Entrevista central

¿Cómo es el acuífero que existe bajo el río Santa Lucía y podría reforzar a bajo costo el servicio de OSE en área metropolitana? Repasamos lo que propuso el geólogo Guillermo Popelka en 2016

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En estos momentos de crisis con el abastecimiento de agua potable en el área metropolitana se han abierto varias discusiones.

Una de ellas es por qué hemos llegado a esta situación y en especial por qué dependemos sólo de una fuente de agua bruta: el río Santa Lucía y sus afluentes. ¿Qué pasó con las otras posibilidades que se han manejado?

Por ejemplo, la idea de recurrir a una fuente “infinitia”, instalando una nueva usina potabilizadora de agua del río de la Plata, que ahora el gobierno está por licitar a partir de una iniciativa privada, está arriba de la mesa desde la década de 1970 (es más, figuró en la ley de Presupuesto del gobierno de Jorge Batlle pero la crisis económica y financiera del 2002 obligó a olvidarla).

Y tanto o más viejo es el otro proyecto: el de construir una nueva represa en el arroyo El Soldado, en Casupá, que ya se manejaba en los tiempos de la dictadura.

Los cruces entre oficialismo y oposición están a la orden de día, atribuyéndose culpas, omisiones y demoras.

Pero también hay otras dudas y preguntas, que apuntan a otro tipo de soluciones.

En La Tertulia del Viernes Gonzálo Pérez del Castillo trajo una de ellas, que en realidad venía de un oyente de En Perspectiva.

"Son sugerencias. La primera es que en un próximo programa, y esto me lo ha sugerido una persona que nos escucha, invites a algún geólogo uruguayo que nos explique por qué si en todos lados decimos que nosotros somos uno de los países con mayores reservas de agua potable estamos teniendo estos problemas de agua. Y que explique bien qué es el acuífero Guaraní, cuáles son esas reservas de agua, cuál puede ser el futuro de esa fuente. Interesantísima propuesta de ese oyente fantasma, porque no sabemos quién es.  Francamente es el electricista que trabaja en casa pero que te escucha".

Lo dije en ese momento. La inquietud de Gonzalo y su amigo, el electricista, me pareció muy pertinente. Tenía la virtud de sacarnos de la “caja” en la que hoy está encerrada la polémica. Nos llevaba a pensar en el agua subterránea y en lo que tuvieran para decir los geólogos, en particular los hidro-geólogos.

A los pocos segundos llegaron mensajes de otros oyentes que nos alentaban a abordar ese ángulo de análisis y mencionaban a algunos nombres concretos de profesionales de la geología, en particular el de Guillermo Popelka, que tiene una vasta experiencia en esta materia.

Fue entonces que recordé un par de alusiones a acuíferos que había manejado el lunes pasado, aquí, En Perspectiva, el presidente de OSE, Raúl Montero…

"Los acuíferos juegan. Entendemos que si. Manejamos una información que queremos profundizar. El Río Santa Lucía se nutre de un aporte indeterminado de los acuíferos pero que lo evaluamos. Seria inexplicable la baja salinidad que tiene el Río Santa Lucía por momentos, si no tiene un aporte de agua dulce. Y queremos tratar de aprovecharlo". 

…y sobre todo, recordé una entrevista muy interesante, apasionante diría, que realicé con el geólogo Popelka en febrero de 2016, hace siete años.

Así que apenas terminó el programa del viernes fui en busca de aquella nota en nuestro archivo. Y fue entonces cuando el círculo terminó de cerrarse.

En aquel momento, comienzos de 2016, ya habían existido varios sustos importantes con la disponibilidad de agua potable en el área metropolitana debido a las sequías cada vez más frecuentes. Hubo episodios serios de este tipo en 1998, 2000, 2005, 2008, 2009 y 2013… Pero además en 2015 se había instalado el debate por la calidad del agua que OSE suministraba en el área metropolitana, debido a la contaminación creciente de la cuenca del Santa Lucía con agroquímicos y cómo ese fenómeno estaba obligando a OSE a invertir y gastar cada vez más en el proceso de potabilización, con su consecuencia indeseable, mayor cantidad de lodos que se depositaban en el cauce del río, a la salida de la usina ubicada en la localidad de Aguas Corrientes.

