En Uruguay se estima que existe una población canina de 1.200.000 perros, de los cuales 350.000 están en zona de riesgo de transmisión de hidatidosis, una enfermedad que puede llegar a causar la muerte y que en todo el país afecta a entre 7.000 y 10.000 personas.
EMILIANO COTELO (EC) —¿Sabían ustedes que en Uruguay hay un millón doscientos mil perros? ¿Y que la hidatidosis sigue caracterizándonos como país? ¿Y que esa enfermedad puede llegar a causar la muerte y es tan o más seria que el cáncer? Rosanna Dellazoppa estuvo averiguando sobre el tema.
ROMINA ANDRIOLI (RA) —¿Para qué hay que sacar la patente de los perros, Rosanna?
ROSANNA DELLAZOPPA (RD) —La institución que se ocupa de este tema es la Comisión Honoraria de Zoonosis, creada en el 2005 y presidida por el doctor Ciro Ferreira. Las zoonosis son las enfermedades que los animales transmiten al ser humano, y que ya no se limitan a la histórica hidatidosis. Por eso hoy la pastilla que se le debe dar al animal al sacar la patente es un medicamento de amplio espectro que se dosifica según el peso del animal y que previene entonces de muchas enfermedades que pueden afectar a las personas que viven entorno al perro tratado. Primera recomendación entonces, no dejen de hacerlo todos aquellos que viven en la ciudad y tienen perro.
Por otro lado, la zona de riesgo de hidatidosis está concentrada en los pequeños centros poblados y establecimientos rurales, y área suburbanas pues allí se da el ciclo ovino/perro, necesario para la aparición de la enfermedad. Si el perro come vísceras de un animal infectado, con quistes, se contamina, con la tenia que tiene huevos, y al defecar en agua, pastura o quinta, elimina huevos. Estos los come la oveja y se contamina, retomando el ciclo. El hombre acaricia un animal infectado con huevos en el pelo y se contamina llevándose la mano a la boca o ingiriendo verduras mal lavadas, en las que se encuentran huevos que provienen de las heces.
En resumen, el hombre es un huésped accidental, el perro es huésped definitivo y la oveja el intermediario.
¿Cuál es la forma de prevenirla? No dar achuras a los perros, en caso de hacerlo, hervirlas por más de una hora. Y lo más recomendado: apoyar el trabajo de la comisión de Zoonosis que a través de los dosificadores que recorren las zonas de riesgo regularmente, medicamentando todos los perros declarados.
RA —¿Hay más cifras que nos permitan darnos una idea de la importancia de prevenir esta enfermedad?
RD —Sí. Aquí hay un problema que aún sigue serio. El doctor Ferreira me decía que seguimos siendo campeones mundiales, ¡pero para mal! Se estiman 1.200.000 perros, la mitad en Montevideo. Unos 350.000 están en zona de riesgo de trasmisión de hidatidosis. Del 1 % al 2 % de la población que vive en la zona de riesgo está infectada. Entre 7.000 a 10.000 personas tienen quiste hidático de hígado, que se detectan con ecografistas que van a la zona de riesgo a hacerle ecografías a las personas. Es una vergüenza, absolutamente inaceptable.
RA —¿Y qué se puede hacer al respecto?
RD —La patente sale $ 450. El dinero que se recauda se invierte en su totalidad en acciones directamente vinculadas a las zoonosis. En los últimos cinco años se realizaron más de 250.000 castraciones y 300.000 ecografías humanas, y se evitó que el crecimiento de los perros fuera exponencial. Sin embargo, las cifras de hidatidosis no cambian, lo que indica que las recomendaciones no se usan.
Desde cada uno de nosotros, debemos cumplir con lo que se indica. Es una enfermedad cultural en donde el componente social es el más importante, me decía el doctor Ferreira. Si no lo asume la sociedad como un tema vital, no hay solución posible.
¿Qué les parece si entre todos le ponemos el cascabel al gato y, así como pudimos decir Uruguay libre de enfermedad de chagas, podemos decir Uruguay libre de hidatidosis?
