Análisis Económico

Fripur y la situación de la industria pesquera

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A un año de haberse presentado a concurso y tras casi 40 años de actividad, ayer suspendió sus operaciones Fripur, la principal industria pesquera del país, dejando a más de 900 trabajadores en seguro de paro.

Frente a esta situación, parece importante poner el foco en esta industria… una industria tradicional de nuestro país, que enfrenta hoy varias dificultades. El diálogo será con el economista Javier Glejberman, de la consultora Deloitte.

ROMINA ANDRIOLI (RA) —Javier, ubiquemos un poco a los oyentes con los principales datos de esta industria. Estamos hablando de una industria exportadora tradicional de nuestro país, pero que venía enfrentando dificultades desde hace ya algún tiempo, ¿verdad?

JAVIER GLEJBERMAN (JG) —Sí… a ver… si bien nunca ha estado al nivel de otras grandes industrias exportadoras del país, como la industria cárnica, las curtiembres, la industria arrocera, o incluso la industria láctea, por poner algunos ejemplos de grandes sectores exportadores, la industria pesquera sí es una industria tradicional para el país… Si miramos las cifras de comienzos de los años 2000, las exportaciones de pescado y otros productos del mar representaban entre 4 % y 5 % de las exportaciones de bienes del país… Desde esos niveles, la participación de la industria pesquera empezó a caer… y el año pasado fue de menos de 2 %, con ventas por unos US$ 155 millones. Con lo cual la evolución del sector no ha sido buena en la última década y perdió terreno sobre todo en términos relativos a otras industrias productoras de alimentos, que tuvieron en estos años crecimientos muy fuertes…

De hecho, según los datos de INE, mientras que la industria manufacturera en su conjunto creció casi 30 % entre 2004 y 2014 la actividad de la industria pesquera se contrajo 50 % en el mismo período. En 2014 la captura total fue de aproximadamente 55.000 toneladas… algo por encima del mínimo visto en 2013 pero apenas un tercio de lo que se llegó a capturar en 2006, cuando se observó un máximo histórico.

RA —¿A qué obedece una caída tan fuerte de la producción pesquera en estos últimos años?

JG —A ver… antes que nada y en relación a las cifras que comentaba recién, hay que tener presente que siendo Fripur la principal empresa de esta industria, las cifras del consolidado del sector sin dudas están afectadas por su desempeño en el último tiempo… En ese sentido, hay que tener presente que la empresa enfrentaba dificultades financieras importantes, que desde hace algún tiempo le estaban impidiendo operar con normalidad. De todos modos, como comentaba antes, la retracción de la actividad comenzó hace varios años… y de hecho la mayoría de las empresas de la industria están teniendo contracciones en sus ventas actualmente…

RA —Está claro el punto… Entonces, más allá de los problemas propios de Fripur, ¿qué otros elementos están detrás de la caída de la actividad pesquera en los últimos años?

JG —Bien… la verdad es que cuando miramos la historia de esta rama industrial, en las últimas dos décadas hemos visto oscilaciones muy importantes de su nivel de actividad. Por ejemplo, el sector tuvo una contracción también muy fuerte en el transcurso de la década de los 90 y después se recuperó de forma notoria a inicios de los años 2000, hasta alcanzar un pico de actividad justamente entre 2004 y 2006, como comentaba recién.

Esas oscilaciones en la actividad de la industria se explican por varios motivos… Pero un elemento fundamental ha sido y sigue siendo actualmente los vaivenes que tiene la oferta de recursos, que se ve afectada por motivos naturales (temas de dinámicas poblacionales de algunas especies, efecto de mareas, que los especialistas podrán explicar mejor) pero también por otros factores, como por ejemplo la sobreexplotación que se dio de determinadas especies en algunos períodos… En estos últimos años, en particular, algunos operadores del sector señalan que la industria está sufriendo una competencia importante de buques de otras banderas por la captura.

Además, más allá de los factores de oferta, también hay problemas de demanda detrás de la contracción de la actividad de esta industria.

RA —¿A qué te estás refiriendo con eso, Javier?

JG —Me refiero a que, además de la escasez de recursos, a partir de 2008-2009 (con plena crisis en las economías desarrolladas) la industria empezó a tener mayores dificultades para colocar su producción. En términos de mercados, la Unión Europea ha sido tradicionalmente el principal destino de este sector, en particular para los productos de mayor procesamiento o valor agregado, como los filetes o los productos preparados… Brasil también es un destino muy importante (que incluso supo pelear el primer puesto algunos años atrás), pero en general, las ventas a Brasil, así como a otros destinos africanos o al mercado chino, suelen ser de productos con menor procesamiento industrial (típicamente, pescado congelado entero).

Lo que estuvo pasando en estos últimos años es que después del pico de 2006 (cuando las exportaciones a la Unión Europea alcanzaron a unos US$ 70 millones) la crisis en Europa empezó a afectar las ventas a este destino… De hecho, el año pasado las ventas a Europa fueron US$ 31 millones, un 30 % por debajo de aquel pico… En relación a esto, además, a comienzos del año pasado Uruguay perdió el acceso a las ventajas arancelarias que le proveía el Sistema Generalizado de Preferencias de la Unión Europea, lo que lo deja en desventaja frente a varios competidores relevantes de Uruguay en este mercado.

Y, por último Romina, a esta situación de escasez de recursos y dificultades de demanda, se suman problemas de competitividad, con costos internos que han tenido subas en dólares muy fuertes en los últimos años.

RA —¿Podemos comentar alguna cifra en ese sentido?

JG —Sí… En términos generales, los dos principales costos para la industria pesquera son la materia prima (es decir el pescado que se captura) y los salarios. Si miramos la evolución de los últimos diez años (desde 2004) en números redondos el costo del pescado captura se multiplicó por tres y los salarios por cuatro (siempre medidos en dólares)… Con lo cual, pese a que al mismo tiempo los precios de exportación también subieron mucho (aproximadamente 60 % en promedio) los costos aumentaron mucho más que los precios de venta y terminaron comprimiendo los márgenes de la industria.

RA —Está claro. Para terminar, entonces, ¿Cómo ven las perspectivas para esta industria?

JG —A ver… la suba del dólar es un alivio en materia de costos…. pero a nivel de la actividad, según los últimos datos de la DINARA, la captura en la primera mitad de este año fue de unas 21.000 toneladas. Eso supone una caída de 20 % respecto a los ya bajos niveles del año pasado… Con lo cual el panorama de actividad sigue siendo muy pobre.

Además, a nivel global, hay algunas tendencias que plantean desafíos adicionales para esta industria. El desarrollo de la piscicultura en algunos países del sudeste asiático, donde la mano de obra es barata y con un modelo de negocios que además no requiere consumo de combustible en el recorrido de los barcos, está resultando en una caída de los precios internacionales del pescado. Y, al mismo tiempo, Europa y Estados Unidos incrementaron sus cuotas máximas de captura poco tiempo atrás, lo que supone una expansión de la oferta que también presiona a la baja los precios internacionales del sector… Con lo cual el panorama para el sector luce bastante complicado.

Foto en Home: Fachada de Fripur. Crédito: Pablo Vignali/adhoc Fotos

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