En ese contexto, Popelka había propuesto, sin éxito, al gobierno y al directorio de OSE de la época que se explorara otro recurso que nunca se había considerado: un acuífero.

No hablaba del acuífero Guaraní, que ya es usado por OSE en el litoral, pero está muy lejos de Montevideo como para pensar en transportar el agua hacia el Sur. Y tampoco hablaba del acuífero el Raigón, que se encuentra en las próximidades de San José, y ya es empleado por OSE pero presenta algunos desafíos en materia de potabilización.

Popelka hablaba de un acuífero que, según sus estudios, existe por debajo del río Santa Lucía, a lo largo de todo su recorrido. En ese acuífero, explicaba, el agua pasa por un proceso de filtrado natural y, por lo tanto, es mucho más limpia que la que se encuentra en la superficie del río.

Según Popelka, de esa fuente se podría obtener, por lo menos, el 15% o el 20% del agua necesaria para el suministro a la zona metropolitana, y él aclaraba que esa era una estimación conservadora porque estaba convencido de que hasta podría llegarse al 40%.

Pero además señalaba que la inversiones necesarias serían bajas, tanto para la prospeccción y verificación del acuífero como para montar el sistema destinado a la extracción del agua de manera regular.

GP —Me parece que está al alcance de la mano explorar la posibilidad de extraer agua subterránea a bajo costo, hacer rápidamente una investigación y empezar a explotar por lo menos un 15 %-20 % del agua que necesita Montevideo. Eso no es tan difícil de hacer, aunque necesitamos apoyo tecnológico, el país no está a la altura tecnológica de hacer esta investigación y esta captación.

EC —¿Qué costo tendría esta investigación y cuánto tiempo llevaría?

GP —La investigación podría tener un costo de US$ 4 millones entre geofísica y pozos exploratorios…

EC —Ahí está incluida la serie de pozos.

GP —Están incluida una serie de pozos exploratorios que se pueden transformar en pozos de explotación. Para obtener este 15 % de caudal necesario para abastecer un 15 % de la ciudad podrían ser inversiones del orden de US$ 10, US$ 12 millones.

El planteo era realmente impactante. Innovador y aparentemente accesible. ¿Por qué no se intentaba aprovechar esa fuente “nueva” y permanente de agua dulce? Yo nunca lo entendí.

Por eso mismo, ahora, y con el nuevo escenario que estamos viviendo, después de repasar aquella entrevista opté por llamar a Popelka.

Me atendió muy amablemente, tenía muy presente aquella nota, confirmó todas sus afirmaciones de hace siete años pero no aceptó hablar de nuevo hoy en la radio. Según me contó, había vivido con gran frustración la indiferencia con que se recibió aquella propuesta suya en 2015 y 2016, y hoy tenía alguna expectativa de que en este nuevo contexto, tan dramático, las autoridades le dieran una oportunidad. Pero consideraba mejor no hacer declaraciones, a la espera de lo que pudiera ocurrir en estos días.

Le dije que respetaba su decisión pero que si a él no le parecía mal, yo iba a poner al aire hoy aquella grabación de archivo. Eso lo aprobó porque, remarcó, todo lo que sostuvo en aquella ocasión mantiene  vigencia hoy, e incluso podría decirse que se ha ido confirmando.

Volvemos, entonces,  a escuchar y ver la parte fundamental de aquel reportaje.

Les recomiendo que le presten atención. Es una verdadera clase de Hidrogeología. Y abre la cabeza. Bueno, en realidad, abría la cabeza hace siete años.

Después de bucear en aquel archivo, en la nota siguiente, averiguaremos si aquella innovación, que todavía sigue pendiente, tiene alguna viabilidad en este nuevo contexto tan complicado. Para eso la entrevista será con el Gerente General de OSE, Arturo Castagnino.

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Transcripción de la entrevista con Guillermo Popelka el 1º de febrero de 2016

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