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Este miércoles se realizó una nueva sesión del Comité de Coordinación Macroeconómica entre el Ministerio de Economía y el Banco Central y más tarde tuvo lugar la reunión del Comité de Política Monetaria del Banco Central. Estas dos reuniones eran aguardadas con interés porque se trataba de la primera ocasión en que estas instancias se llevaban a cabo en este nuevo período de gobierno.
Además, el contexto previo, de las últimas semanas, estuvo marcado por las señales que el equipo económico viene dando en relación a la preocupación por el deterioro del marco internacional y regional y por la situación fiscal del país. Y a eso se sumaba también el énfasis que el propio Presidente de la República, Dr. Tabaré Vázquez, había puesto en su discurso de la noche del 1º de marzo en relación al objetivo de bajar la inflación a 5%.
Teníamos entonces varios ingredientes que le ponían cierta expectativa a esas instancias y a los comunicados que usualmente se emiten luego de las reuniones… El economista Pablo Rosselli, socio de la consultora Deloitte, lo analiza:
PABLO ROSSELLI (PR):
Los dos comunicados, el del CCM y el del COPOM, no se salieron de la tónica general y del estilo de los mensajes de reuniones anteriores.
Aunque no cambió sustancialmente el equipo económico, cabía preguntarse al menos si el cambio de gobierno no sería una instancia para marcar en estos comunicados una impronta diferente que, por ejemplo pusiera un énfasis más claro en la necesidad de corregir algunos rumbos. No estamos diciendo que nosotros esperáramos eso, pero era una posibilidad.
Lo cierto es que los comunicados no trajeron sorpresas y no se diferencian mucho de los que vimos en las reuniones previas, sin perjuicio de que los mensajes lógicamente recogen los cambios del entorno económico.
ROMINA ANDRIOLI (RA): ¿Cuáles son los principales mensajes a destacar, Pablo?
PR: Comencemos con el Comité de Coordinación Macroeconómica. Formalmente este comité es integrado por el Ministerio de Economía y por el Banco Central y tiene como propósito evaluar en conjunto la marcha de la economía y acordar el objetivo de inflación.
El objetivo de inflación se mantuvo, como todos esperábamos, en un rango de 3% a 7% (con 5% como valor central).
El Comité valoró positivamente el crecimiento de la economía en 2014 (3,5%) y señaló también que hay un “desacople relativo” de la economía uruguaya en relación a la región… porque Uruguay ha mantenido un crecimiento económico notoriamente mayor al de los países vecinos.
Sin embargo, también advierte que hay desafíos, que tienen que ver con el fortalecimiento del dólar en el mundo y con la debilidad de las economías vecinas.Hasta allí se puede decir que el comunicado comenta algunos hechos y datos relevantes y obviamente compartibles. Luego aparecen algunos matices nuevos. Por un lado el Comité señala que se aguarda una continuación de la tendencia al alza del dólar en Uruguay y que esa previsible suba del dólar permitiría evitar lo que denomina (y leo entre comillas) “desalineamientos cambiarios que podrían afectar la evolución del nivel de actividad y el empleo”.
Esa frase redactada de forma bastante cuidadosa sugiere, aunque no lo dice tajantemente, que la suba del dólar permitirá conservar niveles de competitividad suficientes para que el empleo y la actividad no se vean resentidas.
Sin embargo, más adelante también dice, en línea con lo señalado en anteriores ocasiones que es necesario contemplar y balancear distintos objetivos (control de la inflación, cuentas públicas y competitividad) y propone algún matiz diferente al señalar que es necesario “asegurar la consistencia entre la política macroeconómica, fiscal y de ingresos”… como reconociendo implícitamente que hoy no está asegurada (que a nuestro juicio no lo está).
Por aquí hay alguna pista en la dirección de que es necesario una política fiscal más cuidadosa… Pero es algo que el gobierno ya ha señalado, y de forma más clara, en varias oportunidades anteriores… Y también hay una referencia a la política de ingresos, que es un término que implícitamente alude a la política salarial… Un tema que a nuestro juicio va a ser muy relevante y sobre el cual todavía no hay señales claras desde el gobierno.
RA: ¿Y qué señaló luego el Banco Central? Ratificó que la cantidad de dinero, el M1, seguirá creciendo a un ritmo anual de entre 7% y 9% anual… ¿Es así?
