El mes de mayo vio un aumento en las cifras de homicidios. Fue una seguidilla de casos impactantes al hilo, y el Ministerio del Interior los asoció con el narcotráfico, con disputas entre bandas.
En varias oportunidades, jerarcas del Ministerio del Interior han señalado que "muchos de estos homicidios no se pueden prever por la imposibilidad de poner un policía en cada esquina”.
Pero según un estudio reciente editado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, un “relato” como ese, sobre la “inevitabilidad del crimen asociado al narcotráfico”, trae bastantes problemas.
Es una de las conclusiones que pueden extraerse del estudio Análisis exploratorio del narcotráfico en Uruguay.
¿Qué problemas trae esa visión? Según este trabajo, dificulta que se busquen soluciones de fondo, estructurales, y genera una falsa sensación de seguridad en la población que no vive en las zonas más carenciadas de las ciudades.
“También los sectores más acomodados van a sentir los impactos negativos de organizaciones criminales fortalecidas”, dice la investigación.
Les proponemos ahora profundizar en este estudio sobre cuál es el panorama del narcotráfico en nuestro país, y qué implicancias puede tener para el diseño de políticas públicas.
Entrevistamos esta mañana a Emiliano Tealde, quien es doctor en Economía, especializado, entre otras áreas, en economía del crimen, y uno de los autores de este texto junto con Juan Bogliaccini, Carlos Díaz y Rosario Queirolo, del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Católica del Uruguay.