido había terminado con una ventaja de 10 a 0.
Hlompho Kekana hizo 7 goles, Nyasha Mushekwi 6 y Richard Henyekane, 5. El golero del rival vapuleado solo pudo admitir que se había tratado de “una experiencia muy dura”.
Neeskens felicitó a su equipo después de la goleada “por entretener al público”, dijo, y por “tomar muy en serio su trabajo”.
El resultado destruyó el récord que también tenía en el Durban que le había ganado dos veces, sí dos veces, 16 a 0 al equipo AmaZulu, en 1976 y 1986.
Aunque dramático y llamativo, a la vez, muy lejos del récord registrado en el futbol africano que lo tiene el Adema sobre el Stade Olympique Emyrne, en Madagascar, cuando ganó 149 a 0 con la complicidad de los jugadores perdedores que terminaron anotando en su propia valla en protesta contra los árbitros.
Pero eso, es otra historia.
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