La audiencia opina…

Del "Covid" al "Vivid": Reflexionar antes de avanzar

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Casualidades que determinan Causalidades:

Que el Dr. Salinas, Ministro designado, tuviera un hermano bioquímico en el Inst. Pasteur y que éste conociera virólogos, epidemiólogos e infectólogos incidió en el desarrollo que tuvo la epidemia. De la relación familiar a la científica y de ésta a la política. De alguna forma sembró la semilla del GACH, Grupo Asesor Científico Honorario.

PRIMER TOMO
Covid-19; XII Capítulos:

I) A partir del 13 de marzo, cuarentena solidaria no obligatoria asumida, a contrapelo de opinólogos que la exigían impuesta, radical y sancionatoria. Y nos enfocamos en carencias previstas: Respiradores, camas CTI, barbijos, alcohol en gel y otras para evitar el eventual desborde de los CTI.

II) Primeros indicios que generan cauto optimismo, se logran respiradores y Tests nacionales, la curva es “suave”, en meseta a poca altitud: “Vamos bien, sigamos así”. Se sabe, no hay ni habrá vacuna disponible: La investigación llevará tiempo, y last but not least, una vez que se logre tardará en llegar a Uruguay. Mucha paciencia y perseverancia.

III) Brotes en H. Vilardebó y Hogares de Ancianos, se reacciona y se controlan, se multiplican los testeos, se rastrean los contactos, se encapsulan hasta el chequeo. Disminuye el Ro que indica que podríamos llegar al “0” y quedar “limpios”. Estuvimos cerca. Sonrisas a diestra y siniestra. We are fantastic.

IV) Uruguay pasa a ser un caso de estudio. Comienzan las consideraciones para explicar el fenómeno. En cualquier momento cantamos We are the champions. Mala cosa creérnosla; a corto plazo puede pasar factura.

V) Los vecinos aumentan de forma exponencial los casos. Se corta el tráfico fluvial con AR y se concentran los esfuerzos en la frontera seca con Brasil. Alarmas, luces naranjas casi rojas.

VI) Filtraciones fronterizas: Aeropuerto, Puertos, Rivera, Rio Branco, Chuy. No somos Nueva Zelanda, rodeada por un océano. Tampoco – al decir Roa Bastos de Paraguay – “una isla rodeada de tierra”. Somos aquí y ahora con nuestras circunstancias.

VII) En el mundo se multiplican los rebrotes, Uruguay es reconocido y se restablecen las conexiones aéreas con la UE.

VIII) Paro aquí, la historia continuará -esperemos que no sea histérica- y en el ínterin saber que es razonable tener episodios no deseados. La cuestión y la ecuación está en definir indicadores de numeradores y denominadores para decidir aperturas con los riesgos que ello conlleva: el Ro.

IX) Se comienza a explicar el caso Uruguay. Se manejan argumentos similares; cuarentena auto responsable, barbijos, distancia social, desinfección, aglomeraciones, cese de actividades, cierre de fronteras, etc.  También la escasa densidad poblacional por Km2, la cultura y el sistema de salud bien conceptuado a nivel regional e internacional.

X) Alarma escuchar a varios referentes comenzar sus exposiciones y destacar la fortaleza del sistema de salud, SNIS, como factor clave en el combate a la epidemia. Extraer conclusiones maniqueas en función de enumerar una ristra de factores positivos que se acomodan al resultado conocido es un error. Lo que corresponde hacer es un FODA – prefiero la versión DAFO – y contrabalancear lo positivo y negativo, certezas vs amenazas.

Flaco favor nos hacen – nos hacemos – si concluimos que “la fortaleza del SNIS es parte de la clave del éxito”.  Ello sólo puede afirmarse como una expresión de deseo autocomplaciente.  La cruda verdad es que parte del éxito fue, justamente, que el SNIS dejó de funcionar como le era habitual.  ¡Ese fue el gran aporte: Que se desactivó el SNIS en su versión pre-Covid!

XI) Hoy se plantea una desescalada de la cuarentena sin saber a ciencia cierta si lo que haremos o no estará bien, regular o mal. El riesgo que corremos – en la medida que creamos que el SNIS fue la clave – sería volver al régimen de atención institucional previo, con la misma forma de trabajo médico. El multiempleo.

XII) Aclaro un poco: El domingo 9 de marzo, antes del primer caso en Uruguay, envié carta a Búsqueda. Expuse lo que entendí era imprescindible tener en cuenta. Copio párrafos:

“Vengamos a Uruguay: El aviso está, el alerta existe, es probable que llegue o haya llegado. La cuarentena es la medida más eficaz mientras no se avance en capacidad diagnóstica, preventiva y/o curativa. Y eso llevará tiempo.

Pero tenemos dificultades en nuestra organización sanitaria. Convivimos con el multiempleo médico. Y el colmo: sobran médicos y faltan médicos. ¿Cómo explicar el absurdo?  UY tiene una proporción Mds por habitantes de las más altas del mundo. Genial. Pero mal distribuidos en el territorio. Topándose unos con otros en Montevideo y aledaños, escaseando en gran parte del territorio nacional. La mayoría trabajando en varias instituciones en Mvd y el interior.

