EnPerspectiva.uy

Ensayos
La ONU y el embargo a Cuba

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Por Gonzalo Pérez del Castillo ///

La Asamblea General (AG) de la ONU ha vuelto a pronunciarse en forma contundente en contra del bloqueo económico a Cuba por parte de los Estados Unidos de América. El resultado es impactante: 188 países en contra del bloqueo, dos a favor (EEUU e Israel) y 3 abstenciones (Islas Marshall, Estados Federados de Micronesia y Palau).

El embargo comenzó en 1960 cuando Fidel Castro nacionalizó propiedades en Cuba que pertenecían a corporaciones americanas, fundamentalmente plantaciones de azúcar y piña (ananá) y minas de níquel. Según La Habana, el bloqueo económico ha significado pérdidas por US$ 1.126 millones. El gobierno de los EEUU no ha abandonado esperanzas de recibir indemnizaciones por las propiedades confiscadas, pero desde hace unos años justifica el embargo como un instrumento para promocionar el respeto por los derechos humanos en la isla.

Pero el mundo no acompaña la postura de la gran potencia mundial y se lo hace saber con claridad y contundencia. Le señalan a los EEUU que es culpable de una política injustificada de agresión, violatoria del derecho internacional, de la libertad de tránsito y de comercio y de los más elementales principios de convivencia.

Cierto es que EEUU ha sabido disimular con singular éxito su preocupación por declaraciones de la AG de la ONU en este sentido. Recordemos que, en el correr de los años, ya suman más de 20 las resoluciones al respecto. Aún así, no puede dejar de resultar incómodo a quienes se presentan como los paladines de la democracia en el mundo ser “escrachados” en una asamblea de naciones en forma tan terminante y categórica y “en reiteración real”.

Los críticos de Naciones Unidas dirán que estas proclamas de la AG no son vinculantes y solo derivan en recomendaciones al Consejo de Seguridad, donde EEUU se opondrán a cualquier moción que no le favorezca y ahí quedan las cosas. Pero eso constituye un análisis muy superficial de estos hechos internacionales.

En primer lugar este resultado es un fuerte espaldarazo a la política del presidente Barack Obama, que se propuso reanudar relaciones diplomáticas con Cuba y proponer al Congreso de los EEUU el cese del bloqueo. ¿Será indiferente el Congreso a semejante pronunciamiento de la comunidad internacional? ¿No habrán comprendido todavía los congresistas que EEUU necesita aliados para su política exterior? ¿Alguno puede pensar que esta decisión no los afecta?

Por otro lado la votación constituye una victoria moral para Cuba. El mundo se pronunció unánimemente a su favor y en contra de su poderoso rival en esta contienda. Pero los países no expresaron su parecer solo a través del voto.

El representante de Italia, hablando en nombre de la Unión Europea, criticó el embargo pero aprovechó para solicitarle al gobierno cubano que otorgue a sus ciudadanos las libertades y los derechos políticos y civiles internacionalmente reconocidos.

El representante de Irán, hablando por el grupo de los No Alineados, argumentó que la ayuda ofrecida por Cuba a los países del África Occidental afectados por el ébola era una demostración del papel constructivo que Cuba jugaba en las relaciones internacionales.

El representante de Arabia Saudita, en nombre de los países árabes, expresó que el embargo había sido un impedimento para eliminar la pobreza y para alcanzar los objetivos de desarrollo del milenio.

El Caribe (Caricom), a través del representante de Barbados, dijo que leyes como la Ley Helms Burton contradicen la letra y el espíritu de la Carta de la ONU, no tienen justificación legal ni política y no sirven propósito moral alguno.

El representante de Argentina, hablando por el Mercosur, añadió que el embargo violaba principios de justicia y de derechos humanos y era una demostración de políticas extraterritoriales obsoletas, que no tenían lugar en el mundo. Y siguió el baile… Tremendo desaire para quien aduce que el embargo tiene como propósito defender los derechos humanos.

La AG es una reunión de pueblos libres donde cada país tiene derecho a su opinión y cuenta con un voto. Ahí se pueden expresar libremente y así nos enteramos de lo que el mundo opina con respecto a un tema. Solo la ONU nos provee esta posibilidad donde los débiles pueden expresar su sentir a los poderosos en su presencia y en igualdad de condiciones, y ello tiene un enorme valor. Es cierto que las palabras se las lleva el viento, pero los votos no.

Fueron 188 a favor de levantar el embargo; dos en contra, emitidos por el inculpado y el socio que no puede dejar de serlo; tres abstenciones ya mencionadas que, dicho con el mayor respeto, le quitan muy poco a un fallo que es a todas luces unánime. Así opina el mundo.

***

Sobre el autor
Gonzalo Pérez del Castillo (Montevideo, 1946) es ingeniero agrónomo. Colaborador de En Perspectiva desde 2006, actualmente integra La Mesa de En Perspectiva.

Leer otros Ensayos en EnPerspectiva.net

Foto: Bruno Rodríguez Parrilla, ministro cubano de asuntos exteriores, durante una conferencia de prensa en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, 27 de octubre de 2015, luego de que la Asamblea General de la ONU hiciera un llamado casi unánime a que EEUU levante el embargo sobre la isla. Crédito: Jewel Samad/AFP Photo.

Las opiniones y datos presentados en este artículo son responsabilidad exclusiva del autor.

Comentarios