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El libro de Jorge
Objeto: Pelota

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Traducciones del alemán

Objeto: Pelota

Contra lo que creen ellos mismos, los jugadores de fútbol que corren y luchan dentro del rectángulo marcado con cal sobre un campo de gramilla, no procuran obtener la victoria en esa pugna, sino exterminar los cachalotes.

La especie humana se hizo dueña del planeta ganando por ‘walkover the struggle for life’ (expresión imposible de traducir, pero que quiere decir “caminarles por arriba en el final de la existencia”) (Véase Huxley, Julian). Quebrar y quebrar los huevos del dinosauro, con el palo o la raqueta, con la piedra o el venablo, pero sobre todo a puntapiés, hizo que los adversarios antediluvianos se fueran de la cancha, dejando al hombre el triunfo de subsistir.

Tomar carrera y ejecutar un tiro libre es pues un acto ritual cuya respuesta emocional mana del subconsciente colectivo. Así como el delirium tremens revive el terror cavernario de las arañas, las ratas y las víboras, así, del mismo modo, llega de la noche de los tiempos, flamante, el júbilo que hace estallar a las tribunas cuando su crack patea y convierte; la raza siente: hicimos tortilla el germen de los grandotes; hombre, uno; megaterio, cero.

Todo es huevo y está relleno de apetitos, por eso el fútbol es tan inexplicable puertas adentro, durante la vida matrimonial. Las mujeres miran y no ven la pelota, ven una cosa de cuero, esférica.

Ya se sonrieron, descreídamente, las mujeres del mundo, al enterarse de la historia de Friné, al saber que cambió la opinión de los jueces más justos exhibiendo la morbidez desnuda de sus dorados, pulidos senos. También allí las mujeres vieron simples esferas cubiertas de piel. La redondez no es apta para señoras, es el objeto que sueñan y persiguen los amadores, los guerreros, los deportistas, es decir: los que están antes de la utilidad y del buen sentido; los jóvenes, los dueños del lujo de vivir, los imantados, los perseguidores de la gloria, aquellos a quienes sobra fuerza y alegría y pueden dilapidarlas saludablemente, soñadoramente, fascinando, conquistando, venciendo; estos son los tres verbos que conjugan indistintamente el crack, el héroe y el Don Juan.

La naturaleza es armónica, todo tiene que ver con todo. Así, la criatura suprema, el hombre, culmina en una bocha, solo afeada por la cara, que es la puerta de servicio de la cabeza. ¡Cuánta correspondencia! La pelota está hecha a imagen y semejanza de la capital del hombre.

Todo lo redondo es bueno, desde el globo terráqueo a la bola de billar. Desde mucho antes de Colón, la curva henchida atrajo al varón y le pidió rodearla y, si es fruta, probar su consistencia, a veces cubrirla con un gesto especial (caricia) que encierra al mismo tiempo las ganas de proteger y de estrujar y clavar los dientes para sentir el jugo. La Biblia empieza con la tentación de morder la manzana; todo indica que en el principio fue pelota.

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El libro de Jorge es el blog de Carlos Maggi en EnPerspectiva.net. Actualiza los viernes con uno de los textos de El libro de Jorge, volumen que editó originalmente el Club del Libro del programa radial Discodromo en agosto de 1976. El próximo viernes 2 de octubre publicaremos Objeto: Aire.

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