Cartón lleno: Pandemia al galope, MSP que tranquiliza “por estar preparados”, el Dr. Savio insta a prepararse. Pregunta del millón: ¿Cómo implementar una cuarentena con el multi empleo médico, que van de institución a institución como saltamontes trasegando el virus en un santiamén? El problema es logístico y como tal debe ser encarado y resuelto. Antes que surja el primer caso.

Vayamos a lo que importa, la urgencia que ya es emergencia.”

SEGUNDO TOMO:
Convivid 21;  III Capítulos a cuenta de más

I) El tema del multiempleo sigue vigente pero está “en pausa”, sin siquiera haber sido mencionado o destacado en las explicaciones del relativo éxito. Hay una razón: No hizo falta puesto que se desactivó de forma radical todo el funcionamiento “normal” del SNIS: Funcionar a pleno en policlínicas, instituciones, cirugías, vacunaciones, controles, etc. Queriéndolo o no, sin mencionarlo se cortó de raíz lo que era, para nosotros, la peor de las amenazas: Los médicos trabajando en régimen de multiempleo en múltiples instituciones terminarían siendo vectores del virus del Covid-19.

¿Por qué traerlo a cuento? La razón no es combatir el multiempleo per se o racionalizar el SNIS atendiendo lo que hace décadas se dice que se quiere y debe hacer y no lo hacemos: Médicos en régimen full-time en una sola institución, lo que habilita constituir Equipos Integrados de Salud.

Hoy en el MSP, ASSE, JUNASA, instituciones gremiales y asistenciales se plantea cómo volver a la nueva “normalidad” sanitaria. Vuelvo al subtítulo: Reflexionar antes de avanzar. No hacerlo sería de una irresponsabilidad imperdonable. Con un agravante: Muchos decisores conocen de primera mano el tema del multiempleo médico y han sido contemplativos administradores de él. Ya no corre.

Volver a lo mismo en las actuales circunstancias es un dislate. Estarían -estaríamos- jugando con fuego rodeados de nafta. Difícil de apagar ese incendio.

Dicho al pasar: ¿Saben dónde surgieron los 3 brotes más importantes en lo que llevamos de epidemia? En el Hospital Vilardebó, los Hogares de Ancianos y la Mutualista de Treinta y Tres. Denominador común: Instituciones de salud. ¿Casualidad? Puede ser, pero optar por la fácil explicación “casual” implica obviar la estadística elemental. Lo razonable, lo lógico y lo sistémico es explicarlo por la vía de las causalidades. Que se conocían y se expuso en la carta del 9/marzo. Que se conocen y no se remiendan hace décadas.

Encomendémonos a los científicos y sus metódicos análisis. Ahora unas sugerencias:

II) A la feliz ocurrencia del Dr. Radi al comparar con un partido en la altura de La Paz hay que darle continuidad. Que el match termine en empate a 0. Y avanzar: El partido en Bolivia nos clasificó para el mundial de CONVIVID. Entramos en octavos, queremos llegar a cuartos y luego festejar si vamos a semifinales. Ese es hoy el aviso a la hinchada: Llevará unos cuantos meses…

III) La situación con Brasil preocupa y debemos ocuparnos. Resulta difícil, con una extensa frontera seca tan conectada en lo social, cerrarnos y encerrarnos. El planteo de la Cancillería para coordinar la acción sanitaria en la zona metropolitana de Rivera – Santana fue un avance. Pero no alcanza; la situación en Rio Branco y el Chuy exigen otras acciones.

Entro en terreno ajeno. Tenemos respiradores suficientes, quizás de sobra. ¿Por qué no encarar alguna conversa para compartirlos con Rio Grande do Sul (RGS)?  Préstamo, renta o venta.  Y pensar también en camas CTI, pues hasta ahora estamos bien provistos en cantidad (no digo bien distribuidas en el territorio).  Y si lo de RGS se agrava pensar en algo similar a “Médicos sin Fronteras”, versión “gauchos-gaúchos” y plantear una cooperación más concreta, i.e. proponer “áreas francas sanitarias” bien encapsuladas, donde funcione un Centro de Internación y Tratamiento del Covid19, con médicos uruguayos y brasileros dispuestos a encarar el desafío, similar a lo que se instaló y no se utilizó en el H. Español. Que podrían ubicarse en la línea divisoria o – por qué no – en algunos puntos más adentro, i.e. Bagé, Sta. Vitoria do Palmar u otros. Paro aquí, si sigo voy a comentar cómo podría financiarse y que beneficios traería a UY tal proceder. Por ejemplo, “correr” la línea divisoria sanitaria varios kilómetros, además de colaborar con nuestro vecino y la humanidad. “Cuerpos de Salud made in UY”. Cuestión de poner algo de imaginación y manos a la obra.

IV) La otra sugerencia es a los partidos políticos, los investigadores científicos, la academia y la ciudadanía: Tenemos una oportunidad inédita de dar un paso mayúsculo hacia el desarrollo nacional. ¿Cómo? Simple, dándole a la educación, la ciencia y la tecnología, la innovación y el emprendedurismo la importancia que tienen. Que hasta hoy no se ha reconocido, promovido y retribuido como corresponde. Y no vengan con explicaciones, lo que se requiere son soluciones! Aclaro: primero saber qué se quiere, luego presupuestarlo.

De ello trata un ensayo que hace poco terminé: Quo Vadis Uruguay.  El país necesita repensarse hacia nuestras potencialidades para no seguir colonizando nuestras entrañas.

Gonzalo Pou


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