El acumulado del primer semestre cayó un 21% en comparación al año anterior.
EMILIANO COTELO (EC): Cómo ustedes saben, la situación regional y sobre todo las dificultades en la economía argentina impactaron duramente en la última temporada de verano. Sin embargo, según declaraciones de la Ministra Kechichián ante la Comisión de Turismo de Diputados, las cifras más recientes marcan algunas señales más auspiciosas, observándose un primer aumento de la llegada de turistas en el mes de junio.
Frente a este escenario, les proponemos dedicar los próximos minutos a conversar acerca del desempeño reciente y las perspectivas para el turismo en nuestro país. ¿Qué muestran las últimas estadísticas disponibles? ¿Qué perspectivas se manejan para la próxima temporada de verano? Lo conversamos con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
ROMINA ANDRIOLI (RA): Florencia, para entrar en tema, quizás valga la pena repasar los últimos datos disponibles en relación a la actividad turística en nuestro país. ¿Cómo viene evolucionando el turismo en lo que va de este año?
FLORENCIA CARRIQUIRY (FC): Bien. Si miramos los últimos datos disponibles (que llegan hasta junio), en el acumulado del primer semestre llegaron al país poco más de 1.695.000 turistas y eso supuso una caída de 21 % frente al mismo semestre de 2018, que debemos recordar había sido un récord histórico.
En ese marco, el gasto de los turistas en nuestro país cayó un 25 % en dólares y casi 20 % en términos reales frente a enero-junio de 2018. Concretamente, el ingreso de divisas asociado al turismo se ubicó en unos US$ 1.065 millones, se redujo en casi US$ 350 millones frente a enero-junio de 2018. Es un monto similar al de los primeros semestres de año en 2015-2016.
Sin embargo, esas cifras del acumulado del año engloban dos sub períodos diferentes. Por un lado, durante la temporada de verano vimos una caída muy fuerte de la actividad turística, sobre todo al comparar con una temporada 2018 que había sido excepcionalmente buena.Recordemos que en el verano aún no había estallado la crisis cambiaria en Argentina, que se desencadenó a partir de abril-mayo. Mientras tanto, en el segundo trimestre, las cifras ya son menos dramáticas. La caída frente a los niveles del año pasado es mucho más moderada y, según las declaraciones de la Ministra, como adelantaba Emiliano, en junio incluso se vio el primer aumento interanual en un año.
RA: ¿Podemos poner más foco en estas cifras? ¿Qué está pasando con el ingreso de turistas en estos últimos meses?
FC: Recién decía que en el acumulado del primer semestre el ingreso de turistas alcanzó a casi 1.695.000 personas y que eso supuso una caída de más de 20 % frente a los niveles del mismo período de 2018. Ahora, como adelantaba, eso obedece esencialmente a lo que ocurrió en la primera parte del año.
Yendo a los números concretos, en enero-marzo la llegada de turistas se retrajo en casi 30 %, como consecuencia esencialmente de la caída vista a nivel de los visitantes argentinos. De hecho, en el último verano vimos un 40 % menos de argentinos ingresando a nuestro país. Es cierto que la comparación es desde niveles extraordinariamente altos en 2018, pero en cualquier caso fue el menor ingreso de turistas argentinos desde 2015.
En el segundo trimestre, la comparación ya se realiza con un segundo trimestre de 2018 muy afectado por el estallido de la crisis en Argentina y los números por lo tanto no marcan descensos tan importantes. Concretamente, en abril-junio la cantidad de visitantes argentinos siguió cayendo, pero menos que en el verano (se redujo un 14 % en la comparación interanual), pero al mismo tiempo subieron un 13 % los turistas de otros orígenes y eso permitió que el número total de turistas que llegaron a nuestro país cayera sólo 2 % en el trimestre.
Un comentario importante es que las cifras por trimestre están en cierta medida distorsionadas por el hecho de que este año semana de turismo cayó en abril (es decir, en el segundo trimestre) y el año pasado había caído en marzo (es decir, en el primer trimestre), pero en cualquier caso las conclusiones no se modifican en lo sustancial por ese efecto.
RA: Está claro. Recién decías que en el segundo trimestre hubo un aumento de 13 % a nivel de la llegada de turistas no argentinos. ¿Los turistas de qué orígenes están aumentando en particular?
FC: Por un lado, este año estamos viendo un incremento fuerte de la llegada de uruguayos residentes en el exterior, que está subiendo más de 20 % respecto al año pasado. Y, por otro lado, a nivel de los turistas extranjeros, en este segundo trimestre aumentó un 6 % la llegada de turistas brasileños, un 7 % los turistas europeos, un 13 % los turistas de América del Norte y un 10 % los turistas de otras partes de América (sin incluir ni los países vecinos, ni Chile ni Paraguay).