PR: Sí, el Comité de Política Monetaria anuncia en cada reunión cuál será el ritmo de aumento de la cantidad de dinero en el siguiente trimestre. A mediados de 2013 el BCU anunció que se implementaría una política monetaria más contractiva que conduciría paulatinamente a un ritmo de crecimiento de la cantidad de dinero cada vez más moderado… Y de hecho hace dos años el BCU señaló que a mediados de 2015 la cantidad de dinero estaría creciendo a un ritmo de 8% anual… Ese fue el ritmo de crecimiento anual en el primer trimestre de este año…
Quiere decir que el BCU ha cumplido con ese anuncio… Aunque también es cierto que pese a la moderación en el aumento de la cantidad de dinero, la inflación sigue estando fuera del rango meta.
El Banco Central valora positivamente que la inflación se ha moderado pero reconoce explícitamente que sigue estando fuera del rango y que las expectativas de inflación están fuera del rango.
RA: Hasta aquí, Pablo, los mensajes más importantes de los comunicados… Ahora, ¿qué balance hacen ustedes de estos mensajes?
PR: Lo que sucede es que la política económica está enfrentando más restricciones porque el marco externo se ha vuelto negativo para Uruguay y porque se han deteriorado los equilibrios macroeconómicos.
El propio comunicado del CCM señala que hay que cuidar las cuentas públicas, la inflación y la competitividad.
La realidad es que el gobierno tiene más objetivos de los que puede cumplir y eso en los hechos termina obligando al gobierno a resignar parcialmente un poco de cada uno de ellos.
Esta es la problemática… conocida de hace tiempo… En todo caso, lo más nuevo es que la suba del dólar en el mundo a un ritmo acelerado está haciendo que esos conflictos de objetivos se agudicen, sobre todo por el deterioro que hemos visto de nuestra competitividad.
En ese contexto, los comunicados no plantean a nuestro juicio un mensaje claro de cómo se resolverán esas restricciones: no se abunda acerca de qué resultado fiscal se procurará tener (habrá que esperar entonces a la presentación del proyecto de Ley de Presupuesto); no se elabora en relación a qué rol se le hará jugar a la política salarial en las próximas negociaciones… Se señala que no habrá “desalineamientos cambiarios”… Pero aquí discrepamos con el gobierno; a nuestro juicio Uruguay ya está demasiado caro en relación a todas las referencias relevantes y eso ya plantea riesgos a la actividad económica y el empleo.
Entonces, nos parece que el gobierno va a tener que hacer un esfuerzo grande en comunicar una estrategia clara de mayor consistencia entre las políticas macroeconómicas… A nuestro juicio va a ser necesario que Uruguay se abarate en dólares, es necesario reducir el déficit fiscal y es necesario moderar los salarios para que la necesaria suba del dólar no venga de la mano de mayores niveles de inflación… Son muchos los desafíos y las preguntas; los comunicados de ayer no brindan mayores respuestas.
RA: Y parta terminar, Pablo, ¿cuán factible es que se cumpla el objetivo de reducción de la inflación a 5% como señaló el Presidente Vázquez el 1º de marzo?
PR: Sin una moderación de los salarios y sin una política fiscal que procure una reducción importante del déficit fiscal es difícil pensar en una reducción sostenida de la inflación sin comprometer aún más la competitividad.
La inflación de los últimos doce meses está en 7,6% (bastante menor por cierto que el casi 10% de un año atrás) pero la inflación subyacente sigue siendo mayor a 9%. El menor crecimiento del IPC responde básicamente a un abaratamiento de los precios administrados en términos reales.
Y la realidad es que no se puede cambiar la dinámica inflacionaria sólo a fuerza de tarifas. Pese a la política monetaria contractiva, las presiones inflacionarias se mantienen firmes. Entonces, a nuestro juicio el Banco Central también tendrá que ajustar su estrategia de comunicación para recuperar la credibilidad de los agentes en el objetivo de inflación… Comunicados como los de ayer no generan más credibilidad.
Es cierto que quizás ayer no era la ocasión para innovar porque todavía no asumieron las nuevas autoridades… Pero mirando hacia adelante, nos parece que para encauzar la inflación hacia niveles sostenidamente más bajos será necesario (además de una política fiscal y salarial consistente con ese objetivo) fortalecer la comunicación del Banco Central… el Banco Central deberá ser más explícito acerca de cómo y en qué tiempo la inflación terminará convergiendo al rango meta.