RA: ¿Y qué pasó a nivel de gasto de los turistas en el segundo trimestre?
FC: El gasto total de los turistas en el país, medido en términos reales, se retrajo 3 % en abril-junio, los argentinos gastaron en conjunto 14 % menos que en abril-junio de 2018 (siempre en términos reales), pero eso fue en buena medida compensado por un incremento significativo -de casi 10 %- en el gasto realizado por turistas de otros orígenes.
De todos modos, también tenemos que advertir que las cifras marcan algunas diferencias significativas según punto de destino de los turistas.
RA: ¿Cómo es eso? ¿Podemos compartir cifras por destino turístico?
FC: Sí, claro. A nivel de cantidad de personas, en lo que va del año vimos una caída fuerte de los visitantes a Punta del Este, que se retrajo tanto en el primer como en el segundo trimestre y acumula una caída de 25 % interanual. Luego también cayó fuerte en el semestre (entre 30 % y 40 %) la llegada de turistas a otros destinos de playa, como la Costa de Rocha, Piriápolis y la Costa de Oro, aunque en todos estos casos se vio cierto repunte en el segundo trimestre. Y los menores descensos se vieron en Montevideo, en Colonia y en el Litoral Termal (destinos más de invierno en general), en donde los descensos frente al primer semestre de 2018 se ubicaron en el entorno del 10 %. En Colonia, en particular, se vio una recuperación importante en abril-junio, con un aumento de casi 20 %, pero que no alcanzó a compensar la caída vista en enero-marzo.
RA: Está claro. Yendo entonces a las proyecciones, ¿cómo están viendo ustedes las perspectivas para este próximo verano?
FC: Nosotros en Deloitte tenemos modelos de proyección para el ingreso de visitantes y el gasto de los turistas en nuestro país, que básicamente tienen por detrás como fundamentos más relevantes a la evolución de la actividad económica en nuestros dos vecinos, a la evolución de los precios relativos de Argentina y de Brasil con el mundo y a nuestros precios relativos con ellos dos. De alguna manera, entonces, estos modelos capturan que cuando Brasil y más que nada Argentina crecen, eso favorece el ingreso de turistas en nuestro país. Y que cuando los países vecinos tienen monedas relativamente apreciadas –o en otras palabras cuando Argentina y/o Brasil están relativamente caros- eso también favorece al turismo en nuestro país.
En base a esos modelos, estamos esperando una temporada 2020 relativamente similar a la última, que como comentábamos fue la peor de los últimos 4-5 años. Incluso, en un marco de aumento del dólar en nuestro país, el gasto de los turistas, medido en términos reales, podría tener un ligero aumento.
Ahora, esos pronósticos descansan en una serie de supuestos claves respecto al contexto económico regional y no podemos perder de vista que el contexto regional (sobre todo el de Argentina) es hoy por hoy muy incierto y eso plantea riesgos importantes para el turismo en nuestro país.
RA: ¿Cuáles son esos supuestos respecto al contexto regional? ¿Qué están asumiendo para los próximos meses en Argentina en particular?
FC: Las proyecciones están construidas en base a un escenario relativamente benévolo en Argentina. Concretamente, estamos asumiendo que la actividad económica muestra una recuperación gradual en los próximos meses (cayendo frente a los niveles de un año atrás, pero iniciando una senda de crecimiento) y que el dólar sube nominalmente (acompañando una inflación que sigue siendo alta) pero sin registrar una devaluación real adicional a la ya procesada.
Este es el escenario que está manejando la mayoría de los analistas del país vecino, pero como advertimos varias veces, es un escenario que no está libre de riesgos. Argentina tiene aún desafíos muy importantes en el plano económico y a eso se le agrega un escenario político que suma incertidumbres, con las elecciones presidenciales en octubre de este año. Por eso, si bien en los últimos meses estamos viendo más tranquilidad en los mercados financieros y la actividad efectivamente ha dejado de caer según los indicadores más recientes, no podemos descartar que tengamos en los próximos meses un nuevo deterioro de expectativas que desencadene nuevas turbulencias, con una mayor devaluación del peso argentino y una recaída de la actividad económica. Para la actividad turística uruguaya estos son riesgos que habrá que seguir de cerca, porque, como sabemos, nuestro turismo es muy dependiente de lo que sucede en el país vecino.
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